Bilbao - Entre comisiones de trabajo, asambleas programadas, reuniones extraordinarias y encuentros inesperados, la Liga ACB aún no ha conseguido aclarar cuál va a ser su modelo de competición para la próxima campaña y las venideras. Ayer tuvo lugar otra asamblea general del organismo de la que, de nuevo, no salió nada concreto. Será que, pese a ser ya 13 de junio, no hay prisa porque lo único claro es que el plazo ha sido ampliado hasta el próximo día 27, dos semanas más, el que tenían Gipuzkoa Basket y CB Miraflores de Burgos, los dos clubes con derecho a ascender, para cumplimentar los requisitos de acceso a la ACB.

Es una manera de ganar tiempo mientras llegan otro tipo de resoluciones que puedan fijar esos requisitos de forma definitiva. “Se avanza en un acuerdo que contemple un modelo económico y deportivo que sea satisfactorio para todas las partes”, avanzó ayer Francisco Roca, presidente de la ACB, a los afiliados, algunos de los cuales habían asistido unas horas antes a una reunión convocada por el CSD en la que también estuvo representada la Federación Española. “Los clubes han debatido los pros y los contras de los diversos escenarios planteados en los recientes encuentros y han acordado reunirse nuevamente según avancen las negociaciones con los diferentes organismos”, añadió la nota remitida por la ACB.

Esos escenarios son muy variados y planteados desde posiciones alejadas del bien común, en la mayoría de los casos. Algunos clubes abogan por mantener el formato tradicional, pese las estrecheces que impone el nuevo calendario internacional; otros quieren una liga de 18 equipos con el play-off eliminado o recortado en su duración; otros pretenden una liga de 16; otros no harían ascos a quedarse como la última campaña, es decir, con 17 equipos, e, incluso, apareció, por iniciativa del CSD, la posibilidad de una competición de veinte equipos para satisfacer todos los compromisos políticos tomados durante los últimos años, como el del ministro encargado del asunto, Iñigo Méndez de Vigo, hacia el Palencia Baloncesto, el club de la provincia por la que es diputado.

A vueltas con el canon Por otro lado, se mantienen las negociaciones con la Comisión Nacional de la Competencia, que en su día instó de forma vinculante a la eliminación del canon de ingreso y del fondo de ascensos y descensos por considerarlos “abusivos y anacrónicos”. La ACB defendió ambas herramientas como claves para el funcionamiento de la organización y de sus clubes e impuso un recurso ante la Audiencia Nacional en el que se pide la suspensión cautelar de esta decisión. En pleno debate sobre este asunto, el propio Roca afirmó recientemente su convencimiento de que “cualquiera no puede acceder a una liga profesional como la ACB”.

Los clubes que han ascendido esperan instrucciones, de nuevo con la espada de Damocles del tiempo encima. Los que bajaron, caso del Real Betis y el Manresa, también por si tienen que revisar sus respectivos proyectos. Y todos, al final, buscan una solución para desenredar esta madeja que viene creciendo desde hace ya unos cuantos años. Las principales competiciones europeas ya tienen definidos sus calendarios y en la Liga Endesa, cuya temporada probablemente concluirá más tarde que la de la NBA, siguen discutiendo de comisión en comisión.

Protestas de los jugadores Y por si faltaba poco hilo para la madeja, han aparecido los principales protagonistas de este negocio, los jugadores, para quejarse de haber sido excluidos “incomprensiblemente” de la reunión de ayer entre el CSD, la ACB y la FEB. La Asociación de Baloncestistas Profesionales lamenta haber sido “silenciada” en esta búsqueda de soluciones, aunque estas quejas no han ido, de momento, más allá. La cosa ha ido más allá ya que otros jugadores destacados dentro del baloncesto europeo, como el ex del Bilbao Basket Aaron Jackson, han elevado sus protestas por la densidad y exigencia de un calendario que apenas les da margen para recuperar entre una temporada y otra, sobre todo a aquellos que acuden con sus selecciones.

Total, que ya van varios veranos con la misma canción, pero es de suponer que de este no va a pasar el que se llegue a un acuerdo definitivo por el que todos dicen estar, pero para el que nadie quiere ceder ni un ápice. El culebrón sigue y los capítulos van cayendo de forma infinita hasta que el guion deje de interesar. ¿Llegará la solución antes de septiembre?