Durante el siglo y pico de servicio se ha conformado con mejoras y arreglos puntuales, pero más pronto que tarde -a partir de 2023 mismo- el Funicular de Artxanda disfrutará de una renovación total, de arriba a abajo. Y es que los planes del Ayuntamiento de Bilbao pasan por actuar con determinación en la estación superior pero también en la plaza que se abre en Castaños. Y todo eso sin descuidar los vagones, cuya capacidad podría hasta duplicarse en función de las conclusiones del estudio encargado y pasar de 70 plazas hasta las 120.

Esta es solo una de las varias novedades del proyecto que acoplará al funi -inaugurado en 1915- al Bilbao del siglo XXI. Para ello se optará por la sostenibilidad y la eficiencia, dos piezas clave en la agenda de cualquier ciudad que se precie de inteligente y abiertas al mundo, con un notable trasiego de turistas y visitantes a diario. Un jardín vertical en la plaza de Castaños y paneles solares en la estación superior contribuirán a dar forma a la nueva cara de este medio de transporte, con más de un millón de pasajeros durante las últimas temporadas.

De hecho, esta creciente demanda del servicio -trabajo, ocio, turismo...- ha sido uno de los motivos para lanzarse a esta renovación integral. Eso, y los 1,7 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation de la UE, gracias a los cuales será posible activar estos trabajos. La transformación será pues panorámica, afectando al conjunto de las instalaciones. En concreto, esta cartera abierta en tiempos de pandemia se enmarca en los Proyectos de Sostenibilidad Turística en destinos, una iniciativa enfocada a apoyar procesos de reconversión hacia esa actividad económica y que, además, integre la sostenibilidad ambiental, socioeconómica y territorial.

Calidad de vida

Así las cosas, el plan municipal diseñado para renovar el Funicular de Artxanda contempla la renovación de la estación superior, el cambio de los vagones, la instalación de un jardín vertical en la estación inferior y la colocación de placas fotovoltaicas para el autoconsumo energético.

De estos cuatro proyectos -cada uno está en distintas fases de diseño, ejecución o licitación-, destaca el jardín vertical en la fachada principal del funi. Esta acción urbanística y paisajística se enmarca en el eje de creación de corredores verdes en la ciudad, conectando los diferentes niveles entre Castaños y Matiko con un elemento de vegetación natural e incrementando la superficie verde de Castaños, lo que supondrá una mejora de la calidad del aire, un aumento de la biodiversidad y, al tiempo, la mejora estética de la plaza, describían fuentes municipales.

El jardín vertical colgaría desde Matiko hasta Castaños. B. U.

“No se trata de un proyecto meramente estético, ya que se considera que este proyecto está llamado a mejorar la calidad del aire y reducir la temperatura ambiente, así como el ruido ambiental interior y exterior, con el consiguiente aumento de la sensación de bienestar y de mayor interacción social”, manifestó Nora Abete, concejala del Área de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento.

Por otro lado, el proyecto de instalación de paneles solares y aprovechamiento de la energía de frenado del funicular se enmarca en el eje de mejora de la eficiencia energética. Con este objetivo, “próximamente será adjudicada la instalación de autoconsumo para que esta infraestructura resulte autosostenible desde el punto de vista de generación de energía y que pueda estar hibridado y verter los excedentes a la red eléctrica, lo que le permitiría conseguir una compensación neta en la factura”, agregaban fuentes municipales.

Los trabajos conllevarán la colocación de placas fotovoltaicas en el tejado de la pista de patinaje que se encuentra anexa al funicular y la implementación del sistema de aprovechamiento de la energía de frenado.


El funicular se encuentra entre los principales atractivos turísticos y durante los meses de julio y agosto ha batido su récord con 130.000 viajeros, un 20% superior a la cifra de 2019, el último con más actividad, por lo que previsiblemente se superarán o igualarán estas cifras en 2022. Además, el Ayuntamiento tiene en marcha un plan para convertir Artxanda en la principal zona verde de esparcimiento de la ciudad, lo que aumentaría su demanda.

La última puesta al día del ‘funi’ data del año 2012, cuando se modernizó la estación de Castaños y completar su adaptación al sistema de la tarjeta Barik.