El Athletic femenino está en un momento clave de su historia. La profesionalización de la liga hace que la competencia cada vez sea mayor en la competición y la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos es vital. Ainhoa Tirapu(Iruñea, 1984) presenta un proyecto en el que quiere trasladar esa profesionalización a la sección femenina del club y también considera vital retener el talento que hay en la plantilla actual. Todo ello con Iraia Iturregi como punta de lanza del primer equipo y con mujeres dirigiendo como entrenadoras el resto de conjuntos.

¿Por qué decidió dar este paso?

—Al final tienes la opción de pasar un poco más desapercibida durante el proceso electoral o la opción de dar un paso adelante, lo que significa tener la oportunidad de trabajar como tú crees que se pueden hacer las cosas. Es otra forma de trabajar y estar en un puesto con capacidad para cambiar las cosas. Lo fácil hubiera sido quedarme en mi casa esperando, pero normalmente suelo optar por ser valiente y dar un paso adelante.

¿No le pasa por la cabeza pensar en dónde se ha metido ahora que se acercan las fechas clave?

—Soy de esas personas que si no hubiera dado el paso adelante y no hubiera aprovechado la oportunidad, me lo hubiese reprochado a mí misma. Creo que de verdad podemos hacer un buen trabajo, que el equipo que estamos creando es muy bueno para el fútbol femenino y, en ese sentido, estoy muy centrada en seguir con este proyecto, que es muy interesante para todas.

Vivir este proyecto con el club de su vida tiene que ser especial.

—Para mí el Athletic siempre está en el corazón. Eso de partida. Son un montón de años, he estado como jugadora, haciendo prácticas, de entrenadora de porteras. He visto toda la estructura y soy una persona curiosa. Me gusta saber cómo funcionan las cosas y cómo se están haciendo. He visto muchas cosas, he aprendido mucho y creo que tengo mucha información. Eso me permite hacer un análisis. Luego, las personas con las que cuento también tienen mucha información y es gente con experiencia en Bizkaia y en Euskal Herria, que saben cómo va el fútbol femenino y también cómo está fuera. Una cosa es lo que pensamos en el Athletic, pero hay otras cosas que nos afectan como la profesionalización de la liga, la firma de un convenio, entre otras cosas que también hay que conocer.

¿Cuál es la principal idea de su proyecto?

—Al final estamos abogando por profesionalizar la estructura. Eso no significa que las personas que están ahora no sea profesionales, lo que significa es que quizás haya demasiada media jornada y eso no permite dedicarte exclusivamente al puesto. Es ese sentido, lo que queremos es profesionalizar la estructura y luego crear la figura de responsable de clubes convenidos, lo que nos va a permitir focalizar más en el scouting y en la metodología.

¿A qué se debe esta necesidad?

—A día de hoy están creciendo mucho las fichas de las jugadoras y estamos a la altura, si no hemos superado ya, del baloncesto femenino. Tenemos que hacer un esfuerzo por controlar todo lo que está a nuestro alrededor, también en Euskal Herria ya que nuestra filosofía nos lleva a eso. Estamos en una liga en la que cada año hay más extranjeras, por desgracia pese a que para algunos clubes no lo sea, pero para nosotros es perjudicial y sabemos que por lo tarde que ha ido el proceso electoral en la Liga de Fútbol Femenino, este año no habrá limitación en ese sentido y si la hay va a ser muy a largo. Todas esas cosas nos afectan y nos obligan a conocer lo que está pasando a nuestro alrededor.

El crecimiento del fútbol femenino obliga a una adaptación. ¿Cómo afecta eso al Athletic?

—Nos obliga a que el trabajo de cantera sea como está siendo o incluso mejor. Es verdad que generamos talento, pero también nos obliga a hacer un esfuerzo por retener a las jugadoras que formamos. Si generamos talento, pero lo perdemos, nunca vamos a conseguir que el bloque sea lo competitivo que nos gustaría. Es importante que retengamos el talento que generamos y captar de alrededor. Tenemos que estar atentos a lo que pasa cerca porque si no la liga nos va a pasar por encima y el objetivo para nosotros tiene que ser estar peleando por Europa.

