Zornotza68
CBC Valladolid73
ZORNOTZA: Mutakabbir (17), Vucetic (16), Iriarte (0), Cadot (14), Orellano (4) -cinco inicial- Skouen (0), De la Rúa (11), Salazar (6), Torres (0).
CBC VALLADOLID: Wade-Chatman (1 7), González (0), Sidibe (2), Graham-Bell (23), De la Fuente (3) -cinco inicial- Esteban (9), Astilleros (10), Morales (3), Mukendi (6).
Parciales: 20-20, 35-41 (descanso), 54-53 y 68-73.
Árbitros: Morales y Gómez. Eliminaron a Vucetic y De la Fuente.
Incidencias: Lleno total en el Polideportivo Larrea.
bilbao - Al Zornotza le está sentando mal jugar como favorito en Larrea en este recorrido por el play-off de ascenso a la LEB Oro. Le pasó en el cuarto partido ante el Ávila, que acabó sacando con apuros para seguir adelante. Le pasó en el cuarto ante el Granada, en el que no pudo sentenciar y tuvo que jugar un quinto encuentro. Y le ocurrió de nuevo ayer cuando cayó en el primer choque de la final ante el CBC Valladolid, que supo leer mejor las distintas situaciones y se aprovechó de que los zornotzarras jugaron durante muchos minutos agarrotados e inseguros ante el cariz que fue tomando el partido a partir del primer cuarto.
Desde el inicio, los pucelanos tuvieron claro que debían minimizar errores, algo que no entendió igual el Zornotza que queriendo imponer un ritmo elevado se olvidó de cuidar el balón y firmó al final 17 pérdidas que fueron una losa. Se presumía que el Valladolid tenía una rotación corta, pero a la hora de la verdad el equipo que se encogió fue el que vestía de verde que nunca logró imponer un alto nivel de intensidad y terminó con solo seis jugadores sumando en la anotación. Los visitantes, en cambio, empezaron a creer en sus posibilidades en el segundo cuarto. Chatman, De la Fuente y Sidibe, los mejores jugadores del Valladolid, estaban fuera, reservados por las faltas, pero los suplentes de Paco García, incluso algún hombre al que en el propio club le tenían poca fe, se comportaron con muchísima personalidad y, sobre todo, más decisión que muchos de sus rivales. Esteban y Astilleros estuvieron excelentes y cubrieron de forma perfecta los largos periodos de ausencia de Chatman y De la Fuente.
En ese momento que parecía propicio para que el Zornotza abriera brecha y ganara en tranquilidad, ocurrió lo contrario. Los pucelanos se fueron a diez puntos de ventaja (29-39) con un parcial de 6-17 sin sus mejores principales referencias ante la confusión que reinaba en las filas del equipo de Mikel Garitaonaindia, al que apenas dos triples consecutivos de Mutakabbir pudieron meter en el partido antes del descanso.
El Zornotza debía cambiar de actitud y lo hizo al inicio del tercer cuarto cuando elevó su tono defensivo para lograr un parcial de 11-2 y recuperar el mando en el marcador (46-42) después de muchos minutos. Tampoco ahora pudo consolidar esa ventaja porque se obcecó en jugar para Vucetic. El serbio se fue a 16 puntos, pero solo se hizo con tres rebotes y gastó muchos tiros que acabaron elevando su frustración, lo que se trasladó al lado defensivo en el que acabó acumulando cinco faltas. Esta vez Iriarte estuvo totalmente fuera de la acción y el Zornotza se redujo a rachas que no hicieron daño al Valladolid, que supo reaccionar a cada golpe y se apoyó en Graham-Bell, imparable en el uno contra uno, para tomar de nuevo ventaja al arrancar el último cuarto (56-60) tras otro triple de Esteban.
precipitación Un largo parón por culpa de la avería en el reloj de 24 segundos no ayudó a que el Zornotza aclarara sus ideas y buscara otras alternativas en ataque. Los ánimos se enfriaron y Chatman, que lleva unas semanas inspirado, regresó a la cancha para ser decisivo. Después de que Orellano pusiera el 62-63 a 5.47 del final, los vizcainos cayeron en la precipitación y estuvieron tres minutos largos sin anotar. Mutakabbir hizo el 64-63 a 2.38, pero el Valladolid tenía el partido donde quería, en la posición de resolverlo en unos pocos tiros. Así fue. Un triple de Astilleros y un 2+1 de Chatman fueron dos puñaladas al corazón del Zornotza y de toda su afición. Pero nada está perdido aún. Las dos eliminatorias anteriores empezaron igual, con derrota en el primer partido, y el equipo ha llegado hasta aquí. Ahora ya es todo una cuestión de resistencia física y, sobre todo, mental.