Mario Hezonja vuelve a ser SuperMario, vuelve a brillar como se esperaba de aquel jugador que llegó a la cantera del Barcelona con 17 años como una de las grandes estrellas jóvenes de Europa. Era 2012 y tres años después, el alero de Dubrovnik fue elegido con el número 5 del draft por los Orlando Magic. Probablemente, a Hezonja le pudieron las prisas, las ganas de destacar demasiado pronto, y pese a que ganó una Liga y dos Copas con el Barça, ese mismo verano de 2015, sin haber destacado demasiado en el primer equipo culé, emprendió el viaje hacia la NBA, donde estuvo cinco temporadas de querer y no poder porque nunca le dieron ni en Orlando ni en los Nueva York Knicks ni luego en los Portland Trail Blazers un papel protagonista, pese a que en sus 330 partidos tuvo algunos picos destacados.

Tras ser cortado por los Memphis Grizzlies en diciembre de 2021, tomó el camino de vuelta a Europa, pero no hacia Barcelona, que tenía sus derechos, pero renunció a su incorporación. El Panathinaikos le hizo un sitio y allí empezó a recuperar gran parte de su juego, versátil, físicamente exhuberante y brillante en muchas ocasiones por su capacidad para ocupar al menos tres puestos en la cancha, desde el dos hasta el cuatro. En la campaña 21-22, Hezonja fichó por el Unics Kazan y tuvo una temporada destacada en la Euroliga, pero el estallido de la guerra con Ucrania sacó a los equipos rusos de la competición y el jugador croata buscó un nuevo destino.

De forma sorprendente, el Real Madrid llamó a su puerta y su llegada al conjunto blanco elevó la temperatura de la rivalidad con el Barça. Muchos pensaban que los madridistas podían devolver el golpe que había supuesto el fichaje de Mirotic por el club azulgrana. Hezonja debutó en su etapa madridista con 23 puntos, pero durante varios meses su figura tuvo un encaje complicado en los esquemas de Chus Mateo por la sobrepoblación en los puestos de tres y cuatro y hubo muchos partidos con escasa participación del croata, sobre todo para la calidad que atesora. Pero en el tramo final del curso reapareció SuperMario y fue un jugador clave para que el Real Madrid levantara la Euroliga. La sanción de Yabusele le abrió todo el hueco en el puesto de cuatro y fue determinante por su capacidad para jugar abierto y dejar todo el espacio en la zona a Tavares o hacer daño en el poste.

En la presente temporada, Mario Hezonja ha mejorado todos sus registros, sobre todo porque, cumplidos ya los 28 años, se está mostrando como un jugador mucho más maduro y centrado en la cancha. En la ACB, promedia 12 puntos y 4 rebotes, con casi un 40% en triples y en la Euroliga sube a 13,4, 4,8 y 42% en esos apartados. Su contrato acaba en junio y su continuidad junto a la de Tavares es una de las grandes tareas para la dirección deportiva del baloncesto del Real Madrid. Se habla de que Hezonja puede tener una muy importante oferta para volver al Panathinaikos, donde es un ídolo, o incluso que puede plantearse un segundo intento en la NBA, ahora que ha recuperado la confianza y la ambición. El Bilbao Basket ya lo sufrió en Miribilla y mañana será pieza importante en este Real Madrid en fase de descompresión.