Las cuentas empiezan a fallar

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El regreso al Bilbao Arena no sirvió para que el Gescrap Bizkaia aprovechara el impulso que recibió tras el triunfo en el Iradier Arena. Al contrario, el equipo de Fotis Katsikaris dio un paso atrás que complica seriamente sus opciones de meterse en la próxima edición de la Copa, que se está cociendo ya que esta próxima semana se pondrán en venta los abonos reservados a los 18 clubes. Los hombres de negro confiaban en el apoyo de su público para ir tirando, pero desde ayer ya tienen también su primera derrota local en la Liga Endesa.

Después de disputar seis de sus ocho encuentros anteriores fuera de Bilbao, ayer comenzó una serie de cuatro de cinco en Miribilla con la que se pretendía acumular victorias y confianza para manejar la exigencia de las dos competiciones. Pero los planes se torcieron y las cuentas empiezan a fallar porque se ha roto el embrujo del 'efecto Miribilla'. El Gescrap Bizkaia va a necesitar ganar como poco seis de los nueve partidos que le quedan hasta el final de la primera vuelta para estar en el Palau Sant Jordi de Barcelona. En principio, cinco de esos nueve encuentros serán en el Bilbao Arena (Estudiantes, Valencia, Caja Laboral, Lagun Aro y Blusens Monbus), aunque este último choque ante los gallegos está pendiente de un cambio de orden. Además, los bilbainos tendrán que corregir el negativo average que arrastran.

El Gescrap Bizkaia echa de menos ya alguna victoria fuera de casa y muchos de los puntos que cedió ante el Murcia y a los que entonces, pensando en batallas mayores, no se dio importancia. Para ello Katsikaris tendrá que encontrar la manera de que su equipo sea constante y fiable. El Gescrap Bizkaia gusta de hacer fácil lo difícil y viceversa y ayer le ocurrió esto último. En un partido jugado a bajas revoluciones, no logró consolidar tras el descanso sendas ventajas de ocho (51-43) y siete puntos (56-49) y se dejó atrapar con demasiada facilidad.

mal último cuarto El técnico heleno echó la culpa, sobre todo, a los árbitros, pero faltó insistir en aquello que en esos momentos estaba funcionando. Los bilbainos permitieron que el Cajasol les llevara a su terreno y recibieron el castigo de una dura derrota. De nuevo, el Gescrap Bizkaia acumuló 17 pérdidas de balón, 12 de ellas de forma incomprensible en un primer tiempo de ritmo bajísimo. Después, cuando el juego se aceleró, el balón fluyó con más agilidad, pero faltó dar el tiro de gracia al Cajasol.

El nivel defensivo del equipo bilbaino cayó en los diez minutos finales y los sevillanos sacaron demasiados tiros cómodos con altos porcentajes. Txemi Urtasun se erigió en el líder de su equipo y esta vez ni siquiera hubo posibilidad de apelar a la heroica. El Gescrap Bizkaia no supo jugar sus bazas después de un triple de Bogdanovic y una canasta con mucha fortuna de Davis y sigue sin avanzar hacia sus objetivos a la velocidad esperada.