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El Levante, un rival en caída libre

Penúltimo en la tabla igualado a puntos con el colista Oviedo y con la figura de su técnico en entredicho, enlaza tres derrotas consecutivas y es el peor local de LaLiga

El Levante, un rival en caída libreLEVANTE UD

El sueño amenaza con tornarse en pesadilla para el Levante, que recibe este sábado al Athletic en plena caída libre tras encarar con suma ilusión la temporada del regreso a Primera División tres años después de perder por última vez la categoría. El miedo a sufrir un nuevo descenso, siempre dramático, comienza a sobrevolar el Ciutat de València, donde no reconocen a un equipo que ni gana partidos, ni muestra signos de mejoría en el transcurso de la competición.

Los números, reflejo de la oscuridad en la que se ha instalado el conjunto dirigido por Julián Calero, artífice del ascenso, pero cuya figura como timonel de la nave granota empieza a asomar en entredicho, resultan significativos: tres derrotas consecutivas, solo dos victorias en trece jornadas y la última hace casi dos meses, peor local de LaLiga con un punto en cinco partidos y segundo equipo más goleado del campeonato con 24 tantos encajados para figurar en penúltima posición en la clasificación con solo 9 puntos de 39 posibles, los mismos que presenta el Oviedo en su condición de colista.

Peligro, pensará más de un seguidor del Athletic ante tal colección de registros negativos por parte de un equipo al que, a pesar de mostrarse competitivo en cada encuentro que disputa, no le alcanza hasta la fecha para someter a sus rivales por imponentes o asequibles que parezcan. Con un balance de ocho derrotas, tres empates y dos victorias en una liga que los levantinistas arrancaron de la peor manera posible al morder el polvo en sus tres primeros enfrentamientos ante Alavés (2-1), Barcelona (2-3) y Elche (2-0), los de Calero buscan una reacción inmediata a modo de resurrección a costa de un Athletic que intentará no convertirse en el primer visitante derrotado en el Ciutat de València.

Por el estadio granota han pasado adjudicándose los tres puntos en juego el mencionado Barcelona, Real Madrid (1-4), Rayo Vallecano (0-3) y Celta de Vigo (1-2), así como el Betis (2-2) en el único encuentro en casa sin derrota de un Levante que, maniatado delante de su propia afición, solo ha encontrado cierta sensación de alivio al emplearse como visitante. Los empates firmados en feudo de Getafe (1-1) y Mallorca (1-1), unidos a los dos únicos triunfos frente a Girona (0-4) y Oviedo (0-2), este último registrado el pasado 4 de octubre, han contrarrestado en parte el mal hacer con una etiqueta de local que volverán a lucir mañana los de Orriols.

A la cuenta pendiente en casa se suma, por si fuera poco, la necesidad de cambiar drásticamente la imagen ofrecida en el último compromiso liguero. No fue otro que el derbi ante el Valencia en Mestalla, donde trece días después de perder dando la cara en la visita al Atlético de Madrid (3-1), el Levante ofreció su peor versión para ceder finalmente con un solitario y magistral gol de chilena de Hugo Duro en el minuto 79. Solo una vez remataron entre los tres palos los hombres de Calero, que completaron uno de los peores partidos en lo que va de curso en un día señalado para su afición.

Jugadores con talento

Lamenta especialmente la hinchada levantinista el decreciente impacto en el juego de futbolistas que, llamados a dar alegrías con su talento, se están viendo arrastrados por la mala dinámica de un equipo centrado más en el trabajo defensivo que en la propuesta con balón. Son los casos de jugadores como Carlos Álvarez, Etta Eyong, Iván Romero e incluso Roger Brugué, quien todavía no ha marcado, ni asistido tras cerrar la pasada campaña con once goles y cuatro asistencias en la Liga Hypermotion.

Sí ha visto portería, hasta en cinco ocasiones en sus diez apariciones en liga como granota, el camerunés Etta Eyong, fichaje estrella procedente del Villarreal que, sin embargo, enlaza ahora tres jornadas sin marcar después de firmar cuatro goles y una asistencia en sus cinco primeros partidos con el Levante. Carlos Álvarez, clave en el ascenso con siete dianas y once asistencias y por cuyos cotizados servicios se remitió el club en verano a los 25 millones de euros que marcan su cláusula de rescisión, encadena por su parte cinco jornadas sin marcar, ni asistir.

No puede permitirse el Levante la baja aportación ofensiva de futbolistas de dicho perfil, a quienes el conjunto de Ernesto Valverde deberá vigilar de cerca mañana en un partido en el que asomará enfrente un rival en caída libre, pero con mimbres para opositar a una victoria que no conoce todavía como local.