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Aquellos primeros granos de arena

Txutxo Sanz y Xabi Madina, técnico y capitán del Bilbao Basket hace once años, ponen voz al presente

Aquellos primeros granos de arenaFOTO: MD

Bilbao acoge hoy por primera vez un partido de una final de la Liga ACB. Hace aún menos de once años, se jugó en La Casilla ante el Tarragona el primer encuentro de la nueva LEB-2 a la que el recién creado Bilbao Basket concurrió no sin dificultades. El entrenador aquel día era Txutxo Sanz; el capitán, en cargo compartido con Patrik Sáenz de Ugarte, era Xabi Madina. Ambos ayudaron a poner los primeros granos de arena de esta enorme montaña de ilusión y sueños en que se ha convertido el Bizkaia Bilbao Basket.

"No soy mucho de añorar el pasado, pero es inevitable acordarse de aquellos medios precarios del inicio del proyecto y del saber hacer de mucha gente que consiguió ponerlo en marcha. El pasado está bien, hay que reconocerlo, pero esto no para y el ahora es lo que cuenta", reflexiona Sanz, inmovilizado desde antes de comenzar el play-off por culpa de una fractura en la pierna. Al ahora vicepresidente de la Fundación Bilbao Basket, al que vacilan porque su mala suerte ha coincidido con la buena del equipo, le parece "increíble lo que está pasando. No puedo moverme, pero estoy feliz y disfrutando muchísimo".

Madina se declara orgulloso de haber acompañado los primeros pasos del Bilbao Basket, aunque "cada año tiene sus retos y sus circunstancias y lo que han hecho los de ahora tiene muchísimo mérito". Para el exjugador deustuarra, el valor del proyecto es que "los objetivos se han ido cumpliendo". "Muchos hemos participado de este proyecto y lo destacable es que partiendo de la nada se ha llegado a la final en un tiempo relativamente corto", añade.

Lo conseguido ha sido una sorpresa para todo el mundo. "Da un poco de vértigo pensarlo, pero es una realidad", dice Txutxo Sanz, para quien el éxito ha sido consecuencia directa del trabajo. "Era una oportunidad que había que aprovechar y lo hemos hecho, pero no sido magia. Cualquier entrenador sabe lo que puede haber detrás. Ha habido que bajar el culo, presionar, trabajar día a día", enfatiza el primer entrenador del Bilbao Basket que reconoce que "algunas circunstancias han podido favorecer, pero sin un gran trabajo por detrás nada se habría conseguido. Al final, Fotis ha hecho aflorar el gran fondo de armario que teníamos".

Recuerda Xabi Madina que "durante la temporada se habían visto cosas buenas en el equipo, pero también cierta irregularidad". El valor del trabajo realizado radica en que "se ha llegado al play-off a un nivel muy alto. El final de la Liga regular y la primera eliminatoria ante el Valencia dieron al equipo toda la confianza y contra el Madrid los jugadores estuvieron muy intensos y concentrados".

una clara referencia El técnico y el base que pusieron al Bilbao Basket en la rampa de lanzamiento han sufrido las travesías del desierto del baloncesto vizcaino, aquellas épocas en las que lo que está ocurriendo ahora era una quimera. De aquellos escasos 500 espectadores del debut se ha pasado a los casi 9.000 que llenarán hoy el Bilbao Arena. "Lo que no era normal es que Bizkaia estuviera tanto tiempo sin un equipo de referencia y ahora se está consiguiendo recuperar a la afición y generar una buena base económica, institucional y social", comenta Madina. Sanz, por su parte, considera que "una movilización masiva ya se había producido en el BEC en ocasiones especiales". Sin embargo, el club ha dado un paso adelante al conseguir ese respaldo también en Miribilla. "La gente empieza a darse cuenta de que es nuestro sitio, de que se lo pasa bien. Y los jugadores se han dado cuenta de que si lo dan todo, el público va a estar con ellos", remacha.

Y después de haber pasado por periodos oscuros, lo de menos es a qué altura haya quedado el listón. "La próxima temporada jugaremos en Europa. Era el objetivo y mejor hacerlo con los muy buenos que con los buenos. Hay que disfrutar y no pensar más allá", presume Txutxo Sanz, convencido de que este éxito no va ser flor de un día. Xabi Madina confía en que el aficionado de Bilbao vea las cosas con cierta perspectiva histórica y sea consciente de que "otros clubes han invertido mucho tiempo y dinero y no han conseguido dar este paso. Conseguir títulos es muy complicados, pero el Bilbao Basket ha dado un toque de atención a quien no termina de engancharse y ha puesto las bases para aspirar a meter el morro entre los grandes. Eso es lo que se debe exigir".

Pero el Bizkaia Bilbao Basket debe concluir el trabajo de la mejor manera que pueda. Pese al 2-0, la confianza para el tercer partido de esta noche sigue intacta. Txutxo Sanz está convencido de que con la ayuda de la afición "le vamos a meter al Barcelona, la final no está acabada" y Xabi Madina confía también en que el factor cancha se haga notar en el Bilbao Arena. "El Barcelona es el mejor equipo de la Liga de largo. Hay que olvidarse del segundo partido y jugar intensos y alegres. En casa, los porcentajes de tiro van a mejorar, seguro. El Barça no va a jugar igual, pero si no baja su rendimiento no hay nada que hacer", analiza con frialdad el primer base del Bilbao Basket.

Jackson, Fisher, Blums, Vázquez, Warren, Mumbrú, Vasileiadis, Banic, Hervelle, Mavroeidis y Sonseca han sido los que han rubricado una obra que, desde su comienzo, ha involucrado a mucha gente. Sin aquellos primeros pasos que dieron unos cuantos y los que siguieron después, el Bizkaia Bilbao Basket actual no se entendería. Ellos forjaron esa identidad cuando llegar a una final de la Liga ACB era una utopía. Pero, como decía Serrat, las utopías sirven para seguir avanzando. Con unos y con otros.