Síguenos en redes sociales:

Once años de espera

El Gescrap Bizkaia cambia el curso de la historia en un derbi redondoSu defensa anuló a San Emeterio y Teletovic

Once años de esperaEFE

bilbao

Hace once años, el Caja Laboral, entonces aún Tau Cerámica, disputaba ante el Kinder Bolonia la final de la primera Euroliga de la historia. Por entonces, el Bilbao Basket se peleaba con el Alcalá por no descender en la primera temporada de su vida y de la LEB-2. El trayecto de los dos clubes desde entonces es bien conocido, transitando en distintos niveles competitivos. Hasta que ayer, once años después, se miraron retadores a los ojos en el mismo escalón y con las mismas armas. Los dos peleaban por lo mismo y ganó el que hasta ayer era el hermano pobre.

El Gescrap Bizkaia se metió en el Top 16 de la Euroliga por primera vez en su historia y el Caja Laboral quedó fuera a las primeras de cambio también por primera vez. No se puede hablar de un cambio de guardia y de época en el baloncesto vasco, porque el club baskonista tiene bien protegido su futuro en la máxima competición, pero los hombres de negro lograron ayer la faena completa: lograron su objetivo, eliminaron al vecino, que siempre da un morbo añadido a la conquista, y finalizaron la primera fase en la cuarta posición. Para los aficionados más sibaritas esto supone que en el Top 16, si el sorteo del próximo miércoles va normal, se podrá ver a otros tres enormes equipos europeos. Además, el club se garantiza tres excelentes entradas más y un buen pico de euros para sus arcas. ¿Quién da más?

Fotis Katsikaris ya advirtió ayer mismo de que "el calendario nos va a exigir un gran esfuerzo en los próximos meses", pero a nadie le amarga un dulce, menos en estas fechas. Con esa sensación se marcharon el equipo y sus seguidores de camino a unas navidades de lo más dichosas. El Gescrap Bizkaia volvió a cargarse todos los convencionalismos en otra jornada histórica de este 2011 que no debería acabar nunca. Cuando peor estaban las cosas, los jugadores de Katsikaris sacaron su mejor baloncesto para meterse en la élite europea a costa del más habitual inquilino de ese selecto club.

Para ello hubo que firmar un partido redondo en el que el guion trazado en las horas previas se siguió de forma escrupulosa. Hubo que aguantar el primer tirón del Caja Laboral para agarrarse a un duelo con la tensión al límite de lo soportable. El Gescrap Bizkaia tenía claro que había que sujetar, incluso tomando riesgos, a Fernando San Emeterio y Mirza Teletovic y los dos pilares ofensivos del Caja Laboral firmaron uno de los peores partidos que se les recuerda: 4 de 23 canastas entre el cántabro y el bosnio.

paciencia y dureza mental En el inicio del segundo cuarto, los bilbainos se hicieron con sus primeras ventajas y ya no volvieron a ir nunca más por detrás. La paciencia fue esta vez una virtud para encontrar buenas posiciones de tiro, incluso cuando la defensa baskonista se mostró más agresiva. El Gescrap Bizkaia llegó a colocarse por encima de los diez puntos un par de veces en el tercer cuarto, pero estaba claro que había que sufrir, sujetar el partido en la cabeza, porque, como recordó Katsikaris, "el Caja Laboral puede coger una racha de uno o dos minutos y matarte".

No se llegó a tanto, pero los gasteiztarras llegaron a tiempo de poder llevarse la victoria. Tuvieron balones para reducir la diferencia a lo mínimo, para empatar incluso, pero la inspiración les abandonó a sus líderes, Prigioni al margen, en el peor momento cuando el Gescrap Bizkaia decidió morir en defensa en compañía de su público. Luego, en cada tiro libre que lanzaron Vasileiadis y Blums viajaron las ilusiones de 10.000 espectadores y once años de historia en la que siempre se vio al Baskonia de abajo hacia arriba. El eterno grande se quedó por el camino y el Gescrap Bizkaia dio otro salto hacia la historia. Ahora toca seguir disfrutando de una competición que quizás se tarde varios años en volver a ver en Bilbao. El Bilbao Arena ha abierto sus puertas a lo más selecto de Europa y no quiere cerrarlas.