bilbao - El Bilbao Basket regresa quince años después a Melilla donde le espera el único equipo que ha disputado todas las ediciones de la LEB Oro desde que se creó en 1996 y por eso le llaman el decano. El partido será tan exigente como entonces porque los norteafricanos son otro de los aspirantes al ascenso o, al menos, a estar en la zona de play-off y cuentan con una plantilla más que interesante. Con dos ex de la ACB como Josep Franch y Txemi Urtasun, una de las revelaciones del año pasado como Caleb Agada y un pívot de 20 años y 2,18 metros que marca diferencias cerca del aro como Felipe Dos Anjos, el Melilla supone otro reto para los hombres de negro, que no pudieron vencer en Sevilla y Palencia y necesitan esta victoria para marcar su terreno y seguir en la persecución de quienes ahora mismo se presentan como máximos candidatos a disputar la Copa.

El conjunto melillense tiene talento en sus filas, pero sufre cuando le proponen un partido físico y es lo que va a tratar de hacer el Bilbao Basket, pese a que este es el desplazamiento más incómodo de la temporada ya que obliga a estar fuera de casa durante tres días. “Somos más destructores de juego. Somos la segunda mejor defensa de la categoría. A veces, permitimos alguna canasta fácil por cómo defendemos”, comenta Álex Mumbrú, que también reconoce que su equipo “tiene que intentar jugar un poco más fluido después de recuperar el balón. A ver si podemos recuperar el juego fluido que a veces nos cuesta encontrar”.

Tanto el Melilla como el Bilbao Basket tienen la exigencia de responder a las expectativas y, en este sentido, los de Alejandro Alcoba van un poco más exigidos porque han sumado ya alguna derrota que no esperaban. “Ellos tendrán algo de presión, pero yo prefiero tenerla si juego en casa”, apunta Mumbrú. El Pabellón Javier Imbroda no es una cancha sencilla, aunque el ambiente no esté tan cargado como en otros lugares. El ayudante del Bilbao Basket Jorge Elorduy ya entrenó allí, Rafa Huertas también militó en el Melilla y otros jugadores ya saben lo que significa jugar en la ciudad norteafricana. A otros habrá que explicárselo para que el equipo “salga bien metido en el partido desde el principio”.

Este desconocimiento de la liga es a lo que atribuye Álex Mumbrú los bajones en el juego de su equipo. “Estamos cerca de lo que queremos ser, pero aún nos falta. Es normal cuando tienes muchos jugadores nuevos, además que vienen de otras ligas, y esto nos hace necesitar un poco más de tiempo que otros equipos. Estamos entendiendo la filosofía en defensa y cada vez estaremos entendiendo mejor la de ataque”, asegura el técnico del Bilbao Basket.

estreno de un junior Para este largo viaje y con el fin de no dejar al Santurtzi sin los tres vinculados para esta jornada, Mumbrú ha citado al junior Miguel Ruiz, un base de 16 años y 1,80 metros que se formó en la cantera del Loiola Indautxu antes de integrarse en la nueva estructura de cantera del Bilbao Basket. Se trata de la primera vez en su historia que en la expedición de los hombres de negro para un partido oficial entra un jugador de sus equipos inferiores, lo que supone un respaldo al trabajo que están haciendo el cadete y el junior del Bilbao Basket que a partir de enero disputarán las ligas vascas de sus respectivas categorías.