PUESTO a encontrar la primera derrota de la temporada, el Dominion Bilbao Basket eligió la manera más absurda, tonta e inesperada. En la última defensa del partido, el equipo vizcaino tomó una decisión que levantará polémica y que convendrá que alguien aclare. Existía la posibilidad de defender toda la posesión y llegar a la prórroga en caso de éxito o conseguir el balón con tiempo suficiente para poder anotar. Había también la opción de hacer una falta, más o menos rápida, para llevar al tiro libre a un jugador del Morabanc Andorra y quedarse con un último balón para buscar la victoria en un lanzamiento postrero.
Andrew Albicy tenía el manejo del balón con Jonathan Tabu delante del francés. El belga no apretó al base rival en busca de la falta y, probablemente, fue consensuado con el banquillo y ordenado desde él que Álex Mumbrú hiciera falta a Giorgi Shermadini, que estaba fuera de la acción del balón. La jugada fue demasiado evidente, demasiada llamativa, porque Micheal Eric defendía al pívot georgiano y podía haber sido él el que forzara la situación en busca de una falta más lógica.
Pero el capitán de los hombres de negro acudió al poste bajo y rodeó con los brazos a Shermadini. Misión cumplida, parecía, pero el árbitro no dudó en señalar la falta como antideportiva. En la NBA esta jugada se ve a cientos y no pasa de ser una falta normal, pero en la Liga Endesa se ha recalcado especialmente esta temporada que hay que sancionar con falta antideportiva cualquier contacto alejado del balón, algo que no tiene que ver con los bloqueos o la lucha por una posición.
Si Carles Duran o Mumbrú, quien sea que tomara la decisión, pensaban que esa acción no iba a recibir la sanción que tuvo, entonces ha habido algún problema de comunicación en las reuniones llevadas a tal efecto porque los criterios siguen sin estar claros, no han sido bien explicados o no han sido entendidos por todos. Si el balón no hubiera estado en juego, no habría duda de la antideportiva. Pero al estar ya en manos de Albicy, se abría un espacio de duda en el que cayó el Bilbao Basket.
demasiados errores Esa jugada, que dará que hablar en los próximos días hasta que alguien arroje luz sobre ella, determinó el desenlace final de un encuentro en el que el Bilbao Basket pudo ganar, pero acabó preso de sus propios errores. Alguna vez tenía que ser la primera, esta temporada y en las visitas a Andorra. El partido se decidió por detalles tan extraños como el relatado que Carles Duran y sus jugadores tendrán que lamentar los muchos errores que cometieron, algo que ya hizo el entrenador en la sala de prensa.
Hubo numerosas pérdidas de balón en posiciones ventajosas, como esa de Tabu ante Albicy cuando el Bilbao Basket atacaba para empatar a poco más de un minuto del final, que abrieron autopistas hacia canasta para unos jugadores sobrados de condiciones físicas. El Andorra ha apostado esta temporada por una idea de plantilla que le está dando resultados en estas primeras jornadas. Cuando ponen la directa a canasta, sus jugadores son muy difíciles de sujetar y el conjunto bilbaino lo pagó con demasiadas canastas sencillas y un buen botín de tiros libres que a los andorranos les sirvieron para compensar su pésimo porcentaje en triples: 3 de 19.
Pero los ayer visitantes dejaron algunos minutos de confusión, de malas selecciones de tiro, que el Andorra aprovechó, incluso en momentos en los que jugaba sin un cinco puro. Martín y Burjanadze hicieron daño y, aún con todo, el Bilbao Basket, blando por momentos, pudo haber ganado. Eso es lo más positivo de la jornada en la que estrenó su casillero de derrotas en la Liga Endesa y en la que dejó una jugada que pronto pasará a ser una anécdota, pero que dará para entretener algunos debates según el cristal con que se mire.