El Athletic, un equipo de aúpa
El Athletic ha elevado esta temporada aún más su nivel competitivo para acabar cuarto en una liga en la que es el menos goleado y, hasta la fecha, el que menos derrotas ha encajado
Allá por mediados de agosto, que suena muy lejano en el tiempo porque realmente lo está, el Athletic arrancó la temporada con las dudas lógicas de quien, tantos como siete años después, debía compaginar su participación en liga y Copa con las exigencias de una Europa League que, para más inri, su final se disputaría en San Mamés. Era razonable ser prudente con la capacidad que tendría el equipo para batirse en tantos frentes debido a la inexperiencia de la inmensa mayoría de los miembros de su plantilla en esas lides, a las que habría que agregar también la Supercopa en Arabia Saudí. Nueve meses después de iniciar la temporada con un gris empate frente a un Getafe que jugó sin delantero, con un centrocampista que se estrenaba en la máxima categoría reconvertido a nueve, el Athletic llega a la última jornada de liga sin nada en juego. Lo hace después de haber logrado tiempo atrás el objetivo de clasificarse para Europa y de haber certificado en solo cuatro días, entre el pasado jueves y el domingo, su presencia en la próxima edición de la Liga de Campeones así como la cuarta plaza.
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Las dudas del inicio de la campaña son agua pasada. Desde bien pronto quedó claro que el equipo estaría en condiciones de compatibilizar su presencia europea con un buen desempeño en liga, como se demuestra con el hecho de que se instaló en la cuarta posición el 1 de diciembre y que desde entonces nadie haya estado, ni estará, en condiciones de desbancarle de la misma. Ernesto Valverde ha tirado de fondo de armario; ha hecho de las rotaciones un hábito y con ello ha conseguido elevar el nivel competitivo de un equipo que ha demostrado una solidez al alcance de muy pocos.
Los números así lo refrendan. Le costó conseguir victorias en liga después de jugar los jueves competición continental, sumó un buen puñado de empates tras dichos encuentros, pero contadísimas derrotas. Hasta el punto de que es a día de hoy el equipo con menos partidos perdidos en LaLiga (5), condición que mantendrá si no cae este domingo frente al Barça. Si lo hace, acabará empatado con los tres equipos que le han superado en la tabla: Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid.
Unos registros que se explican a partir del elevadísimo nivel defensivo que ha ofrecido el Athletic y que le convierten en el equipo menos goleado de las cinco grandes ligas europeas a la espera de lo que acontezca en la última jornada. La tropa de Ernesto Valverde ha encajado únicamente 26 goles en 37 jornadas, cuatro menos que el Atlético de Madrid (30).
A nivel futbolístico es posible que el equipo no haya alcanzado el nivel de excelencia que logró durante buena parte del curso pasado, pero sí ha ofrecido un nivel de solvencia y resultados difícil de imaginar por lo expuesto anteriormente de tener que compaginar una competición tan exigente como la Europa League con sus obligaciones domésticas. A diferencia de otras ocasiones, con eliminaciones coperas o similares, tampoco ha acusado el varapalo de quedarse fuera de la final continental. Sin varios de sus puntales en ataque, como los hermanos Williams y Oihan Sancet, el equipo ha sacado adelante los tres partidos que ha disputado tras caer frente al Manchester United en semifinales: Alavés, Getafe y Valencia, estos dos últimos lejos de San Mamés.
Tres encuentros en los que Unai Simón ha dejado su portería a cero y que se suman a los dos anteriores (Real Sociedad y Las Palmas) para igualar los registros de José Ángel Iribar (temporada 1971-72) y Andoni Zubizarreta (1983-84), con cinco encuentros consecutivos sin encajar. Una prueba más de la fiabilidad de un equipo de aúpa.
Pequeños borrones
El éxito liguero del equipo compensa con creces lo sucedido en otras competiciones, como en la Europa League, donde solo el Manchester United ha impedido que el Athletic dispute su final. Caer a manos del Barcelona en las semifinales de la Supercopa entraba dentro de la lógica, pues el conjunto azulgrana ha recuperado el nivel perdido cursos atrás; no tanto el papel en Copa del equipo, donde cayó en octavos ante Osasuna tras sudar la gota gorda para eliminar a la UD Logroñés a penaltis. Una despedida prematura para el vigente campeón, pero una bocanada de aire para afrontar el resto de competiciones en una temporada en la que a semifinales llegaron Barcelona, Real Madrid y Atlético. Casi nada. Como la temporada del Athletic, un equipo de aúpa.