El Athletic regresa este jueves a la Europa League seis años después de disputar su último encuentro continental, en febrero de 2018, y lo hará enfrentándose a la Roma, un equipo con el que nunca antes se ha visto las caras en competición oficial. El Estadio Olímpico de la capital italiana acogerá una cita muy esperada en Bilbao y en la que se darán cita en torno a 3.000 aficionados rojiblancos, ansiosos por acompañar a su equipo de nuevo por el Viejo Continente.
La expectación es grande, como así lo corrobora el hecho de que será uno de los mayores desplazamientos europeos en la historia del club, y como quiera que los incidentes están a la orden del día en muchos encuentros continentales, que en numerosas ocasiones no trascienden a la opinión pública y se quedan en la inmensidad de internet en vídeos con mayor o menor trascendencia, cabe echar una mirada a los ultras de la Roma.
Estos se dividen en distintos grupos que se ubican en la denominada como Curva Sud del Estadio Olímpico, donde predominan los grupos Boys Roma y Fedayn, siendo los segundos los de mayor presencia, si bien a lo largo de la historia el poder de unos y otros ha ido cambiando. Ambos, eso sí, comparten ideología de extrema derecha y los primeros están hermanados con el Frente Atlético, tal y como se han encargado de dejar claro a través de la redes sociales en más de una ocasión, así como en algunos encuentros, ya que se han llegado a ver en el Olímpico de Roma algunas banderas del Frente.
Sus principales e históricos enemigos son los ultras de la Lazio y esta circunstancia, además de su acercamiento con los radicales del Atlético de Madrid, les ha llevado a tener problemas con Ultras Sur.
Claro que en los últimos años los Fedayn se han ganado la enemistad de los radicales del Nápoles y del Estrella Roja de Belgrado -sí, el mundo ultra no entiende de fronteras-. El asesinato del napolitano Ciro Esposito en 2014, que fue tiroteado por Daniele De Santis, un conocido ultra romano, en las horas previas a la final de Copa, fue el detonante de una guerra que ha vivido desde entonces algunos episodios violentos, como los registrados en enero del pasado año en un área de servicio de una autopista del norte de italia. En ella se estima que participaron unas 300 personas después de que coincidieran -si bien todo apunta a una quedada- cuando los napolitanos viajaban a Génova y los romanos a Milán. La turba mantuvo cortada la autopista durante varios minutos y llegaron a registrarse colas kilómetricas en la autopista.
Un mes después de esa batalla campal, ultras del Estrella Roja aprovecharon el doble enfrentamiento de su equipo de baloncesto en la Euroliga frente a la Virtus de Bolonia y el Olimpia Milano para alargar su estancia en Italia, reunirse con los ultras del Nápoles y realizar una emboscada a los radicales romanos a la conclusión de un Roma-Empoli de cuya victoria dieron fe poco después. Ya en Serbia, durante la disputa de un partido de liga, los ultras del Estrella Roja mostraron una gran pancarta con el lema Fedayn que minutos después quemaron en el mismo graderío.
DISTURBIOS EN DONOSTIA
La Ertzaintza, cuyos responsables mantuvieron con la UEFA y los distintos clubes, las pertinentes reuniones previas a cada gran competición, ya conoce bien a los ultras de la Roma, que el pasado mes de marzo se hicieron notar en las calles de Donostia, coincidiendo con el partido de vuelta de los octavos de final de la Europa League. Entre los 1.800 aficionados romanos que se desplazaron a la capital donostiarra se encontraban unos 200 ultras que provocaron incidentes y se enzarzaron en una pelea con radicales de la Real minutos antes del inicio del partido y a las puertas del estadio de Anoeta