LOINTEK GERNIKA: : Gómez (2), Alston (9), Pina (7), Dongue (21), Caldwell (14) -cinco inicial-, Llorente (4), Díez (6), Molina (0), Lázaro (4) y Ariztimuño (0).

SPAR CITYLIFT GIRONA: Martínez (5), Buch (2), Mendy (14), Traore (8), Colhado (8) -cinco inicial-, Conde (17), Alminaite (4), Romeo (0) y Evans (21).

Parciales: 17-24, 35-37 (descanso), 56-56, 67-79.

Árbitro: Ríos y Martínez, sustituido por Bravo por lesión. Eliminaron por cinco faltas personales a Colhado.

Incidencias: Lleno en Maloste.

gernika - Le sobró un cuarto al Lointek Gernika. Plantó batalla durante treinta minutos e incluso tuvo contra las cuerdas al Spar Citylift Girona. Pero se encontró enfrente con un rodillo, un equipo que no bajó el ritmo en ningún momento y solo necesitó pequeños momentos de desconexión para ganar por 67-79. Cada error fue penalizado con dureza y una fase llena de perdidas de balón, unida a una subida de intensidad de las gerundenses en los minutos finales, acabó con las opciones de las dirigidas por Mario López.

Las gernikarras arrancaron el partido con una declaración de intenciones. No se guardaron absolutamente nada en las primeras jugadas y quisieron pillar con el pie cambiado al Girona. Una entrada de Pina y un coast to coast de Dongue tras robo de balón puso el 4-0 inicial. Sin embargo, el conjunto gerundense no es de los que se vienen abajo fácilmente. Con su base Nuria Martínez como maestra de ceremonias y sus interiores de ejecutoras dieron la vuelta al choque y poco antes del primer cuarto ya vencían por 12-20.

Fue un duro golpe, pero el Gernika no tardó en recomponerse. Apretaron en defensa y con buenas acciones individuales consiguieron mantener estable la ventaja. En ese toma y daca constante entre los dos equipos, la primera baja fue la de uno de los árbitros del encuentro, que tuvo que retirarse del partido por lesión. Eso provocó que el partido estuviera parado bastante tiempo. Eso enfrió el juego visitante, pero no el local. Las gernikarras aprovecharon ese mal momento de su rival y consiguieron igualar el encuentro antes de afrontar el desenlace del choque.

Fue el mejor momento del Gernika. Se lo creyó y a la vuelta de los vestuarios su deseo de derrotar a uno de los dos grandes de la Liga DIA empezó a estar más cerca. Dongue, que acabó con 21 puntos, llevó la batuta ofensiva y destrozó la defensa gerundense desde todos los ángulos. La ventaja creció hasta el 48-39. Pero a las gernikarras les faltó rematar. Con el rival tambaleándose perdonaron, se fueron del partido por momentos y entraron en una fase de pérdidas de balón constantes que el Girona utilizó para correr e igualar el encuentro a 56.

Y el Gernika comprobó que antes estos equipos las oportunidades perdidas se pagan. No hay segunda opción. El Girona puso toda la carne en el asador y despegó definitivamente. El Gernika se la jugó a la desesperada, pero cayó en la precipitación y su esperanza de remontada murió. Ya no hubo reacción y las gerundenses cerraron el partido con menos apuros de los esperados.