Laia Palau: “Me centro en que cada día valga la pena lo que estoy haciendo”
Laia Palau (Barcelona, 1979), una de las grandes referentes del baloncesto estatal, visita hoy con el Girona al Lointek Gernika (20.00 horas) en el choque de la Eurocup
bilbao - ¿Qué partido espera?
-Será muy complicado. Preparamos a conciencia el encuentro de Girona porque ellas venían de ganar bien la previa y estaban como balas. Ganamos con cierta solvencia, pero no fue sencillo y el resultado fue engañoso. Nosotras empezamos muy bien y el Gernika comenzó fallón, lo que marcó la dinámica. No creo que este equipo sea así y va a ser una batalla. Además, Maloste es un campo caliente y el Gernika cuenta bastante con ello.
Será su primera visita a Maloste.
-Así es y tengo ganas porque me han hablado de él mucho desde el principio. No es la primera vez que juego en un pabellón hostil, alguno que otro ya me ha tocado, y siempre está guay para un jugador ponerte en ambientes de este calibre, para ver cómo reaccionas. Es cuando tienes que concentrarte más y sacar tu parte zen para controlar esas emociones, que al final en el baloncesto cuentan mucho.
¿Cómo se está sintiendo en su vuelta a la Liga DIA?
-Bien, la adaptación es como en cualquier otro equipo y hay que encontrar el espacio. A ver qué puedo hacer, cuál es mi rol? Con respecto al año pasado Girona guarda un buen número de jugadoras, pero también ha añadido jugadoras con peso suficiente y con influencia en el juego. Debido al Mundial, algunas hemos tenido una pretemporada casi inexistente y ahora empezamos a ver quiénes somos, qué nos gusta, dónde jugamos más cómodas y a conocernos más. El Mundial me ayudó a llegar a tope de ritmo de competición y eso también se nota.
Una temporada en esta liga que no imaginaba jugar hace no tanto...
-No lo voy a negar, no pensaba que iba a jugar aquí. Siempre pensé que quería acabar mi carrera jugando en Euroliga y en España eso solo podía ser en Salamanca. El año pasado tomé ciertas decisiones y luego me pasaron otras cosas en la vida que me hicieron reestructurar las cosas, cambiar mi plan de partido. Me fui a Australia pensando que me iba a retirar, pero luego me di cuenta que para nada me estaba retirando, que estaba pegando una caña que no veas.
Y de Australia a Francia.
-Estuve en Bourges y me encantó. También sufrí mucho porque la liga francesa y la Euroliga son muy duras. Pero había tomado la decisión de jugar el Mundial, estar con el equipo y ser parte de este ‘anfitrionaje’. Apareció la opción de Girona y me pareció guay, estaba cansada de ir para arriba y para abajo como una loca.
¿Qué es lo que le hace seguir luchando día a día en este deporte?
-Primero, me encuentro bien. Es verdad que las mañanas no son ninguna maravilla. Estoy cansada, tengo una edad, la recuperación es la que es? pero no me pasa nada y no tengo lesiones. Es importante que el cuerpo te diga que sí. Luego, esto a mí me gusta. Hay cosas que veo con otro prisma, pero me sigo divirtiendo y aún me motiva ir a entrenar, ganar, cumplir con los objetivos del club? Además, para mí este es un año especial porque estoy en la liga española y la FIBA Cup. Veremos cómo estoy y ya decidiré si hay otro año más o no, si hay selección o no? Sobre la marcha.
A la hora de mirar atrás, ¿qué siente al ver todo lo que ha ganado?
-Me siento muy orgullosa de mi trabajo, de lo qué he hecho y, sobre todo, de cómo lo he hecho. Con la selección, aparte de lo que conseguimos que es muy chulo, me gusta cómo lo hacemos porque creo que trasmitimos cosas, que trabajamos en equipo y tenemos unos buenos valores. Las medallas, que obviamente están bien, son un día y hay muchos días detrás de ese triunfo. Me centro en que cada día valga la pena lo que estoy haciendo.
Su anterior temporada en la Liga DIA fue en 2012, con el Ros Casares. ¿Nota diferencias con respecto a aquella época?
-Muy a mi pesar ha habido un bajón de nivel bastante importante. Cuando me fui teníamos tres equipos de Euroliga y el cuarto y el quinto eran equipos con extranjeras de mucha calidad. Las americanas eran americanas de primer nivel, había europeas consagradas, australianas y brasileñas del Brasil de aquella época. Jugadoras de la WNBA y determinantes en Europa. Ahora también tenemos muchas extranjeras pero no son de primer nivel. Lo bueno es que la jugadora nacional tiene su espacio para expresarse, pero antes teníamos que pelear con gente muy buena para poder jugar. Eso hacía que el nivel competitivo fuera mayor. Por contra, hay un bloque central muy importante y no te puedes despistar para nada. Cualquiera puede ganar a cualquiera. Luego, físicamente ha trabajado. En todo el mundo las jugadoras son más duras. Hay selecciones como Bélgica y Holanda, que en su vida habían hecho nada, y ahora tienes que estar muy bien para ganarles. Esto es algo en lo que el baloncesto femenino ha mejorado bastante.
¿Lo que también ha mejorado es la atención mediática que reciben?
-DIA tiene una apuesta muy clara con el baloncesto femenino. Lo viví con la selección y ahora lo veo también. El Open me pareció algo maravilloso y da una visibilidad enorme. Televisar partidos ayuda mucho. De repente existes y la gente puede decidir enrolarse con patrocinadores o colaboradores. Cuando estaba en el Ros, jugaba con las mejores jugadoras del mundo y nadie sabía que eso estaba ahí. Ahora hay mucha información y pienso que es una pena que en ese momento no la hubiera.
Parte de todo esto también es culpa de su generación.
-Esto es una cosa que nosotras hemos revindicado siempre. Con la selección tenemos un foco bastante importante, también porque hacemos bien el trabajo, pero cuando acaba la tormenta de la selección, muchas nos vamos fuera y todo eso desaparece. Eso hace que haya una parte que sepa mal. Si estas jugadoras estuvieran en la liga española seguro que habría más seguimiento. Aunque ahora estamos Silvia, Laura Gil, Belén, yo misma? y sería muy interesante que ese bombo que tenemos en verano pudiera seguir en la liga. También sé de dónde venimos y entiendo que las cosas van llegando poco a poco.