bilbao. Hincó la rodilla el Bilbao Basket en un escenario majestuoso como el Pionir, enérgico y ruidoso como muy pocos, totalmente abrumado por la superioridad de punta a punta del brillante Estrella Roja, empequeñecido en el juego interior y en funciones reboteadoras por las torres serbias y aniquilado desde la larga distancia por un rival filoso, ordenado y con mecanismos fluidos y excelentemente ejecutados. Resistieron como pudieron los hombres de negro hasta el ecuador de la cita, encajando demasiados puntos -50 al descanso- pero oponiendo a la sangría acierto desde la línea de 6,75, pero su empuje saltó por los aires en el tercer cuarto hasta acabar cosechando una derrota sonora (105-87), contundente, ante un enemigo que no levantó el pie del acelerador hasta el bocinazo final. Ya se sabe que los averages pueden ser importantes a la hora de acceder a la siguiente ronda y los de Dejan Radonjic olisquearon la sangre en la yugular vizcaina y se lanzaron a por ella sin miramientos. Sin hacer prisioneros. Los anfitriones fueron demasiado rival para los de Rafa Pueyo. Hicieron trizas cualquier propuesta defensiva planteada por el banquillo bilbaino tanto en la pintura -con el gigantesco Marjanovic y el efectivo Katic- como en el perímetro -45% de efectividad en el triple-, su superioridad en el rebote fue sonrojante -38 contra 22 en el global, con 12 capturas ofensivas serbias por 11 defensivas de los vizcainos- y siempre se mostraron dominadores, manejando el partido a su antojo.

Conocedores de su inferioridad en el reparto de golpes en las cercanías del aro, los visitantes fiaron su suerte al lanzamiento de larga distancia. Les sirvió para aferrarse al partido, aunque fuera haciendo la goma, en los dos cuartos iniciales (50-46), pero un mal regreso al encuentro a la vuelta de vestuarios puso en órbita a un conjunto serbio que ya no miró hacia atrás cuando alcanzó velocidad de crucero. Un parcial adverso de 11-2 en los dos minutos y medio que inauguraron el tercer cuarto desconectó del choque a los visitantes, que siguieron remando aunque fueran ya víctimas del oleaje y su embarcación navegara a la deriva, sin un salvavidas que les permitiera regresar a flote.

El Estrella Roja, caído desde la Euroliga y ahora con galones para optar a todo en la Eurocup, hizo gala de un armamento demasiado pesado para una retaguardia bilbaina con demasiadas vías de agua, con enormes dificultades a la hora de plantear recursos globales para neutralizar tanta capacidad anotadora. No tuvo problemas el Bilbao Basket para mover sus guarismos -87 puntos fuera de casa, con cuatro jugadores anotando en dobles dígitos, es un registro más que notable-, pero se vio obligado a viajar en todo momento por debajo en el marcador víctima del monstruoso caudal anotador de los anfitriones. Esta dinámica fue inalterable desde el salto inicial, con los de Radonjic fabricando un 10-4 prácticamente en un abrir y cerrar de ojos. Se engancharon los hombres de negro al duelo gracias a sus misiles lejanos a pesar de que Gabriel no tuvo su mejor noche -solo dos aciertos de diez intentos- y el 28-24 al término del primer cuarto dejó todo abierto ante un rival que en los diez primeros minutos solo falló un lanzamiento de dos puntos. Con el choque convertido prácticamente en un concurso de triples -Jenkins por un lado, Markota y Pilepic por el otro-, el Estrella Roja amenazó con romper el partido con un 46-38 y el gigantón Marjanovic masacrando el aro bilbaino con un mate tras otro, pero la energía de Bertans y un buen relevo de Samb hicieron posible que el choque llegara a su ecuador aún por decidir (50-46).

Vías de agua Pero las costuras de los de Pueyo saltaron por los aires al regreso de vestuarios. Un parcial de 11-2 en dos minutos y medio, con los visitantes romos en ataque y endebles en defensa, permitiendo demasiados triples laterales sin oposición, puso en órbita al Estrella Roja (61-48). Se revolvió el Bilbao Basket como buenamente pudo de la mano de Raúl López y Bertans para colocarse a ocho puntos, pero un par de malos ataques no le permitieron pasar de ahí, al tiempo que dieron paso a una serie de errores de los que se pagan carísimos. Rebotes ofensivos que se escapaban dando al rival segundas y terceras oportunidades, faltas demasiado blandas que acabaron en situaciones de dos más uno... Los de Radonjic encontraron alfombra roja para desarrollar todo su potencial y se pusieron manos a la obra. Con Jenkins anotando desde el perímetro y con Katic convirtiendo en canasta cualquier balón que se colaba en la zona, el 83-67 al término del tercer cuarto dejaba poco margen para la reacción y solo quedaba ya luchar por un resultado lo más ajustado posible, pero tampoco pudo el Bilbao Basket cumplir con ese objetivo. Los locales no aflojaron en ningún momento, haciendo trizas la defensa zonal de los de Pueyo con un Simonovic especialmente atinado, y al conjunto vizcaino cada vez se le hizo más de noche a la hora de buscar el aro hasta acabar absolutamente abrumado, hincando la rodilla, en su visita al escenario legendario del Pionir.

1retaguardia La defensa del Bilbao Basket tuvo enormes problemas para frenar el caudal anotador del Estrella Roja y acabó encajando 105 puntos. Marjanovic y Katic hicieron mucho daño en la pintura y los exteriores serbios encontraron demasiadas facilidades desde la línea de 6,75.

2rebotes La superioridad de los de Radonjic en la batalla por los rebotes fue plausible. Capturaron 16 más que el Bilbao Basket (38 por 22) y sus rechaces en canasta ajena (12) superaron los enganchados por los visitantes en la propia (11).

3marjanovic Su envergadura fue una auténtica pesadilla para los interiores de los 'hombres de negro'. Terminó con 14 puntos y 12 rebotes.