En la mente de Óscar de Marcos (14-IV-1984, Laguardia) lleva tiempo retumbando la idea de colgar las botas. El pasado verano la decisión estuvo próxima, especialmente después de levantar el trofeo de la Copa. “Es el objetivo que he perseguido toda mi carrera; una vez conseguido es tentador el poder dejarlo”, admitió. Pero su nivel deportivo, siendo dueño de la parcela de lateral derecho, desterró a los fantasmas de la jubilación para prolongar su trayectoria en el Athletic hasta su decimosexta temporada. “Ha sido una decisión muy meditada. Es verdad que en los últimos años voy dejando para el final la decisión, creo que es lo mejor tanto para el Athletic como para mí.

En este caso, poniendo todo sobre la mesa, he tomado la decisión de continuar un año más. A nivel deportivo creo que puedo echar una mano importante. Este año me he encontrado bien e intentaré ayudar al equipo. Creo que si voy jugando menos, por mucho que puedas echar una mano por veteranía y ese tipo de cosas que se dicen... Creo que lo fundamental es estar bien, encontrarte bien físicamente, poder ayudar al máximo posible y ese es uno de los puntos que ha inclinado la balanza hacia seguir”, expresó en un vídeo emitido por el club con motivo de la renovación de contrato.

De Marcos celebra su gol. Athletic Club

La decisión implicó un traspaso de poderes. La marcha de Iker Muniain y la continuidad de De Marcos, todo ello escenificado sobre el césped de un San Mamés abarrotado, supuso que el segundo asumió la capitanía del primero. “Es cierto que de primeras, cuando se me propuso la idea, yo no quería porque no me gusta el protagonismo que iba a tener en ese momento, pero luego cuando se hizo sí que sentí ese orgullo y oí el ruido de la gente y me sentí... Bueno, fue un momento bonito para mí, no lo voy a negar”, comentó al respecto el jugador alavés, que encontraba así otro aliciente más.

Desde que optó por continuar, De Marcos ha seguido sumando protagonismo en la historia del club bilbaino. Este domingo, en la cita ante el Espanyol, el heredero del brazalete podrá dar caza precisamente a su antecesor. De Marcos estará en condición de alcanzar los 560 partidos con la camiseta del Athletic de Muniain como segundo jugador con más encuentros. En el horizonte de De Marcos solo aparecería la himalayesca cifra del líder del ranking, José Ángel Iribar, con 614.

Desde que debutara de la mano de Joaquín Caparrós el 6 de agosto de 2009, procedente del Alavés, De Marcos ha gozado de la confianza de todos sus entrenadores –Caparrós, Bielsa, Ziganda, Berizzo, Garitano, Marcelino y Valverde en sus tres etapas– para acumular 427 partidos de liga, 53 de Copa, 8 de Champions League, 63 de Europa League y 8 de Supercopa en los que ha firmado 39 goles.

Una participación importante

La importancia que De Marcos consideraba que podría seguir teniendo esta temporada se está plasmando con datos. Cerca de los 36 años, es el décimo jugador más utilizado por Ernesto Valverde. Ha participado en 27 encuentros (18 de liga, 6 de Europa League, 2 de Copa y 1 de Supercopa) de los 34 posibles para sumar un total de 1.697 minutos, en los que ha firmado un gol y cinco asistencias. En esos 27 compromisos ha ejercido como titular en 17 de ellos, lo cual tiene que ver con la apuesta por las rotaciones del entrenador, que está aligerando las piernas de minutos con el relevo de Andoni Gorosabel, que cuenta con 1.067 minutos, e incluso Iñigo Lekue, que amasa 528 minutos. Números muy dignos en cualquier caso los de De Marcos, en relación con los del curso pasado. En la campaña 2023-24, en la que se sintió importante como para dar el paso de la renovación, llegó a los 33 partidos (28 de liga y 5 de Copa) de 46 posibles para alcanzar 2.681 minutos, con un gol y 6 asistencias. Fue titular en 30 de esos 33 choques.

Es decir, teniendo en cuenta que el equipo debe afrontar aún al menos 17 partidos –15 de liga y dos de competición europea–, el sistema de rotaciones implantado por Valverde para esta extenuante temporada y que ejerce en la posición específica con mayor competencia de la plantilla con tres jugadores para un puesto –así hizo referencia el director general de fútbol, Mikel González, en el balance deportiva de la primera mitad de la temporada–, De Marcos está en condición de superar el número de comparecencias y también de minutos de la campaña previa. Además, ya ha igualado el único gol y está a una asistencia de mejorar el registro anterior. A estas alturas y con semejante trascendencia, se antoja una buena idea el haber decidido prolongar su carrera. Está por ver si opta de nuevo por estirar su recorrido, lo que significaría tener ya puesto el foco mediático en Iribar. 55 partidos de distancia suenan lejanos, pero no descabellados a juzgar por el desempeño del capitán.

La longevidad de De Marcos, propiciada por sus dotes, entrega y reconocida polivalencia, también le ha permitido acceder a otras estadísticas históricas del Athletic. Es el cuarto jugador con más partidos de liga disputados (427), solo superado por Muniain (434), Joseba Etxeberria (445) e Iribar (466). Además, es el segundo con más citas en competiciones europeas (71), por detrás de Markel Susaeta (75). Asimismo, figura en el puesto número 39 de los máximos goleadores gracias a sus 39 tantos. Pero De Marcos también ha trascendido de lo futbolístico por una gran humanidad que ha abanderado todas las facetas de su vida.