NO pienses, solo tira”. A Kostas Vasileiadis le han preguntado en infinidad de ocasiones sobre una cualidad que solo está en manos de algunos elegidos: la capacidad de decidir partidos en los segundos finales, de mantenerse frío y firme en los momentos más calientes y espídicos en los que muchos otros se diluyen como un azucarillo. El griego no es de los que se recrea demasiado en la respuesta. “Es mi trabajo; en los últimos segundos solo tengo que tirar, nada más”, ha dicho en más de una ocasión. A lo largo de su carrera deportiva, el francotirador de Salónica ha dado sobradas muestras de ese preciado don, que puede manifestarse en cualquier momento sin importar momentos de forma, escenarios o trascendencia de los encuentros. Sin previo aviso. El Bilbao Basket deberá atarle bien en corto si su duelo de hoy ante Unicaja llega igualado a los compases finales. Le conoce sobradamente bien y sabe muy bien de lo que es capaz, pues durante tres campañas, entre 2010 y 2013, disfrutó en sus filas de sus explosiones estelares, de esos momentos Kostas. Y no fueron precisamente pocos.
Siete triples al Baskonia
Fue su primer gran partido como hombre de negro. En un choque en el que los suyos llegaron a perder por quince puntos, el griego metió siete triples, uno de ellos desde su campo sobre la bocina del tercer acto, para hacer posible que el Bilbao Basket llegara al tramo final con opciones de pasar a semifinales. De hecho, un triple suyo, que hubiese dado a los de Katsikaris cuatro puntos de renta en los compases finales, fue anulado por los árbitros al considerar que había pisado la raya de banda y el triunfo acabó siendo para los gasteiztarras.
La conquista del Palau
Su Loco Brother, Aaron Jackson, con ocho puntos en los noventa segundos finales de un duelo que parecía ya perdido, envió el partido a la prórroga, en la que Vasileiadis, con un triple y dos tiros libres fundamentales, sentenció la primera victoria del Bilbao Basket en el Palau ante el Barcelona.
Tiros libres históricos
El buen pulso del heleno desde la línea de tiros libres en los compases finales de los partidos fue providencial en la añorada singladura por las eliminatorias por el título del curso 2010-11 que desembocó en la histórica final ante el Barcelona. En el segundo choque de cuartos ante el Valencia Basket, con un ajustadísimo 75-74 en el marcador, metió cuatro lanzamientos desde la línea de personal sin fallo en los 28 segundos finales para sellar el billete para semifinales. En la antesala de la final, en el segundo duelo disputado en Madrid ante los blancos, igualado a más no poder en el tramo final pese a que los visitantes llegaron a gozar de una renta de hasta 19 puntos, viajó hasta en seis ocasiones a la línea de tiros libres en los últimos 47 segundos. Metió todos. Y el Bilbao Basket dio un pase de gigante hacia la final.
El tapón de la victoria
Decidió el derbi disputado en Illunbe ante el Gipuzkoa Basket (76-77) con cuatro tiros libres sin fallo... y un tapón sobre Sergi Vidal a cuatro segundos del bocinazo final, una acción defensiva que no ha sido nunca precisamente una especialidad dentro de su repertorio. Mes y medio antes, en Fuenlabrada, un rebote ofensivo y otros cuatro tiros libres suyos sin error en los trece segundos finales dieron el triunfo al Bilbao Basket (69-71).
Picardía ante Buducnost
Miribilla. El Bilbao Basket caía por sorpresa (68-71) ante el Buducnost en su estreno en la Eurocup. Vasileiadis viajó a la línea de tiros libres a tres segundos del final, metió el primero, tiró a fallar el segundo y el balón, tras ser tocado por Axel Hervelle, regresó a sus manos. Canasta de dos puntos, prórroga y victoria bilbaina sellada con otros dos triples del alero heleno en el tiempo extra, que un par de semanas antes ya había logrado el tiro de tres puntos de la victoria (86-85) ante el Estudiantes a diez segundos de la conclusión del duelo.
11 puntos en 3 minutos
Fuenlabrada se le dio especialmente bien en su periplo como hombre de negro. En la visita dentro de su última temporada como jugador del Bilbao Basket, metió once de sus 28 puntos en los últimos tres minutos del partido para asegurar una victoria por 83-86.
Un triple para nada...
Ante el Valencia Basket, en La Fonteta, el francotirador griego envió el partido a la prórroga al meter dentro del minuto final la friolera de once puntos, con tres triples incluidos, el último de ellos a un segundo de la bocina. Sin embargo, el Bilbao Basket no fue capaz de llevarse la victoria en el tiempo extra.
... y el que valió una final
Otra vez en Valencia. El Bilbao Basket estaba al borde de la eliminación en la segunda competición continental. Vasileiadis llegaba al partido después de haber fallado dos días atrás el triple de la victoria en la cancha del Barcelona y los astros del baloncesto le volvieron a colocar en la tesitura del todo o nada. En esta ocasión no falló. A 2,1 segundos del final del partido y con escasas décimas en el reloj de posesión, el griego activó su muñeca y encestó el triple que permitió a los hombres de negro dar continuidad a una singladura continental que acabó en la histórica final de Charleroi.