AMISHA Carter (Oakland, 1982) llegó al Lointek Gernika como la última pieza de la plantilla. El fichaje de campanillas para un proyecto que aspiraba a mantenerse en la pelea por entrar dentro de los puestos de honor. La estadounidense ha cumplido y el equipo ha vuelto a superar las expectativas un año más. Carter, fajada en mil batallas por todo Europa, pronto demostró que no tendría ningún problema para adaptarse al grupo. Dos nominaciones como mejor jugadora de la jornada y una regularidad brutal que le han llevado a convertirse en la referencia interior de su equipo. Es la encargada de sumar los puntos en la pintura y lo hace sin reclamar protagonismo. Siempre constante, como un martillo pilón. Castiga cada una de los errores de sus rivales y gracias a ello suma unos buenos 16,6 puntos y 9,8 rebotes por partido.
El Gernika disfruta de sus exhibiciones y Carter se siente cómoda en el equipo. La confianza es mutua y los resultados están empezando a llegar. La temporada de las gernikarras está siendo histórica, asentadas en la tercera posición liguera y con su primera participación en la Copa en el horizonte. Un resultado que hubieran firmado con gusto en el seno del club vizcaino a principios de curso, pero su ambición no le permite conformarse. Ellas quieren más y Carter cree que su equipo tiene lo necesario para luchar por lo máximo: “Mi objetivo para este año es el campeonato, tenemos una gran oportunidad para conseguir el título. Sino, me gustaría entrar en la Eurocup el año que viene. Creo que el equipo tiene opciones de competir bien en ese torneo”. La victoria del pasado domingo en la cancha del Mann-Filter dio moral a las vizcainas y les hizo recuperar algunas de las sensaciones que les permitieron derrotar a equipos como el Perfumerías Avenida. “Estamos genial. Hemos tratado de volver a encontrarnos a nosotras mismas en defensa. Todavía podemos defender mejor y eso nos colocará más arriba en la clasificación”, explica Amisha Carter.
Partido contra el Ferrol El próximo reto de las gernikarras para mantenerse en esa línea será el Star Center Uni Ferrol (mañana, 19.00 horas), un equipo de la mitad de la tabla pero que siempre ha puesto en serios problemas al Gernika, llegándole a ganar en tres de sus cuatro enfrentamientos en la Liga Femenina. “Será un partido muy duro, en el que tendremos que trabajar juntas y defender muy bien”, apostilla, Carter, que tratará de seguir con su regular juego para ayudar a sus compañeras a seguir haciendo de Maloste un fortín que solo el IDK Gipuzkoa ha sido capaz de profanar.
Parte de la culpa del buen momento que atraviesa la interior de Oakland es debido al equipo que le rodea. “Estoy encantada. El club, el entrenador y las compañeras son muy buenos. Además, tenemos muy buen ambiente aquí”, declara. Además, la localidad también acompaña y Carter, acostumbrada a vivir con la nieve como compañera de viaje, ha encontrado un lugar muy confortable en Gernika: “Está muy bien y siempre hay gente en la calle. Tenemos la playa cerca y puede hacer algo de frío, pero no hay nieve ni lluvia, eso está bien”. Aun así, la estancia de la americana no es perfecta. El malestar de no estar acompañado por su hijo menor de dos años le acompaña cada día y hace malabarismos para poder contactar con él a pesar del océano que les separa. “Le echo de menos cada segundo. Es la primera vez que le dejó y está siendo duro. Suelo hablar con él con el ordenador cuando puedo. Después de entrenar me echo una siesta y me levanto a las tres de la mañana para hablar con él”, explica. En noviembre, con el parón por las selecciones, el club permitió a Carter viajar a casa para que madre e hijo pudieran reencontrarse por unos días.