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EL patio del colegio Jesuitas puede presumir otra vez de que uno de sus jugadores ha adquirido rango de internacional. Del mismo sitio del que surgieron hace ya unas décadas Juanma Iturriaga o Juanan Morales, ha salido ahora Borja Mendia, alero que esta temporada va a jugar en el equipo de Autonómica de Loiola Indautxu y que ha sido seleccionado por la Federación Española para participar en la segunda edición del Mundial U18 de 3x3 que se celebrará el próximo fin de semana en Alcobendas.

El baloncesto vizcaino tiene motivos para estar orgulloso ya que, por desgracia, no abundan los jugadores internacionales en ninguna categoría. El barakaldés Endika Bahillo, que jugó el Europeo U16 en 2007 cuando militaba en el Real Madrid, fue el último en alcanzar ese privilegiado estatus. La modalidad 3x3 tiene carácter oficial y la convocatoria de Mendia supone, por tanto, un toque de atención y un premio para un trabajo pocas veces apreciado.

Junto a Borja Mendia, estarán en el Mundial los guipuzcoanos Dario Brizuela (Estudiantes) y Aitor Zubizarreta (Iraurgi Azpeitia) y el mallorquín David Iriarte (Joventut). Para todos ha sido una sorpresa ser seleccionados, pero casi más para el bilbaino, que figuraba en la lista de 23 jugadores que la FEB, bajo la responsabilidad de Manuel Aller, manejó para el Europeo U18. El joven bilbaino, estudiante en el Colegio Alemán, no fue escogido entonces, pero sí ahora. "Cuando me lo dijeron hace dos semanas estaba en Alemania y no me lo creía. Va a ser una gran experiencia", dice.

"Más allá de las pachangas que se juegan en el parque en verano", la experiencia de Mendia en el cada vez más popular formato de 3x3 es escasa, pero el conocimiento de sus compañeros puede ayudar a acoplarse rápido. "A Darío le conozco de la selección de Euskadi y a Zubi me he enfrentado mil veces", asegura sobre los otros dos vascos de un cuarteto al que le sobra ilusión.

El próximo viernes, con apenas una hora de entrenamiento y mucho desconocimiento de sus rivales, Mendia y sus compañeros afrontarán un campeonato en el que habrá otras 31 selecciones de países con gran tradición de baloncesto, pero también equipos procedentes de Suiza, Rumanía, Belice, Kazajistán, Singapur o Siria. Valga el dato de que el campeón en 2011 fue Nueva Zelanda para darse cuenta de que la modalidad de 3x3, que la FIBA quiere impulsar hasta el programa olímpico, se rige por parámetros distintos al baloncesto convencional.

El sistema de competición divide a los equipos en cuatro grupos y a la selección española le tocará medirse el primer día a Brasil, Alemania, Estados Unidos y Hungría y el segundo, a Italia, Israel y Turquía en busca de las plazas que conducen a cuartos de final. "Esto es una cosa seria. Intentaremos dar el máximo y, sobre todo, divertirnos que es por lo que nos dedicamos a esto, independientemente del resultado. Hay que habituarse a espacios más grandes, a otro ritmo. Pero los cuatro tenemos talento y capacidad para jugar al baloncesto y espero que juntando todo podamos hacer un buen papel", reflexiona el joven bilbaino, que solo lamenta que el torneo, después de estrenarse en la ciudad italiana de Rimini, no haya sido un poco más lejos. "Una vez que te llaman, te da igual donde sea. Pero si lo piensas habría estado bien salir al extranjero, por ejemplo a Shangai donde ya ha hecho alguna vez", bromea.

una recompensa Borja Mendia se toma este Mundial como "una recompensa" al buen trabajo suyo y de su equipo la pasada temporada. El Loiola Indautxu junior se proclamó campeón de Euskadi y acabó décimo en el Campeonato de España de la categoría después de 30 años sin que ningún equipo del club alcanzara ese nivel. "Allí juegas contra los mejores de tu edad, contra gente que ha debutado en la ACB y muchos ojeadores están pendientes de tí", comenta.

El joven bilbaino ha progresado en los últimos años y agradece el trabajo de sus entrenadores ya que "he tenido pocos y todos me han ayudado. Pero con Txutxo Sanz los dos últimos años he mejorado mucho a nivel individual. He dado un paso adelante en calidad, capacidad de sacrificio y físico". Miembro de una generación, la de 1994, que ha tenido muchos éxitos en categorias inferiores, a Borja Mendia le llega un año crítico, sobre todo fuera del ámbito de los clubes de la ACB. Pasa a categoría senior y puede que se le pierda la pista, que su nombre caiga en el olvido al salir de los campeonatos de clubes. Para que eso no ocurra, "tengo que seguir trabajando duro por si llega otra oportunidad. De momento, para mí es un orgullo poder representar fuera de Euskadi al Loiola Indautxu, el club que me ha enseñado todo el baloncesto que sé".