Cómo ha cambiado Bilbao en 15 días. Qué diferente está Pozas tras el paso de dos semanas. Ni rastro de la euforia, ni de la muchedumbre, ni del desfase que reinaron en Indautxu la tarde previa al encuentro contra la Real Sociedad. Hoy, a unas horas de que el Athletic juegue su tercera final de la temporada, en la capital vizcaina reinaba la calma y la serenidad.

Cierto es que el gran despliegue de seguridad impuesto por las autoridades ha provocado que en la calle fetiche del seguidor rojiblanco haya más policía que aficionados. De hecho, los furgones de la Ertzaintza recibían en Doctor Areilza a todo aquel que salga del metro y diferentes patrullas de la Policía Municipal hacían la ronda por Pozas para vigilar que se cumplan todas las normas sanitarias.

Bilbao se tiñe de rojiblanco para la final de Copa

Bilbao se tiñe de rojiblanco para la final de Copa

Así, el cierre perimetral que las autoridades han impuesto a la zona de celebración ha disuadido a muchos, que han preferido disfrutar del poteo previo a la final en sus propios barrios o localidades.

Con todo, aunque no haya txarangas ni kalejiras como en Sevilla, en Bilbao tampoco queda una mesa libre. La nueva prohibición de consumir en el interior de los bares ha provocado que las terrazas sean el bien más preciado. El más cotizado. Sin embargo, aunque la hostelería esté rozando el lleno permitido y los balcones sigan siendo rojiblancos, la atmósfera en el botxo continúa un poco fría. Hasta la temperatura ambiente es más baja. De sudadera gruesa por debajo de la camiseta zurigorri.

10

Presencia policial en Pozas para evitar incidentes

En las conversaciones no existe la euforia, sino la prudencia. Se habla de los seis nuevos detenidos por los altercados del pasado 3 de abril. Se habla de cómo parar a Leo Messi. Pero sobre todo se habla de si Iker Muniain llegará a tiempo para la final y si, de salir de inicio, volverá a atreverse a tocar la Copa.

Colorido en la tarde de Bilbao