Bilbao - La vida de un deportista profesional está mezclada de momentos llenos de felicidad con duros golpes que les hace sacar lo mejor de ellos mismos para salir adelante. A sus 22 años, Laura Gil (Murcia, 1992) ha vivido grandes tardes de gloria, con un palmarés impresionante, pero también días malos. Aun así, esta murciana no es de las que se vienen abajo: “Siempre hay que sacar lo positivo de las cosas”. Así, con esa filosofía, la actual jugadora del Cadí La Seu se ha convertido en una de las pívots referencia de la Liga Femenina y hace un mes, fue una de las doce integrantes de la selección española que se alzó con el subcampeonato Mundial en Turquía, su undécima medalla.
Uno de los mayores mazazos para la murciana llegó el 25 de enero de 2014. En un encuentro ante el Mann Filter, Gil, en las filas del Rivas Ecópolis, recibió un golpe y a los dos días, los peores presagios se cumplieron: rotura del ligamento anterior cruzado en su rodilla derecha. “No es algo que se lo recomiende a nadie, fue muy duro”, afirma Laura. Sin embargo, la actual jugadora del Cadí aprovechó la ocasión para seguir progresando y madurar como deportista y persona. “La lesión me ha ayudado a seguir creciendo, conocerme mejor y a saber dónde están mis límites”, añade.
Una dura lesión, que además llegó en uno de los peores momentos posibles, con su equipo jugándose el título liguero y a pocos meses de la concentración de España. La cuenta atrás comenzó. “Más que presión por llegar a recuperarme, fue una motivación que me ayudó volver y así estar en la selección. Estaba en mi mente estar disponible para empezar bien la temporada y también estar como mínimo en la concentración. Me fui encontrado bien, estuve muy a gusto y la rodilla no se quejó nada”, explica Laura. La murciana tuvo que trabajar mucho durante su rehabilitación. Horas de gimnasio con solo un objetivo en mente, estar lista cuanto antes. Una ardua labor que trajo su recompensa: “Fue un premio poder estar en la selección después de estar desde que me lesioné currando a tope”.
Plata en el Mundial Una vez dentro del grupo de las elegidas por Lucas Mondelo. Laura y sus compañeras realizaron un Mundial para enmarcar llegando hasta la final, en la que cayeron ante la todopoderosa selección estadounidense. “Jugábamos bastante bien, íbamos ganando los partidos y al final casi ni nos dábamos cuenta de qué estábamos jugando un Mundial, con y contra grandísimas jugadoras. Quedamos segundas, pero no éramos del todo conscientes y hasta que pasaron unas semanas, no ha sido cuando hemos dicho: somos subcampeonas del mundo”, comenta Gil, que fue uno de los recambios de Sancho Lyttle.
La plata lograda por España tuvo una repercusión mediática nunca vista dentro del baloncesto femenino estatal. “Cuando aterrizamos había un montón de medios, periódicos, revistas... daba gusto. Es una pena tener que llegar hasta ahí para que se nos haga caso, pero es un primer paso, empezamos por algo”, declara la murciana. Aun así, el efecto del subcampeonato se está diluyendo y las jugadoras ven como todo vuelve a ser cómo era antes del Mundial: “Ese boom ha bajado bastante y sí que se esperaba un poco más de repercusión porque al final no hay un seguimiento muy fuerte de la Liga Femenina, pero poquito a poco a ver si se va consiguiendo”.
La consecución de la plata no es algo extraño para Laura, no en vano es la jugadora de baloncesto estatal con más medallas de la historia. “Estoy muy contenta por tener once medallas, que parece que es fácil pero al final hay mucho trabajo detrás. Pero esto no es solo mío, es de todo el equipo”, explica Gil. Un gran palmarés con la selección, al que hay que añadir dos Ligas, una Supercopa y una Euroliga. Aun así, la murciana todavía tiene una pequeña espina, su objetivo más deseado: “La Copa”.
Rival del Gernika Con todo, Gil será una de las principales amenazas de su equipo en el partido de mañana ante el Gernika Bizkaia, que se disputa a las 19.45 horas en La Seu d’Urgell. El encuentro se volverá a retransmitir por FEB TV, una plataforma que ha visto como el club vizcaino es el más seguido por la afición, con una media de 7.469 espectadores por partido, una cifra a la que hay que sumarle los 37.800 que vieron el encuentro retransmitido por Teledeporte entre el Gernika y el Spar Citylift Girona.
El conjunto ilerdense está empatado en la clasificación con las gernikarras y llega en gran forma después de haber vencido en sus últimos cinco compromisos. “Hasta que nos hemos conocido nos ha costado, pero ahora estamos en buen momento. Hemos ido creciendo semana a semana y nuestra complicidad se nota en la cancha”, explica Laura, que reconoce que le ha sorprendido el inicio de las pupilas de Mario López: “En esta liga, todos los equipos pueden ganar a todos. Un recién ascendido, tras haber empezado así, se merece que tenga todo el mundo la vista puesta en él. Pero, yo soy jugadora de La Seu y nosotras saldremos a por todas”.