Durante el verano, las tormentas eléctricas son muy frecuentes. Por ello, hay una serie de recomendaciones básicas de seguridad que se deben tener en cuenta como no refugiarse debajo de un árbol, situarse junto a una ventana o hablar a través de un teléfono fijo, ya que este atrae la actividad eléctrica. Sin embargo, hay otras advertencias que quizás desconozcas y que es importante tener en cuenta: no debes ducharte si hay tormenta.

Un artículo publicado en Science Alert explica como funcionan estas tormentas. Hay que tener en cuenta dos variables: la humedad y lo caliente que esté el aire. Según ha explicado, las altas temperaturas y la humedad crean grandes cantidades de aire húmedo que asciende a la atmósfera, formando nubes inmensas cargadas de electricidad. Estas contienen millones de gotas de agua líquida y congelada que chocan entre sí para producir descargas.

Cuando las nubes de tormenta se mueven sobre la Tierra, generan una carga eléctrica opuesta al suelo, y esto es lo que hace que el rayo sea atraído”, explican en la revista. “La tormenta eléctrica busca un equilibrio entre sus cargas, por lo que descarga la energía hacia donde pueda alimentarse, es decir, a los materiales o elementos del suelo más conductivos de la electricidad, como por ejemplo el metal”.

Las tuberías y cables metálicos que hay instalados a lo largo de un edificio son una de las mejores vías conductoras de la electricidad y, por esta razón, ducharse resulta una actividad peligrosa. Por otra parte, la ducha también implica agua, uno de los fluidos que mejor conduce la electricidad por lo que si cayera un rayo en nuestra vivienda, la ducha es el lugar idóneo para descargar la energía, ya que contiene tanto agua como metal.

Un hombre se ducha. Freepik.

Otras recomendaciones

-Lavar los platos. Puede resultar igual de peligroso que ducharse ya que, como hemos mencionado, las tuberías son excelentes conductoras eléctricas y si se descarga un rayo, te podría electrocutar.

-Utilizar un teléfono fijo. También puede ser perjudicial ya que el cable puede causar una subida de tensión que se transmitirá a través de las líneas hasta tu auricular, de ahí a la oreja y al resto del cuerpo. Los teléfonos inalámbricos son seguros de usar ya que no disponen de ese cableado. Sin embargo, si se usan al aire libre o en un coche, se pueden convertir en un peligro al igual que cualquier objeto de metal.

-Conducir un descapotable. Es otra actividad a evitar ya que al contrario de lo que sucede con los coches que tienen techo, la falta de este en los descapotables podría hacer que la estructura del vehículo no condujera la corriente eléctrica a través del exterior hacia la tierra, sino que golpeara directamente sobre los ocupantes del vehículo.