"Nuestro deseo es que se escuche a las personas con discapacidad". Alto y claro resonó ayer el anhelo de Conchi Basabe durante los VI BBK DEIA Elkartasun Sariakunos premios que vuelven a poner en valor el trabajo que se realiza en el tercer sector. "Hoy es el día para dar las gracias a quienes hacéis esa necesidad de vivir en normalidad, construís una nueva realidad", aseguró Iñaki González, director de DEIA, en referencia a Fidias, Haszten, Gorabide, Margotu, Elkarbanatuz y la Fundación Etorkintza.

Seis galardonados a los que Jordi Albareda, fundador de la Fundación Fair Saturday, agradeció su trabajo "abriendo el camino" a los demás impulsores de iniciativas sociales. "Seguro que cuando empezasteis no era más fácil que ahora", expuso el responsable de esta iniciativa que al día siguiente del Black Friday reúne a propuestas culturales con un fin social. Y, precisamente, hizo referencia a un tipo de exclusión que cada día se hace más patente: "la exclusión cultural" que se está creando a través de "barreras invisibles". Una lanza a favor de la inclusión cultural la señaló Nora Sarasola, directora de la Obra Social de BBK, con la nueva iniciativa que se pone en marcha a la vez que reivindicó que "estos premios sirven para reconocer el compromiso social. Y o somos solidarios o no seremos nada".

La experiencia es un grado a la hora de implicarse con la sociedad y así lo ha demostrado Gorabide, con más de sesenta años de trayectoria. Una emocionada Conchi Basabe subrayó la importancia de que "las personas con discapacidad intelectual estemos presentes". Una presencia que en el ámbito deportivo reclaman desde Haszten, una entidad que trabaja con personas con diversidad funcional. "Invitamos a todos a que vengan a experimentar un día lo que viven estos deportistas.

{C}{C}

Es digno de oír, ver y sentir", afirmó Raquel Villada, vicepresidenta de la asociación, que se marca el deseo que "nadie con diversidad funcional se quede sin hacer deporte". Los valores que se transmiten a través del deporte los destacó Teresa Laespada, diputada de Empleo, Inclusión Social e Igualdad. "Es un elemento central y se compite en igualdad", apuntó.

UN PREMIO MUY ESPECIAL

Elkarbanatuz, la entidad nacida al amparo de La Salle Bilbao, vio reconocida su trayectoria por sus "muchas horas de trabajo" para que "cada mañana todos puedan tener una oportunidad más", según Borja Doval, su director. Y este fue un premio muy especial para el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, quien vio cómo "las primeras reuniones se hicieron en mi casa". El primer edil puso de relieve a todos los premiados sobre los que resaltó que "no podemos desperdiciar el conocimiento y la práctica" que tienen en su haber todas las entidades.

"Es un reconocimiento al equipo humano que se deja la piel en el trabajo", destacó Leire Salaberria, de Margotu, asociación que trabaja por la inclusión laboral y el empoderamiento de la mujer. Su compañera, Iosune García de Albéniz, se marcó el objetivo de "continuar con los proyectos, con las familias que peor lo han pasado con la pandemia".

Ese apoyo también lo realizan en la Fundación Etorkintza donde buscan soluciones para ayudar a personas adictas. "Lo urgente es vivir con dignidad", valoró Juan Pablo Aia, presidente del patronato de la entidad, aunque su compañera Salvia Hierra alertó de que "cuando acabe esta situación comenzaremos a detectar situaciones difíciles". Y desde Fidias, José Manuel Asteinza hizo hincapié en la labor desinteresada de los más de 200 chavales que "nos dedican su tiempo para poder sacar adelante nuestros proyectos". Unas propuestas que no serían posibles sin el apoyo de los voluntarios de todas las entidades.