El baloncesto desde la barrera
Rafa pueyo, exentrenador del Bilbao Basket, se recicla como profesor y como impulsor en Bizkaia del proyecto improvebasketball
bilbao - Durante esta temporada han pasado por Miribilla Txus Vidorreta y Fotis Katsikaris, los entrenadores que cubrieron las nueve primeras temporadas del Bilbao Basket en la ACB y que se llevaron el reconocimiento de la grada. Algo que el Bilbao Arena tiene pendiente con Rafa Pueyo, el técnico de la décima campaña que pudo ser la última del club. Después de ser el ayudante de los dos anteriores, el técnico bilbaino estuvo en el peor sitio en el peor momento, llevó al equipo en unas circunstancias muy complicadas e hizo un último servicio al Bilbao Basket sin que su salida posterior pareciera del todo justa o bien explicada.
Desde entonces, Pueyo ve el baloncesto, al menos el de élite, desde la barrera. No ha vuelto a la ACB, de hecho no ha vuelto a entrenar a ningún equipo profesional, pero toda esa experiencia queda ahí por si algún día surge la misma oportunidad que tuvieron sus jefes. “Nunca hay que descartarlo porque es mi profesión. Me gustaría volver a un banquillo de elite, pero sé que es muy difícil”, explica una persona que estuvo trece años en el Bilbao Basket y cree que si volviera algún día como entrenador a Miribilla “la gente me recibiría muy bien. No creo que me hagan responsable de aquella temporada y me siento querido por la afición. De hecho, también volvió Pere Romero con el Manresa y la gente le recibió muy bien”.
En todo caso, Rafa Pueyo es consciente de que “igual no se da” esa posibilidad porque admite que ya no piensa en el baloncesto “las 24 horas al día”, como ocurre en los banquillos profesionales. “He tenido alguna posibilidad de volver como ayudante, pero la he rechazado porque ya ha estado muchos años en la ACB y no voy a volver a cualquier manera. Debe ser algo que me ilusione, que me motive porque ahora estoy en otros proyectos”, añade.
Uno de esos proyectos es comenzar a dar clases de baloncesto del grado de Ciencias de la Educación Física en la Universidad Europea del Atlántico de Santander, con buenas expectativas de futuro que hacen que el baloncesto profesional, que pasa por una época delicada, no sea ahora mismo una prioridad. Como entrenador, algo que nunca se deja de ser, Rafa Pueyo ha reconducido sus inquietudes hacia otras vías. Por un lado, es el responsable de la selección de Bizkaia cadete masculina, con la que logró hace un par de meses el último título de Euskadi, y por otro, lidera en Bilbao el proyecto Improvebasketball con el que todos los domingos por la mañana hasta el 19 de junio ofrecerá en el colegio La Salle de Bilbao hora y media de entrenamiento personalizado, específico y enfocado a la mejora individual técnica y táctica y a su aplicación al juego colectivo.
Esta iniciativa surgió en Catalunya hace un año con la implicación de técnicos vinculados durante muchos años al Barcelona y al Joventut y con experiencia en la ACB como Joan Tallada, Joan Montes, Josep María Berrocal o Álex García, se extendió hacia Oviedo de la mano de Juan Llaneza, exentrenador del Girona y también del Cajabilbao, que fue el que contactó con Rafa Pueyo. El técnico bilbaino no dudó en aceptar la propuesta ya que “el baloncesto es mi pasión y me pareció motivante e ilusionante. Te obliga a reciclarte y a progresar ya que lo que trabajamos aquí no se hace en la élite ni la técnica individual se trabaja como se trabajaba cuando yo empecé a entrenar hace veinte años”.
El trabajo de Improvebasketball en Bilbao, que completan como cuadro técnico Josu Ezquerra, Erik Badiola y Luis Polo, empezó con un grupo que no pasaba de 20 y con el transcurso de las semanas se ha doblado la cifra de inscritos. “Creo que en Bilbao era necesario dar un extra a los niños y niñas que por falta de instalaciones, de entrenadores o de tiempo no tienen en sus clubes las horas necesarias para progresar”, explica Rafa Pueyo. De momento, “el boca a boca funciona y los niños y los padres están contentos” con una actividad “abierta a todos los niños y niñas que quieran disfrutar del baloncesto independientemente de su edad y de su nivel”. “Pero sí pretendemos que los grupos de trabajo sean homogéneos para que la progresión sea lógica”, matiza.
algo diferente Este tipo de entrenamientos a la carta cada vez son más habituales y podría parecer, incluso, que la oferta es excesiva o saturar de baloncesto a los chicos y chicas. Sin embargo, Pueyo aclara que Improvebasketball no pretende “invadir el terreno de los clubes. No queremos captar jugadores ni competir con las tecnificaciones de la Federación, que quizás están más orientadas a jugadores con proyección o con vistas a la selección. Esto está abierto a quien quiera disfrutar de una sesión de entrenamiento diferente. En muchos clubes y colegios no hay tiempo más que para trabajar un par de días a la semana y eso no es suficiente. Esta hora y media que nosotros ofrecemos puede ayudar a que los chavales puedan ser sus propios entrenadores ya que pueden usar cosas que aquí practicamos cuando estén solos con un balón”. En definitiva, se busca un triple objetivo: “Que los jugadores refuercen lo que ya saben al hacerlo mejor y más rápido, que aprendan cosas nuevas y que sepan asentar esa mejora trabajando por su cuenta”.
En un territorio como Bizkaia en el que el baloncesto, tanto masculino como femenino, vive un momento álgido existe un interés creciente por ofrecer una formación de calidad y, en el caso de los padres, porque sus hijos e hijas la reciban. A lo lejos, aparece la posibilidad de llegar a la élite. “Todos los niños tienen ilusión de jugar al máximo nivel, pero es muy difícil. Cuando más se les ayude más posibilidades tendrán”, comenta Rafa Pueyo, que en su condición de seleccionador cadete masculino está siguiendo la evolución de muchos chicos que sueñan con jugar algún día en el Bilbao Basket. Sin profundizar “porque no estoy dentro”, el exentrenador de los hombres de negro entiende que cualquier proyecto de cantera que se quiera lanzar “debe ser liderado por el Bilbao Basket y por la Federación. Pero si queremos que los chavales no acaben en otros clubes, como está ocurriendo ahora, el Bilbao Basket tiene que estar ahí porque es lo que llama la atención a los chavales. Pero si no se ha puesto en marcha aún, supongo que es porque no es fácil”.