La final de Copa que enfrentará a Athletic y Real Sociedad el próximo 3 de abril en La Cartuja pondrá a prueba los corazones de los aficionados de uno y otro equipo, parte directa de una histórica cita que, sin embargo, deberán disfrutar o sufrir desde la distancia por imperativo sanitario. A través de la televisión y con experiencia como futbolista en ambos clubes tras trazar un exitoso camino de ida y vuelta entre Donostia y Bilbao tendrá que ver también la gran final un hombre querido por ambas hinchadas que responde al nombre de Bittor Alkiza (Donostia, 26-X-1970), quien ejerció como txuri-urdin entre 1991 y 1994 para defender después el escudo rojiblanco hasta 2003 y volver a Anoeta para colgar las botas como jugador de la Real dos años después.

"Tengo el corazón dividido", reconoce a DEIA el guipuzcoano a la hora de hincar el diente a un choque de alto voltaje en el que no ve un favorito de antemano. "Lo veo al 50%", advierte el actual segundo entrenador de Osasuna, quien reivindica que "en una final no hay favoritos por muchas cosas y no es fácil afrontarla y que al jugador no le pueda la responsabilidad, sin contar que esta va a ser muy rara al no contar con público en las gradas". "El equipo que mejor se amolde a la situación puede marcar la diferencia, pero de entrada no veo un favorito, porque la Real a nivel de juego puede ser más vistosa generando más, pero el Athletic es capaz de competir en situaciones límite como ha demostrado", relata Alkiza, a quien apena sobremanera la ausencia de seguidores en La Cartuja.

Consciente de la singularidad del evento y de las aplacadas ganas de unos y otros por acompañar a sus respectivos equipos en toda una final copera ante el eterno rival, el donostiarra resalta el cariz "histórico" del envite y lamenta que "mucha gente ha soñado con esta final y que el público no vaya a estar presente es una gran pena por cómo ha sido todo, porque es muy difícil llegar hasta ahí y, una vez lo consigues, no poder disfrutarla todos juntos es una lástima". Tampoco habrá celebraciones multitudinarias en el bando vencedor, si bien a Alkiza le preocupa el golpe anímico que puede sufrir el equipo que salga derrotado de La Cartuja en un encuentro sin vuelta atrás.

"Espero que la derrota no suponga un golpe que marque negativamente al que no consiga salir campeón, porque la trayectoria de ambos equipos está ahí y hay que tenerla en cuenta. El que gane se llevará una alegría inmensa, más en los tiempos que estamos viviendo ahora, y yo me alegraré mucho en ese sentido gane el equipo que gane", expone el exjugador de Athletic y Real, sabedor, no obstante, de que "el que pierda se va a ir con una sensación muy mala, cuando normalmente no suele ser así, porque siempre que llegas a una final te enfrentas a un equipo poderoso y si pierdes es una pena, pero esta vez el hecho de perder no sé si puede provocar hasta un punto de frustración en los jugadores y en el entorno". En ese aspecto, Alkiza explica que "el Athletic podría resarcirse en la segunda final que va a jugar catorce días después, pero la Real no tendrá esa opción cuando la temporada pasada, por ejemplo, atendiendo a la trayectoria de ambos equipos, parecía que era la Real la que estaba arrollando cuando se iba acercando la fecha de la final".

Un año después, con ambos equipos dibujando una irregularidad que se vio acrecentada en la última jornada liguera con el frío empate del Athletic ante el Eibar en San Mamés (1-1) y la dura derrota sufrida por la Real frente al Barcelona en Anoeta (1-6), la lucha por la Copa del curso 2019-20 se presenta tan abierta como incierta entre dos contendientes con estilos sumamente diferenciados entre sí. Bien lo sabe el propio Alkiza, quien confiesa que como miembro del cuerpo técnico de Jagoba Arrasate en Osasuna nada tiene que ver preparar un partido contra el conjunto txuri-urdin o ante los leones.

ESTILOS MUY DIFERENTES

Alkiza, conocedor de las virtudes y de las carencias de ambos conjuntos de cara a una cita sin igual, constata que "tienen estilos muy diferentes con entrenadores que marcan mucho a sus equipos y con las ideas muy claras. Contra la Real lo primero que intentas hacer a nivel de juego posicional es que no te genere mucho fútbol, porque si está bien en ese sentido y tiene su día te genera una barbaridad desde atrás, mientras que el Athletic no voy a decir lo contrario, porque también se maneja bien con balón, pero destaca en apretar alto muy bien y ser muy vertical tras robo".

"Son dos equipos distintos y lo cierto es que el sistema de uno le puede venir bien al otro. A la Real, porque si el Athletic le aprieta arriba y es capaz de eliminar esa primera presión va a encontrar espacios teniendo jugadores de mucha calidad en el último pase y siendo muy buenos en profundidad. Y el Athletic, porque sin la necesidad de llevar la iniciativa en el juego, puede robar arriba y aprovechar que el rival no estaría en buenas condiciones para defender", desgrana asimismo Alkiza, que se siente "orgulloso" de haber defendido los escudos de Athletic y Real en el pasado y de haber sido querido por ambas aficiones, pues se muestra consciente de que "no es fácil que una trayectoria pase solo por dos equipos y, sobre todo, que sea por Athletic y Real con la rivalidad que hay".

"Los aficionados lo viven de una manera muy pasional y de la pasión al odio a veces hay un solo paso", concluye el donostiarra, con el corazón dividido con vistas a la esperada final copera entre dos clubes que "me dieron todo".