El Athletic coleccionó varias noticias positivas en su compromiso continental ante el Slavia Praga. Al sufrido triunfo con el primer gol de Nico Williams en competición europea se unió una nueva exhibición defensiva de Dani Vivian y la segunda portería a cero consecutiva en la Europa League gracias a la notable actuación bajo los palos de Julen Agirrezabala. Necesitaba un partido como el del jueves el guardameta donostiarra para ganar en confianza tras una recta inicial de temporada complicada en el plano individual.
“Mi inicio de curso no había sido el mejor, pero en los malos momentos es cuando tienes que ser fuerte mentalmente”, reconoció al término del choque ante el cuadro checo el 13 del Athletic, consciente de que no había ofrecido su mejor nivel en los dos primeros meses de competición. No quiso aun así Agirrezabala asociar su bajón inicial a la lesión vertebral que sufrió en julio y que le privó de realizar una pretemporada al uso. Baja en las dos primeras jornadas de liga, reapareció ante el Valencia en la tercera fecha liguera en San Mamés con victoria y portería a cero, pero los choques ante la Unión Deportiva, Celta y Sevilla no le ayudaron a sonreír precisamente.
A los dos errores gruesos que cometió en Gran Canaria y que costaron sendos goles del cuadro insular se sumó el penalti cometido sobre Iago Aspas antes de tener que ser sustituido tras el descanso del mismo partido por molestias y su expulsión con tarjeta roja directa en los minutos finales del encuentro contra el Sevilla en La Catedral. Álex Padilla, inconmensurable en sus primeras apariciones en la élite, ha suplido con nota las ausencias del donostiarra, que ha encontrado en la exigente Europa League una vía para recobrar la confianza.
Solvente en la visita al Olímpico de Roma en la primera jornada de la Fase Liga, envite en el que nada pudo hacer por evitar el gol del ucraniano Artem Dovbyk, Agirrezabala logró mantener la portería a cero frente al AZ Alkmaar en San Mamés con dos paradas en su haber y repitió imbatibilidad ante el Slavia Praga, que le obligó a trabajar a destajo. Seis paradas, todas a disparos dentro del área con el extremo belga Simion Michez como principal amenaza siendo el autor de cuatro remates entre los tres palos, tuvo que realizar Agirrezabala para evitar que los checos vieran portería en la capital vizcaina y sortearan su segunda derrota esta temporada.
Fue una noche reivindicativa para el portero rojiblanco, héroe junto con Alex Berenguer en la final de Copa que ganó el Athletic el pasado 6 de abril en La Cartuja a penaltis. Espléndido durante todo el torneo, el guipuzcoano agigantó su figura en una tanda en la que detuvo un penalti al mallorquinista Morlanes para poner su granito de arena en la consecución del ansiado título copero.
La vuelta de Simón
Titular hasta el regreso a la competición de Unai Simón, quien continúa con su reincorporación progresiva al grupo a la espera de poder hacer ejercicios de portería tras operarse la muñeca derecha el 18 de julio, Agirrezabala afronta con energías renovadas el próximo compromiso en liga contra el Mallorca a domicilio, cita en la que buscará dar continuidad a las buenas sensaciones que proyectó en el reconfortante triunfo contra el Slavia Praga.