El Athletic visita al Ourense, el matagigantes de la Copa
En su estreno copero, el Athletic tiene la inexcusable misión de eliminar a un Ourense que se presume le recibirá crecido tras haber logrado apear a dos equipos de Primera División
Inaugura el Athletic su periplo copero en una edición donde goza de ciertas prerrogativas por estar inscrito para la disputa de la Supercopa en enero. Así, se estrena cuando ya se han celebrado algunas rondas y además se le ha reservado un adversario encuadrado en un escalón muy inferior, en Primera Federación, detalle que en teoría debería facilitar la tarea de los rojiblancos. Sin embargo, el emparejamiento no tiene las trazas de lo que se conoce como un trámite por culpa del inesperado rendimiento ofrecido por el Ourense. El club gallego ha sido capaz de apear a Oviedo y Girona. Hazañas que con absoluta seguridad contribuirán a generar un ambiente curiosito entre las cuatro paredes de O Couto, cuyas gradas estarán a rebosar. El papel está agotado.
Resulta comprensible que las seis mil almas que sigan el encuentro en directo esperen lo máximo de sus jugadores, como se da por hecho que el estado de la superficie por donde se deslizará (es un decir) el balón se convierta en una ayuda extra para el anfitrión; pero nada de esto, ni siquiera si se añade la retrógrada mentalidad del alcalde de la localidad expresada en diversas intervenciones públicas, puede desviar al Athletic de su obligación.
Acceder a la siguiente eliminatoria no es un objetivo negociable, por mucho que esta cita aparezca inoportuna en el camino, como un engorro, y seguramente vaya a requerir paciencia, entusiasmo e inteligencia. En suma, oficio, porque pertenecer a la élite es una ventaja muy aprovechable en tardes como esta en que quizás fallen las condiciones para hacerlo bonito y haya que ser práctico.
De entrada, se ha de reconocer que la lista de convocados del Athletic encaja a la perfección con el mensaje que ayer envió Ernesto Valverde a propios y a extraños. Viajaron los mismos hombres que acudieron a Vigo. Dos desplazamientos a Galicia muy seguiditos, lo que hasta puede venir bien para que el grupo se ponga en situación después de la amarga experiencia de Balaídos.
Lo cierto es que no hay espacio para gente del filial, con la salvedad de Monreal, que ya estuvo en la última relación. Una presencia del todo lógica a partir de que ejerce de defensa central y hay que proteger a Paredes de cara al choque del lunes con el Espanyol. Valverde realizará varios retoques en posiciones muy determinadas, pero la alineación que opondrá al matagigantes Ourense será de lo más reconocible.
Se da por sentado que Unai Simón cederá los bártulos a Padilla, del que el entrenador dijo: “Está preparado, ya lo hizo bien en partidos comprometidos y confiamos en él”. En la defensa cuenta con muchos boletos Gorosabel, lo mismo que Adama en el lateral opuesto. Vivian es fijo porque está suspendido en liga y a su lado, cabe que entre Lekue, según el técnico un central potencial que ya ha actuado ahí en cita oficial. O que Monreal goce de su oportunidad, siempre que quien manda estime que el día es adecuado para realizar probaturas.
Extrañaría que Rego o Vesga o ambos, por qué no, figurasen de inicio, más que nada si se considera el tute que acumulan en las piernas Galarreta y Jauregizar. Y en vanguardia no es descartable que se asista a la primera titularidad de Izeta y que a su alrededor se ubiquen Iñaki Williams, Sancet o Unai y Nico Serrano. Al parecer, Berenguer vuelve a sufrir los efectos de la lesión que afectaba a un dedo de uno de sus pies y necesita ser infiltrado para competir. Esto le convierte en candidato al banquillo. Similar reflexión sería extensiva a Nico Williams, por aquello de la pubalgia, pues aunque se asegure que evoluciona positivamente, no está de más eximirle de correr sobre barro.
El margen que otorga disponer de cinco sustituciones aconseja no exponer a gente concreta de salida, en previsión de que el Ourense concentrará su mayor esfuerzo en el primer acto, mientras tenga frescura. No siempre pasa, pero en duelos tan desequilibrados sobre el papel, del descanso en adelante suele imponer su ley el mejor equipo. Es por mera inercia, el fuerte es superior técnica y físicamente. En este caso dicho rol le corresponde al Athletic, lo que le aboca a finiquitar la aventura copera del Ourense.
