Arrasate busca puntos entre tormentas

“Esto no lo había vivido, ni visto en otros clubes”, confesaba Jagoba Arrasate (Berriatua, 22-IV-1988) el 14 de septiembre en rueda de prensa. No era para menos. Lejos de gestionar un vestuario en paz en el Mallorca, el técnico vizcaino se ha visto abocado a lidiar con situaciones surrealistas, muy poco comunes en el fútbol profesional. Mientras el equipo cabalga en penúltima posición en la clasificación con solo cinco puntos en siete jornadas tras conseguir el pasado fin de semana el primer triunfo del curso ante el Alavés (1-0), Arrasate trabaja por recuperar en el día a día la salud de una caseta que estalló antes del parón de septiembre con la sonada salida de tono del entonces capitán Dani Rodríguez.

El centrocampista, emblema del club bermellón, asoma fuera de los planes del de Berriatua desde que cuestionara mediante dos comunicados difundidos a través de las redes sociales la meritocracia del propio Arrasate por una sustitución de última hora en la visita efectuada al Santiago Bernabéu el 30 de agosto. Dio entrada el técnico al joven extremo Jan Virgili en el minuto 88 con 2-1 en contra y montó en colera Dani Rodríguez. “No puedo aceptar la falta de respeto hacia el compromiso y la dedicación. Me duele que un jugador que acaba de llegar, con un solo entrenamiento, tenga la oportunidad de jugar por delante de compañeros que llevamos defendiendo esta camiseta con sudor y entrega, poniendo siempre al club por encima de todo”, escribió el atacante bermellón, quien fue un paso más allá al asegurar que “que ocurra algo así manda un mensaje horrible al vestuario: da igual el trabajo, la entrega o la lealtad”.

El Mallorca suspendió durante diez días de empleo y sueldo al futbolista de 37 años de edad y le retiró la capitanía. Faltaba conocer la postura de Arrasate, quien en su primera comparecencia tras el desagradable episodio protagonizado por uno de los lideres del vestuario advirtió que “se me hace muy difícil, por no decir imposible, volver a contar con Dani Rodríguez”. Fuera de las convocatorias desde entonces el ya excapitán bermellón, Arrasate centra ahora sus esfuerzos en intentar sacar del pozo al equipo mientras trata de recuperar para la causa a otro jugador envuelto en la polémica como Pablo Maffeo.

El lateral derecho argentino, que parecía abocado a salir de la isla este verano por voluntad propia después del altercado que tuvo con parte de la afición en el último partido disputado en Son Moix la pasada temporada, se acabó quedando en el Mallorca y pidió perdón a través de los medios del club a una hinchada que, sin embargo, le recibió entre silbidos en la presentación del equipo. Frente al Alavés dispuso de la primera titularidad de la temporada como local Maffeo, cuya situación está en camino de reconducir un atareado Arrasate que busca un nuevo soplo de aire fresco en San Mamés.

Invicto en San Mamés

En su rueda de prensa previa al encuentro ante el Athletic, el preparador de Berriatua, que cumple su segunda temporada al frente del Mallorca, reconoció que la victoria de la pasada semana frente al Alavés “nos ha liberado emocionalmente, pero seguimos estando apretados y este es un partido importante al irnos a otro parón”. Cuestionado por el Athletic, Arrasate subrayó que “la gestión del partido del miércoles hace indicar conociendo a Ernesto que tienen muy presente este partido y espero al mejor Athletic. No están en racha en cuanto a resultados, pero han hecho buenos partidos y les ha faltado eficacia. Jugando en San Mamés antes de un parón apretarán muchísimo y necesitaremos nuestra mejor versión”.

“El Athletic viene de perder en Dortmund, no un partido de Copa contra un Segunda RFEF”, remarcó asimismo Arrasate, que cuestionado por sus buenos números en La Catedral aseguró que “siempre he ido con mucho respeto a San Mamés y los resultados se nos han dado bien, pero hemos sufrido muchísimo”. l