El Bilbao Basket carece de inspiración y acierto
Para tirar la granítica propuesta del barcelona en un partido sin concesiones al espectáculo
bilbao - La racha se cortó cuando más ilusión había por mantenerla. El Dominion Bilbao Basket cayó por primera vez en las últimas cinco visitas del Barcelona al Bilbao Arena en un partido de esos que resultan de difícil digestión. En el día en que más espectadores acudieron a Miribilla en toda la temporada, deseosos de asistir a otro triunfo ante los azulgranas que trajera de nuevo a la memoria la gesta de la Copa, salió un choque espeso, poco vistoso y en el que hubo que rebuscar mucho para contentar los paladares menos exigentes. Los catalanes lo metieron en el ritmo machacón que les caracteriza, el sonido era el de una hormigonera, fueron madurando la pieza y le dieron el golpe de gracia en el último cuarto.
El Barcelona y sobre todo su entrenador se encuentran cómodos en esta propuesta de baloncesto de puro cemento que, desde luego, no es muy divertida y que solo se justifica en la victoria. El 0-7 inicial no hizo más que reforzar al Barcelona en sus convicciones de que no hacer ni una concesión a la galería, de racanear en el espectáculo por el que paga el público, y eso provocó que el Bilbao Basket sufriera horrores para meter una canasta. En un momento del duelo, dado los malos porcentajes de tiro de ambos equipos, se intuía que quien llegara a 60 puntos se llevaría la victoria. Los hombres de negro no llegaron y perdieron. Con un 34% de acierto en tiros de dos, es imposible que ocurra otra cosa.
Los visitantes, aún con la carga de partidos que llevan, tenían claro que ayer era el día para imponer su físico y para dar un golpe definitivo en su objetivo de asegurar el liderato de la Liga Endesa al final de la temporada regular. Su plan consistió en negar la circulación de balón al Bilbao Basket e invitar a sus jugadores a meterse en la zona en medio de un bosque de brazos y cuerpos. La defensa en el poste bajo forzaba a Mumbrú a gastar muchos botes, en el pick and roll las ayudas de los pivots fueron muy eficaces y los bilbainos no podían encontrar ventajas y cuando las encontraban, no había acierto. El cuidado del balón, con solo seis pérdidas de balón, fue casi exquisito entre los jugadores de Sito Alonso, pero el problema era otro porque cada ataque obligaba a avanzar con el barro por las rodillas como en esas carreras extreme que se están poniendo de moda.
El asunto estaba feo, pero el Bilbao Basket, que no la metía ni en una piscina, no dejó de intentarlo y también provocó que el Barça tuviera malos porcentajes de tiro, lo que transmitía una sensación extraña: no se sabía si los cinco puntos de diferencia en el descanso eran buenos o malos, si había que pensar que en cuanto aumentara el acierto los locales podían hacerse con el mando o si se había perdido la oportunidad de distanciarse de un rival que no estaba acertado. La incertidumbre duró unos minutos más, casi hasta el final del tercer periodo. Los de Sito Alonso desperdiciaron tres opciones para ponerse por delante, lo que habría supuesto una vitamina anímica después de todo lo sufrido hasta entonces, pero tres canastas de los culés precedidas de rebote ofensivo pusieron freno al conato de reacción.
el tirón, sin navarro Mientras, el Barcelona seguía en manos de Juan Carlos Navarro, que apenas había tenido un rato de brillo al final del segundo cuarto. Parece que La Bomba aún condiciona el juego de su equipo, que se resiste a sacarle del foco principal, y cuando se sentó en el banquillo para no salir más sus compañeros se liberaron y entre Arroyo, que dejó de mirar al banquillo, Abrines y Tomic, que ayer sí demostró por qué cobra lo que cobra y se impuso en defensa y en ataque, rompieron el partido ante la resignación del público. Y es que libra por libra el Barcelona es muy superior, por más que en ocasiones el pez chico pueda comerse al grande.
Así, el Bilbao Basket no pudo sumar su segunda racha de tres triunfos seguidos de la temporada ni poner una buena guinda al día en el que Álex Mumbrú se colocó como el jugador que más partidos ha disputado en la Liga ACB con la camiseta negra al superar los 245 que disputó Marko Banic. En su partido 246 como hombre de negro, el capitán se colocó también en solitario en la cuarta plaza de triplistas históricos de la competición y a apenas cuatro minutos de entrar en el Top 10 de minutos jugados.
junta extraordinaria En los prolegómenos del partido, se supo que el consejo de administración del Bilbao Basket SAD ha convocado una junta extraordinaria de accionistas para el próximo 30 de mayo en primera convocatoria. Entre los asuntos a tratar en el orden del día están el informe del consejo sobre el estado económico de la sociedad y las medidas a adoptar ante la situación económica y patrimonial de la misma. No hay razones para la alarma, pero sí para la precaución dado que algunos objetivos económicos están tardando en materializarse y de ello quiere dar cuenta el consejo.