EL Gernika Bizkaia se mide hoy al Zamora (19.00 horas, Teledeporte). Un partido más en el sueño de las gernikarras para seguir mirando hacia arriba, pero no para Izaskun García (Muxika, 1992), para ella será más especial todavía, un encuentro lleno de recuerdos. El conjunto zamorano siempre estará ligado a la vida deportiva de la vizcaina ya que ante ese equipo se produjo su debut en la Liga Femenina. Fue el 1 de marzo de 2014 y lo hizo en las filas del Bizkaia GDKO, al ser una de las jugadoras convenidas, junto a Yaiza Lázaro, que podía jugar con ambos equipos por estar dentro del Proyecto Baloncesto Femenino de Élite de Bizkaia. Desde entonces, mucho han cambiado las cosas para Izaskun. Varios partidos más para con las galdakoztarras, el ascenso con el Gernika Bizkaia y, este año, disputa una buena cantidad de minutos en la máxima categoría estatal con el equipo de su casa.
El debut de la muxikarra con el Bizkaia GDKO fue en un choque a vida o muerte. Las galdakoztarras se jugaban la permanencia ante el Zamora y, con el partido en el alambre, Estitxu Ibarretxe llamó a Izaskun. Nervios y, sobre todo, alegría. “Fui al banquillo pensando que no iba a jugar. No me lo esperaba. Fue algo muy bonito, ganamos de tres y me hizo ilusión que confiaran en mí no siendo de casa y estando el partido tan igualado”, comenta García. Solo fueron 2:49 minutos, pero poco a poco su importancia fue creciendo y llegó a disputar otros cuatro encuentros más. Lamentablemente, los resultados deportivos no acompañaron y las galdakoztarras perdieron la categoría, sin embargo, la base vizcaina nunca abandonará esta etapa de su carrera: “Siempre recordaré mi experiencia en Ibaizabal. El nivel era altísimo, todo el mundo me trató muy bien y todavía guardó una buena relación con gente de allí”.
Pero durante estos meses no todo fue positivo para Izaskun. Una lesión en el tobillo ensombreció un poco un final de temporada lleno de grandes experiencias. “No encontré el sitio ni en Gernika ni en Ibaizabal porque tenía una lesión que nadie sabía qué era y hasta que no pasaron cuatro meses no me encontraron el hueso roto. Fue mi debut en la Liga Femenina y ascendimos con Gernika. Una pasada. Aun así, me hubiese gustado vivirlo estando al cien por cien”, explica la jugadora de Muxika, que supo sacarle la parte buena a esos malos momentos: “Me sirvió para darme cuenta de que, no estando en mi mejor forma, podía jugar en la Liga Femenina y eso me motivó para prepararme bien para este año”.
El redebut, en casa “Toda la vida me quedará la cosa de que mi primer partido en la Liga Femenina fue con Ibaizabal”, afirma García. Sin embargo, este año la muxikarra está viviendo un sueño hecho realidad, jugar con el equipo de toda la vida en la máxima categoría estatal y además teniendo un papel importante en la rotación de Mario López. “Siempre quieres jugar en casa lo más alto posible y lo que estamos viviendo este año está siendo espectacular, hasta en el supermercado nos paran y nos preguntan. Jugar en Ibaizabal fue muy bonito, pero ver Maloste lleno de gente que nos conoce desde pequeñas es especial”, relata.
Además del apoyo popular, los resultados también están acompañando a las gernikarras y, a mitad de la Liga, solamente están a dos triunfos del objetivo marcado al principio de temporada. “Todos hablan de las diez victorias, pero nosotras queremos ganar lo máximo que se pueda”, afirma. Para ello, varias jugadoras, entre ellas Izaskun, deberán dar un pequeño paso adelante y superar esos “altibajos” de la primera vuelta. “Tenemos claro que estos tres meses van a ser duros, pero estamos preparadas para ello. En mi caso, quiero ser más constante para poder ayudar al equipo y ganarme los minutos”, concluye. El primer sitio para demostrarlo: Zamora.