La marcha de algunas jugadoras es una prueba de que cada vez es más complicado retener ese talento.

—La verdad es que no solo nos afecta con los equipos de nuestra liga. En Europa también se está viviendo mucho movimiento de jugadoras y es verdad que el número de extranjeras va creciendo y yendo de una liga a otra. Nosotros podemos centrarnos en lo que podemos hacer, ¿pero qué podemos hacer para retenerlas si vienen de la liga inglesa con dinero? Tenemos que intentar retenerlas mediante inversión. Eso no significa que no vayamos a trabajar para generar recursos. No vamos a meter dinero en el femenino sin pensar cómo generar ese dinero. Hay que buscar ese equilibrio también.

¿Cuáles son las claves para encontrar ese balance?

—Se puede dar desde nuevas vías de ingresos, como son los derechos audiovisuales, aunque eso habría que verlo porque lo negocia la Liga de Fútbol Profesional Femenino, pero son asambleas que están pendientes. También vía recuperar la visibilidad en Lezama. Porque si queremos tener inversión externa, necesitamos que haya visibilidad y se ha perdido mucha visibilidad desde 2019 hasta ahora. Ese es el punto de partida.

¿Es tan complicado que el Athletic consiga atraer jugadoras consolidadas del exterior?

—Tienes que tener por un lado un proyecto deportivo atractivo y por otro lado que les compense a esas jugadoras venir. Tienes que jugar un poco con todo para retener tu talento y para que puedan venir otras jugadoras. Todo gira en torno al proyecto y la inversión que puedas hacer. Si los equipos vecinos van a jugar Champions, eso te complica las cosas, por eso creo que el equipo tiene que estar peleando por Europa siempre.

Con lo que respecta a la dirección del primer equipo, las tres candidaturas han apostado por Iraia Iturregi. ¿Qué conclusión saca de esta decisión?

—Al final eso habla muy bien de Iraia. Ha generado consenso y no suele ser sencillo en estas ocasiones. La conozco porque he entrenado con ella y he jugado con ella. Mi opinión hacia ella como entrenadora es muy buena porque la he visto trabajar desde dentro, que es dónde se ven las cosas. Creo que ha hecho un buen trabajo en este año y medio y creo que es la persona adecuada para llevar a cabo ese traslado de las jugadoras que ganaron con ella la segunda división al primer equipo y de alguna manera asentarlas. Ese es como su bloque de jugadoras de cantera jóvenes que tienen que dar el paso. Si hemos perdido talento y el externo es complicado que venga, tenemos que apostar por esas jugadoras jóvenes que creo que nos van a dar alegrías.

Otro de los puntos de este proyecto es que apuesta por mujeres como primeras entrenadoras de todos los equipos.

—En los cuarenta años de fútbol femenino, de inicio siempre ha estado dirigido por hombres y en ese sentido según vamos evolucionando y generando perfiles, creo que hay que apostar por las mujeres que ya están preparadas para esos puestos. Es verdad que hace unos años no había tanta entrenadora formada y tenías que tirar de recursos del masculino. Pero a día de hoy ese paradigma ha cambiado y estamos en una situación nueva. Ahora podemos tirar de mujeres que ya tienen experiencia suficiente y esa es nuestra intención.

¿Hasta dónde cree que puede llegar el primer equipo del Athletic?

—Creo que hay capacidad para pelear por Europa, pero tenemos que retener a las que tenemos ahora mismo. Somos conscientes de que hay varias jugadoras que terminan contrato, que necesitamos que se queden en el equipo para darle empaque y poder adaptar a estas jóvenes que viene con mucho talento. Tenemos generaciones buenas y creo que podemos hacer un proyecto atractivo que resulte también interesante para las que están fuera. Pero el objetivo tiene que ser luchar por Europa.

"No vamos a meter dinero en el femenino sin pensar cómo generar esos recursos. Hay que buscar ese equilibrio también"

"Tenemos que hacer un esfuerzo por controlar todo lo que está a nuestro alrededor, también en Euskal Herria"

"Si generamos talento, pero lo perdemos, nunca vamos a conseguir que el bloque sea lo competitivo que nos gustaría"