Un ejercicio de puro pragmatismo

LAS pretemporadas no suelen decir verdades absolutas sobre el potencial de los equipos, pero sí ofrecen algunas pistas que resultan útiles a la hora de afrontar los primeros partidos de competición oficial. El Dominion Bilbao Basket ha tenido distintos inconvenientes en su preparación que han dificultado el trabajo, pero en su estreno liguero no se notaron. Cabe recordar que hace dos años la pretemporada fue aún peor y aún así, los hombres de negro también se las apañaron para ganar el primer partido de la Liga. De hecho, es lo que llevan haciendo con el de ayer en tres cursos consecutivos. Al final, se trata de tener las ideas claras y saber explotarlas en la cancha, que es lo que hicieron ayer los jugadores de Carles Duran ante un rival al que ya habían derrotado hace tres semanas.

Aquel día el Bilbao Basket tuvo a Ivan Buva como su mejor jugador y ayer volvió a ocurrir lo mismo. Como al croata se le añadió Scott Bamforth para equilibrar el ataque desde el perímetro, resultó que el Bilbao Basket ganaba por 22 puntos al Fuenlabrada en su cancha, un resultado que nadie esperaba. Pero, probablemente, fue consecuencia de que el equipo bilbaino es mejor, tiene más recursos y los utilizó de la forma conveniente para hacerse con un triunfo incontestable en el primero de los cuatro partidos que tendrá que jugar ante el conjunto de Jota Cuspinera.

Durante la pretemporada, el Bilbao Basket exhibió gran facilidad anotadora en el perímetro, pero ayer los jugadores no estuvieron excesivamente acertados desde posiciones lejanos, con solo un 27% en triples. Pero supieron encontrar otras vías de anotación para alcanzar los 89 puntos. Los bilbainos sumaron 26 canastas de dos con un 68% de acierto, metieron casi la mitad de sus puntos desde dentro de la zona y, sobre todo, anotaron 19 tiros libres. Entre Buva y Eric lanzaron nueve, lo que demuestra la importancia de contar con una referencia en la pintura a la que darle el balón para que resuelva.

todos anotan Que todos los jugadores anotaran también tuvo su importancia, sobre todo considerando que 37 puntos salieron del banquillo y que durante muchos minutos los de Duran mostraron un cuidado del balón casi exquisito para evitar pérdidas que le permitieran al Fuenlabrada abrir el campo y tirar más de lo que lo hizo. Sin embargo, la mejor aportación de los jugadores que no actuaron de inicio fue cambiar el tono defensivo del Bilbao Basket, que si quiere correr la pista durante los cinco primeros minutos se olvidó de que también hay que hacerlo para atrás.

Con un cinco formado por Borg, Lapornik, Todorovic, Nikolic y Buva, impensable antes del verano, los hombres de negro frenaron en seco la producción del Fuenlabrada que, por otra parte, estaba basada en la hiperactividad de Moussa Diagne. Pero ese, a la larga, no era un problema para el Bilbao Basket que mostró siempre la consistencia suficiente para contener a un rival que funcionaba a tirones. El último de ellos llevó al Fuenlabrada a maquillar el marcador en los últimos cinco minutos con el partido convertido en un intercambio de carreras de uno a otro lado en el que los vizcainos se dejaron algunos puntos por el camino que a lo mejor no pasan de anécdota.

Durante muchos minutos, el Bilbao Basket fue muy agresivo y en las líneas de pase y en la defensa del bloqueo directo, a costa de que Micheal Eric se cargara de faltas. El estadounidense deberá cuidarse en ese aspecto, pero más vale pecar por exceso que por defecto y es por esa actividad física por la que se le fichó. Ivan Buva tuvo más problemas para defender lejos del aro, pero se mostró firme en el cuerpo a cuerpo y en el rebote y no permitió ninguna licencia a Blagota Sekulic, un jugador que está en la cuesta abajo de su carrera. Entre los nuevos, Miha Lapornik y Danilo Nikolic estuvieron contenidos, sin cometer errores y aportando en labores de intendencia, y quizás fue Jonathan Tabu el menos brillante en una cita con fuerte carga emotiva para él.

Al final, el Dominion Bilbao Basket confirmó las buenas sensaciones que había ofrecido en la pretemporada de la que sacó aquello que necesitaba para sumar la primera victoria. Con solo diez días de trabajo con el equipo al completo, se trataba de ir a lo práctico y sacar el máximo provecho de las debilidades del rival. El nuevo Bilbao Basket de Carles Duran ya suma victorias gana, pero solo es el comienzo y el margen de mejora es muy grande hasta alcanzar una completa fiabilidad y que las sensaciones se conviertan en certezas.