El Mirandés se ha convertido en los últimos tiempos en una especie de sucursal para el Athletic. No en vano, el conjunto burgalés, que se ha consolidado en LaLiga Hypermotion, asoma como destino prioritario para cesiones de valores rojiblancos, como ocurrió en su día con Iñigo Vicente, hoy futbolista del Racing de Santander; Dani Vivian, que dejó en Anduva una profunda huella para erigirse a su vuelta en un fijo con los leones; Imanol García de Albéniz, que este verano ha fichado por el Sparta de Praga; Beñat Prados, que se confirmó en Miranda para ser una habitual el curso pasado para Ernesto Valverde; o Javi Martón, que también cumplió con su cesión la liga anterior y que espera quedarse en la primera plantilla del Athletic. En las últimas fechas, son dos los cachorros que han cerrado su cesión al equipo que dirige el italiano Alessio Lisci. El primero fue Urko Iruretagoiena, Izeta, pichichi del Bilbao Athletic, que firmó el pasado jueves por el Mirandés y hoy ha sido Hugo Rincón, que se reencontrará con su compañero en el filial rojiblanco.
Hugo Rincón (Valtierra, 27 de enero de 2003) llega al conjunto de Anduva una semana después de sellar su renovación con el Athletic hasta 2028 y consuma así su salto a Segunda División una vez que no tenía asegurados los minutos con Valverde, que ha contado con el lateral derecho en cinco amistosos de la pretemporada, el último precisamente el que jugó el sábado ante el Stuttgart alemán y en el que completó la primera hora de partido. El navarro está considerado uno de los valores más cotizados en Lezama, donde recaló en edad cadete procedente de Osasuna, para ir quemando etapas en los dos juveniles rojiblancos, subir al Basconia y de ahí a destacar en las dos últimas campañas en el Bilbao Athletic, con el que logró en mayo el retorno a Primera RFEF y con el que anotó tres goles. El de Valtierra, por tanto, dispone de la oportunidad de crecer en una categoría muy exigente y ganarse su regreso al Athletic.