El dilema de Burgos
La ciudad castellana se esfuerza por culminar el ascenso de su club a la ACB
BILBAO
EL Club Baloncesto Atapuerca de Burgos pide paso a la ACB, pero lo tendrá complicado. El equipo burgalés ha hecho historia al lograr el ascenso a la máxima categoría por primera vez con un grupo de jugadores con mucha experiencia y con un entrenador, Andreu Casadevall, que ya llevó a la ACB a dos clubes modestos como el Lliria y el Lucentum Alicante. En esa plantilla está, por ejemplo, el ala-pívot Jorge García, que logró su quinto ascenso, uno de ellos con el Bilbao Basket en 2004.
Ahora a los directivos burgaleses les espera la tarea más ardua: lograr el dinero necesario y los requisitos mínimos para llevar el mejor baloncesto de Europa a una ciudad que nunca ha disfrutado de él. Al margen de un pabellón para 5.000 espectadores del que carece, el club de la ciudad del Cid necesita unos 6 millones para ingresar en la élite y no está claro que los pueda reunir, por más que Burgos esté volcada con su único equipo en el deporte de alto nivel.
Como todos las temporadas por estas fechas, comienza el baile de aspirantes a llenar los huecos que queden vacíos en la Liga Endesa. Hace un año, ni el Valladolid ni el Estudiantes bajaron por el descenso administrativo del Lucentum Alicante y la renuncia al ascenso del Menorca que dejaron dos plazas libres. Ahora, a tres jornadas del final, el Bruixa d'Or Manresa ya está descendido y al Lagun Aro GBC le queda solo un hilillo de vida. La pelea de ambos está por evitar el último puesto, por lo que pudiera ocurrir. El proyecto de Valladolid está malherido por sus problemas económicos y en este contexto no faltan las voces que abogan por una reducción de equipos. Sin embargo, no sería entendible que la ACB renunciara a la importante cantidad de dinero que supone un ascenso, más desde luego de lo que ingresa por otros conceptos, ni a la ilusión que siempre supone un mercado nuevo.
El Burgos podría hacer lo que el CB Canarias el pasado verano: renunciar de inicio y esperar a que la ACB se haga con una plaza y pueda comprarla más barata. También se comenta que puede iniciar tratos con el León para adquirir sus derechos de participación en la ACB para así ahorrarse el canon de ingreso, o bien esperar a lo que suceda con el Valladolid para proceder de manera parecida. Parece que hay un interés por parte del baloncesto de Castilla-León, uno de los más potentes del Estado, por mantener un equipo en la principal Liga de baloncesto, lo que podría tocar la fibra de los políticos. De hecho, esa comunidad cuenta con cuatro equipos de cuatro provincias distintas en la Liga Femenina.
Es la hora de las cuentas, de las llamadas telefónicas y de las reuniones de despacho. Después de varios intentos frustrados, Burgos reclama su lugar en la élite con un proyecto al que merece la pena tener en cuenta. Pero, claro, una plaza en la ACB no es un regalo, sino un privilegio que muchos no quieren perder.