BILBAO - El Alba Berlín lanzó unos cuantos cubos de agua fría sobre Miribilla y recordó que en el deporte nadie es perfecto. Ni siquiera este Dominion Bilbao Basket que había empezado la temporada como un tiro, pero ayer se topó con su primera derrota con el cambio de competición. Lo que no es casualidad. La Liga Endesa es una cosa y la Eurocup, otra bien distinta. Los criterios sancionadores que se manejan son diferentes, pese a que habrá quien lo desmienta, y los hombres de negro llegaron al choque de ayer con menos rodaje que los alemanes, que debutaron la semana pasada.

El Bilbao Basket no tuvo la soltura de otros días, muchos de sus ataques fueron embarullados, y sufrieron de lo lindo hasta perder ante un rival con un estilo contrapuesto a todos los que se encontró el equipo vizcaino el año pasado en la misma competición, que vivían del uno contra uno. El Alba es un equipo muy bien hecho y compensado, con jugadores de mucho nivel en posiciones claves, y que ayer supo llevar el ritmo que le convenía y ser preciso en los minutos de la verdad. También, por qué no, tuvo a su favor unas dosis de fortuna como esos dos triples lejanísimos al final del segundo y el tercer cuartos de Johnson y Atsur y que hay que apuntar también en el debe del Bilbao Basket, que no debió consentir esos lanzamientos que, al final, desequilibraron la balanza porque añadieron seis puntos al casillero visitante que podían haber sido evitados.

mérito del alba Carles Duran quiso mantener las premisas básicas, dejó a Mumbrú, que estaba tocado, de inicio en el banquillo, pero esta vez el equipo sufrió demasiados altibajos en su juego y la mayoría de los jugadores carecieron de regularidad. Todorovic hizo un gran primer cuarto, en el segundo apreció Eric, en el tercero Mumbrú y Bamforth, pero en el último el que marcó la pauta fue el Alba Berlín, con Siva y Johnson en plan killer.

La ausencia de Ivan Buva dejó al Bilbao Basket sin la posibilidad de generar juego desde dentro y hubo menos tiros claros que otros días, lo que impidió sacarse de encima a los berlineses, que hicieron un partido impecable en las dos mitades. En defensa lograron desactivas a Bamforth, al que solo le concedieron seis lanzamientos, y en ataque desplegaron muchos recursos, con cinco jugadores por encima de los diez puntos, cada uno en una de las posiciones del quinteto alemán.

Ya había advertido Carles Duran de que ahora empezaba la fase más exigente de la temporada y la derrota de ayer pone los pies en el suelo a quien hubiera empezado a elevarlos y confirma que en este grupo, en el que el Fuenlabrada derrotó a ese Khimki que parecía el ogro, no hay peritas en dulce. El Bilbao Basket ya ha empezado otras campañas europeas con derrota y logró dar la vuelta a la situación. Ahora tiene dos partidos menos y el margen es más estrecho. El equipo tiene que digerir esta derrota que no debe preocupar porque la victoria tampoco estuvo tan lejos. La Eurocup es otra historia, como siempre, y esta temporada bastante seria.