Valladolid71
Zornotza66
COMERCIAL ULSA VALLADOLID: Wade Chatman (22), Graham-Bell (11), González (8), De la Fuente (6), Boubacar (2) -quinteto inicial- Esteban (7), Astilleros (9), Morales (0).
ZORNOTZA: De la Rua (10), Mutakabbir (0), Cadot (18), Iriarte (4), Vucetic (12) -quinteto inicial- Estalayo (0), Skouen (6), Falzon (3), Salazar (9), Torres (2), Orellano (2).
Parciales: 11-11, 32-26 (descanso), 47-46, 71-66.
Árbitros: Pagán Baro y Baena Arroyo. Eliminados los locales Graham-Bell y De la Fuente y el visitante Salazar.
Incidencias: Unos 4.500 espectadores en el Polideportivo Pisuerga, con nutrida presencia de seguidores del Zornotza.
Valladolid - Valladolid vuelve a ser de Oro. La aventura del Zornotza en el apasionante play-off de ascenso acabó a orillas del Pisuerga, en una plaza que quiere volver a reverdecer viejos laureles. Al final, Goliat ganó a David, no por la diferencia de calidad, sino por el dominio de la escena que han demostrado los pucelanos en los cuatro partidos. La eliminatoria se ha jugado siempre a lo que ha querido el Valladolid, sus jugadores han ejecutado sin salirse nunca del guion y han sido superiores, lo justo, incluso en una serie bastante mala de Sergio de la Fuente, el MVP de la temporada.
La idea de Mikel Garitaonandia ha tenido éxito por ese lado, pero al Zornotza le ha fallado la parte ofensiva del juego y mucha contundencia para salir del camino que le interesaba al equipo pucelano, algo que los verdes solo pudieron hacer en dos ratos contados del segundo partido. Pero, a cambio, ha aparecido un Wade-Chatman determinante en los momentos en los que el balón quemaba, que han sido muchos en estos 160 minutos porque no ha habido fases de la basura. Por el contrario, el Zornotza ha acabado pagando sus malos porcentajes de tiro, principalmente de sus jugadores referentes. Mutakabbir acabó ayer con cero puntos y -10 de valoración. Vucetic tampoco estuvo fino y a los verdes les costó de nuevo hacer pasar la pelota por el aro.
A estas alturas de la temporada, los equipos ya van justos de gasolina y son entendibles los errores desde la lejanía, pero no tanto en los tiros que se lanzan a un metro del aro. Ahí los verdes volvieron a pecar de blandura. 26 puntos en dos cuartos son muy pocos para pretender llevarse una victoria fuera de casa, sobre todo si el rival es capaz de rascar puntos que no entran en el guion. El Zornotza buscó sorprender con una zona, pero los vallisoletanos tenían claro que su guerra estaba en las trincheras. El conjunto zornotzarra bregó, amagó con tomar el mando, pero entregó en la primera parte un 36% en tiros de dos y un 62% en tiros libres.
Chatman había aparecido con seis puntos en los tres últimos tres minutos del segundo cuarto y con otros ocho en los cuatro minutos siguientes llevó al marcador una situación de alarma: 42-32. El conjunto vizcaino había decidido acelerar el ritmo, ser valiente. Así, se puso por delante al final del último cuarto gracias a un parcial de 3-14 (45-46). El primer triple de los tres del Zornotza, anotado por Skouen al inicio del último cuarto, provocó la máxima ventaja de los verdes en todo el partido (47-49). Pero tampoco logró prolongar ese momento favorable. Los locales, con una defensa granítica, recuperaron el mando de forma definitiva porque los nervios se apoderaron de los jugadores del Zornotza, que cometieron errores bastante ingenuos.
Vucetic erró dos tiros libres para el 61-56 y Wade-Chatman respondió con un 2+1 que el estadounidense celebró como lo que era: una acción definitiva. 64-56, 2:01 en el reloj y la sensación de que al Zornotza se le había escapado su histórica oportunidad. Jugar a la desesperada fue solo un arrebato de orgullo. Los dos equipos han llegado muy por encima de sus previsiones y el acierto y la suerte han sonreído al final al CBC Valladolid, a una ciudad que llevaba unos años sufriendo por su baloncesto. El Zornotza ha disfrutado como nunca con el suyo, ha tenido la gloria entre los dedos, pero se le ha escurrido. Pero ha demostrado que hay mucho baloncesto en Bizkaia, que la ilusión no es patrimonio exclusivo de nadie.