Inercias opuestas esta noche en el Bernabéu
El Athletic, reafirmado por el éxito europeo y sin Nico, visita a un Madrid crispado tras sus últimos reveses
El partido contra el Real Madrid, siempre especial desde la óptica del Athletic, llega esta vez un tanto a contrapelo: justo después de haberse librado una eliminatoria continental de enorme trascendencia y sin apenas margen para prepararlo. De hecho, el rival ha dispuesto de 24 horas más de descanso, lo cual a la fuerza se ha de notar a estas alturas del calendario. El otro factor a considerar sería la crisis que afecta a los merengues. Viene de lejos y se habría agudizado después de dos derrotas consecutivas como anfitrión, la segunda singularmente dolorosa porque conllevó su eliminación en la Champions ante el Arsenal. Una coyuntura poco habitual que se está cebando en la figura de Carlo Ancelotti, cuya continuidad en el cargo se halla en entredicho.
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Pero deducir que los problemas del Madrid, que además no podrá contar con el sancionado Mbappé, su delantero más eficaz, van a allanar el camino de los rojiblancos, no pasa de ser una mera especulación. Quizá, el efecto sea el opuesto, dado que está obligado a reaccionar ante una grada que ya no disimula su malestar. Más vale enfocar la cita suponiendo que tratará de buscar una victoria que le redima y eleve su maltrecha autoestima cuando aún aspira a ganar la liga y el próximo sábado le disputa el título de Copa al Barcelona.
Luego, está por ver cómo asimila el Athletic su reciente éxito en la Europa League. Un episodio de máxima exigencia resuelto favorablemente, en ocasiones, actúa como un factor descompresor; es decir, inconscientemente los futbolistas experimentan una bajada de tensión. Le corresponde a Ernesto Valverde poner los medios que eviten tal posibilidad, que tampoco tiene por qué producirse. Al fin y al cabo, el aliciente del clásico se debería mantener intacto y, en todo caso, potenciado por la fragilidad que viene transmitiendo el Madrid.
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Una de las medidas que adoptará el técnico para combatir el posible desgaste mental, pero asimismo físico, que pudiera exteriorizar el equipo en el Bernabéu, serán los cambios. En realidad, no le queda más remedio que agitar la plantilla puesto que, además, el miércoles volverá a competir, contra la UD Las Palmas en San Mamés. La agenda manda, de modo que hoy repartirá minutos entre aquellos que no intervinieron o solo jugaron un rato ante el Rangers.
En la jornada liguera con el Rayo, celebrada tras cursar visita a Glasgow, Valverde le dio un vuelco al once con nueve caras nuevas. Repitió la operación para la vuelta con los escoceses en San Mamés: ocho novedades. Esta vez serán unas cuantas también. Simón, Gorosabel, Paredes, Prados, Unai y Guruzeta, apuntan a la titularidad, pero no extrañaría que gozasen de minutos Nuñez, Adama, Vesga o Djaló, menos utilizados que los anteriormente mencionados. El criterio dependerá del estado físico de cada cual. Por de pronto, Nico Williams causa baja por una pubalgia, pero no cabe descartar de salida a Galarreta, Sancet o Berenguer, que no han jugado entero ninguno de los tres últimos partidos.
Vuelve Yuri
Y aún quedarían por despejar los casos de Yuri e Iñaki Williams, ausentes el jueves e incluidos en la lista. El baile de nombres se ha convertido en la tónica de la temporada sin que, en general, haya tenido consecuencias negativas. Prueba de ello, la privilegiada posición que conserva el Athletic en los dos frentes que aún permanecen abiertos.
Valverde: “Queremos seguir con nuestra trayectoria en liga”
Se necesita frescura para gestionar cualquier partido, la propuesta que desarrollan los rojiblancos así lo reclama. Añádase que delante tendrá a un Madrid que, por mucho que su fútbol no enganche y a menudo parezca desorientado y frágil en la contención, está plagado de internacionales y tiene una deuda pendiente de saldar con su afición. Hoy el Athletic intentará retrasar la reconciliación en clave merengue tirando de orden, agresividad y valentía. Puede ser un día propicio para asaltar un escenario tradicionalmente ingrato.