Donostia

LA ventaja que el Bizkaia Bilbao Basket podía haber sacado del aplazamiento del partido hace casi un mes no fue tal, como temían en el seno del Lagun Aro GBC. Chris Warren estaba entonces lesionado y habría sido baja. Ayer, el alero estadounidense estaba disponible, pero sólo participó en 6 minutos y 54 segundos del segundo cuarto. Le falta ritmo de juego después de haber recibido el alta médica hace apenas tres días y sufrió cuando tuvo que defender a Andy Panko. Un rebote y dos pérdidas de balón figuraron en la menguada estadística que presentó en su reaparición.

En este sentido, su entrada por Robert Conley no dio beneficios. El alero de Georgia no podía jugar ayer ya que no estaba inscrito en su día y bien que se le echó en falta ahora que parece haber cogido la forma física adecuada. Txus Vidorreta tendrá que tomar una decisión de cara al importantísimo partido de Murcia y es posible que Conley vuelva a la convocatoria para aprovechar su mejor condición.

La configuración actual de la plantilla del Bizkaia Bilbao Basket no permite contar con los dos extracomunitarios ya que la duodécima ficha tiene que ser para un jugador sub"23, que suele ser Tomas Hampl. Si se quisiera contar con Conley y Warren el mismo día, habría que dar de baja a alguno de los otros jugadores. Otra cosa será en el compromiso europeo del martes ante el Turk Telekom en Ankara donde podrán estar los dos ya que en la Eurocup no existen los cupos. Ese será el último partido del sustituto Robert Conley ya que su contrato vencerá el miércoles y no será renovado, salvo que de aquí al fin de semana se produzca algún percance no deseado.

La rotación del Bizkaia BB se resintió ayer ya que Conley habría aportado su poderío físico en las situaciones de uno contra uno y habría permitido a Álex Mumbrú tener algún respiro más largo en el banquillo. Pero eso ya no tiene remedio ni es culpa de nada más que la adversidad y cabe apuntar a otro lado para buscar las cuestiones que siguen pendientes de mejora.

agujero en la zona La defensa interior quedó ayer en evidencia con el 10 de 10 en los tiros que firmaron entre Albert Miralles y David Doblas, dos jugadores que no se caracterizan por su exquisitez ofensiva y que desnudaron al peor Jerome Moiso. El francés recuperó su imagen de blandura más exasperante. No porque fallara algunos tiros cercanos, sino porque en defensa no se impuso nunca. Un solo rebote se llevó el francés y ayer no tuvo la excusa de jugar poco: estuvo 24 minutos y 12 segundos en cancha. Con 70-72, se dejó quitar un rebote ofensivo por Doblas tras el cual el cántabro empató. Y de nuevo con ventaja bilbaina (72-74) y menos de dos minutos y medio en el reloj, concedió un 2+1 al fornido pívot del Lagun Aro que devolvió la iniciativa a los de Pablo Laso en un momento crítico del derbi. Después de un partido muy parejo, esos dos grandes detalles tuvieron una gran trascendencia.