De repente, los triples

Bilbao

Fue una súbita aparición, un acontecimiento inesperado que nada tuvo que ver con lo que había pasado antes. El Gescrap Bizkaia había llegado al final del tercer cuarto con seis puntos de ventaja después de muchas idas y venidas, de acciones brillantes en el plano defensivo y de algunas ridículas en ataque. Los hombres de negro, lo mismo que el Unicaja, vivían ajenos al acierto en el tiro exterior, con pésimos porcentajes desde el triple. Pero ocurrió que Raúl López y Álex Mumbrú se asociaron en un par de jugadas sencillas, aparentemente inocuas, y anotaron dos triples consecutivos -hasta entonces 2 de 16- que rompieron un partido que había requerido mucho pico y pala porque los malagueños se agarraron a él con uñas y dientes y un brillante Freeland, que para estar cojo no tuvo quien le frenara.

De repente, el Gescrap Bizkaia encontró esos cinco minutos en los que arrasa y con otros dos aciertos del base catalán y de Hervelle clavó la tumba de un Unicaja al que se le hizo de noche y se le vinieron encima sus muchos problemas físicos. Los de Fotis Katsikaris, como en sus mejores momentos, tuvieron la virtud de trabajarse el partido, de fajarse en defensa y de controlar el rebote. Solo su tendencia a bajar la tensión y, ayer, ceder sin necesidad un parcial de 0-9 en un par de minutos después de ponerse 20 arriba (76-56) pueden ponerse en el debe tras unos quince minutos finales de gran nivel en el que el equipo mostró muy pocas fisuras. Incluso el detalle final que tuvo el técnico con Tomas Hampl fue un digno colofón al trabajo colectivo que destacó el propio Katsikaris.

"El equipo tuvo paciencia desde el principio, pero nos costó más de lo esperado encontrar el ritmo defensivo que necesitábamos y recibimos algunas canastas fáciles por mala suerte. Al final, encontramos el acierto en los triples y logramos una diferencia que no es fácil de conseguir en el Top 16. Estoy orgulloso de los jugadores", resumió el heleno.

Esos 15 puntos de renta, coronados por ese triple anotado por Vasileiadis de manera poco ortodoxa, suponen un tesoro. Tal es así, que si el Top 16 acabara ya el Gescrap Bizkaia estaría clasificado para los cuartos de final, pero quedan aún cuatro jornadas por delante y todo apunta a que los dos choques seguidos ante el Real Madrid, con el de la Liga Endesa entre medias, pueden marcar la suerte del grupo. El Montepaschi Siena arrasó ayer a los blancos en el Palacio de la Comunidad y confirman su firme candidatura al primer puesto. "Era imprescindible ganar. Los partidos de casa van a ser decisivos", añadió Katsikaris, que se alegró por el primer triunfo del Gescrap Bizkaia en el Top 16 y porque "parece que ya tenemos la experiencia, que hemos aprendido cómo se tiene que jugar en la Euroliga".