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Unai Simón estrena titularidad exclusiva

Por vez primera vez en las ocho temporadas que lleva en el primer equipo del Athletic asume la responsabilidad en los dos torneos principales

Unai Simón estrena titularidad exclusivaEFE

Unai Simón vive un cambio importante respecto a temporadas anteriores. La diferencia radica en el reparto de responsabilidades: después de una serie de años alternando en las alineaciones con un compañero, sobre todo Julen Agirrezabala y antes Iago Herrerín y Jokin Ezkieta, ahora es el encargado de defender la portería del Athletic en los dos principales torneos del calendario, liga y Champions. Queda por comprobar qué ocurre en la Supercopa y en la Copa, frentes que se abordarán más adelante y donde quizás le llegue el turno a Alex Padilla, el otro especialista de la plantilla. Esta incógnita se despejará pronto, hoy lo seguro es que Simón luce un pleno de minutos desde el arranque de la competición a mediados de agosto.

En su estadística figuran dieciséis compromisos, una docena de liga y los restantes de Champions. Acumula pues 1.440 minutos, sin contabilizar los añadidos que deciden los árbitros al término de las dos mitades de cada partido. Ello significa que en pocas semanas Simón igualará su registro anterior, los 2.070 minutos que sumó en la 2024-25, fruto de 23 actuaciones. Y de no mediar un contratiempo grave que le impida seguir acaparando las dos competiciones mencionadas, Simón podrá establecer su participación más alta en los ochos años que cumple en el primer equipo rojiblanco.

La salida de Julen Agirrezabala, cedido al Valencia el pasado verano, aparece como el factor clave en la nueva situación de Simón. El guipuzcoano estuvo en un segundo plano, excepto el último año porque Simón permaneció un largo período de baja a causa de una operación. Entonces, Agirrezabala asumió la responsabilidad con nota y participó en 29 partidos (catorce de liga y toda la Europa League), seis más de los que contabilizó Simón, quien entró en el quirófano tras acudir a la Eurocopa 2025 y reapareció en noviembre, aunque no recuperó la titularidad hasta mediados de diciembre. O sea, a estas alturas hace un año, Simón estaba inédito, convaleciente.

Por lo demás, Simón ha ejercido de número uno si se exceptúa su estreno en la categoría, impulsado por una concatenación de imprevistos. Su juventud le relegó al banquillo en favor del curtido Herrerín. Ya al año siguiente el orden jerárquico se invirtió: Simón fue fijo en liga y Herrerín asomó en Copa. Un año después, 2020-21, el protagonismo de Simón aumentó y su alternativa, Ezkieta, tuvo que resignarse a jugar solo en tres ocasiones. En la 2021-22, Agirrezabala promocionó del filial y su cometido consistió en tomar parte en la Copa o cubrir las bajas de su compañero en jornadas sueltas de liga. En esas circunstancias respondió y, sin pretenderlo, alimentó el debate en torno a la gestión de la portería.

Debate y críticas

Tampoco faltaron quienes defendían que Simón jugase por sistema; no entendían que, por ejemplo, el Athletic pelease por conquistar la Copa con el suplente. Sea o no un criterio discutible, el último título copero que entró en las vitrinas del club se alcanzó sin que Simón disputase un solo minuto en dicha edición del torneo. Y cabe que Simón no sea el elegido para jugar la Copa a partir de enero. Desde luego, carece de sentido mantener amarrado al banquillo a un joven de proyección como Padilla si, como parece, Valverde tiene muy claro que Simón es intocable en los otros campeonatos.

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Ahora, a quien la fortuna no sonríe es a Agirrezabala en su nuevo destino. En la frontera del descenso, el Valencia exhibe una fragilidad traducida en 21 goles recibidos en doce jornadas. Pese a que el Athletic haya transmitido síntomas poco convincentes en un montón de encuentros, el apartado del que Simón se ocupa arroja números aceptables: trece goles encajados en doce citas. Una media ligeramente superior al gol por partido se considera un dato positivo. Es solo un gol más que hace doce meses. A este respecto, recordar que en la 2023-24, Simón se alzó con el Trofeo Zamora con una media de 0,91: 33 tantos concedidos en 36 jornadas.

Peor es el saldo total, que incluiría los cruces en el ámbito continental. En cuatro citas de Champions los rojiblancos han recibido nueve. Ello significa que Simón ha sacado veintidós balones de su red en dieciséis actuaciones. El incremento obedecería al potencial de los contrincantes, mejor dotados para explotar las debilidades del sistema defensivo del Athletic. Los rivales de liga no han dado con esas fisuras, si bien debe quedar constancia de la decisiva aportación de Simón en varias jornadas. Así todo, han sonado voces de reproche sobre su rendimiento con una frecuencia llamativa. Curioso porque en el reparto de críticas, lógico al tratarse de un trabajo coral, las más severas señalarían a los encargados de proteger al portero. Y no solo a los centrales más habituales.