Dikembe Mutombo, quien fuera en la década de los 90 uno de los mejores defensores de la NBA, falleció este lunes a los 58 años como consecuencia de un tumor cerebral del que estaba siendo tratado desde 2022. El que fuera pívot congoleño de 2,18 metros de altura logró convertirse en una de las figuras más icónicas de la competición estadounidense a finales del pasado siglo y principios del presente. Su capacidad intimidatoria y su facilidad a la hora de colocar tapones a los rivales que osaban atacar su aro cuando él estaba en pista, a los que seguía su característico gesto de negación moviendo el dedo índice y el not in my house (no en mi casa) con su profundo vozarrón, se convirtieron en sus rasgos identitarios, a los que acompañó con una intensa labor humanitaria sobre todo tras colgar las botas a los 42 años.

"Dikembe Mutombo era simplemente más grande que la vida misma. En la cancha, fue uno de los mejores taponadores de tiros y jugadores defensivos en la historia de la NBA. Fuera de la cancha, puso su corazón y alma en ayudar a los demás", dijo en un comunicado el comisionado de la liga, Adam Silver. "El espíritu indomable de Dikembe continúa en aquellos a quienes ayudó e inspiró a lo largo de su extraordinaria vida", añadió.

ESTRELLA

Pocos pívots ha habido en la NBA que causaran más pavor en defensa que Mutombo en los últimos treinta años. En sus 18 años como profesional tras formarse en Georgetown -jugó para Denver Nuggets, Atlanta Hawks, Philadelphia 76ers, New Jersey Nets, New York Knicks y Houston Rockets-, su capacidad intimidatoria en las cercanías del aro le convirtió en un jugador temible. Nunca pasó de los 16,6 puntos de media que promedió en su temporada de novato, pero fue elegido en ocho ocasiones para disputar el All Star Game, además de ser elegido cuatro veces como mejor defensor de la competición (1995, 1997, 1998 y 2001). Además, lideró la NBA tres temporadas en tapones y en dos en la faceta reboteadora. Su número 55 fue retirado tanto por los Nuggets como por los Hawks y en 2015 ingresó en el Salón de la Fama.

EN FAVOR DE ÁFRICA

Además de su faceta como jugador, Mutombo se involucró mucho en labores humanitarias para tratar de ayudar a la población más desfavorecida de la República Democrática del Congo desde el momento en el que debutó en la NBA. Según diversas fuentes, contribuyó con más de 15 millones de dólares para facilitar la construcción de un gran hospital en las afueras de Kinshasa, que lleva el nombre de su madre, fue nombrado emisario de las Naciones Unidas para el desarrollo, se involucró de manera muy activa en el desarrollo de programas educativos en favor de la educación y para la prevención del Sida en África y en 2007 fue invitado por George W. Bush al Discurso del Estado de la Unión, donde fue honrado por sus esfuerzos humanitarios.

VISITA A BILBAO

Dentro de su papel como embajador de la competición estadounidense y dentro del programa NBA Cares, Mutombo visitó Bilbao en octubre de 2013 junto a otro mítico pívot también fallecido, Darryl Dawkins, con motivo del encuentro que disputaron en Bizkaia Arena el Bilbao Basket y los Philadelphia 76ers.