El mes de enero, cargado de partidos con la celebración de hasta tres rondas de Copa sumado a un campeonato de liga que no ha cesado su actividad, le ha pasado factura al Athletic. También a muchos de sus rivales, pero el análisis que toca en estas líneas se ciñe exclusivamente al conjunto rojiblanco. El mes que finaliza mañana ha dejado siete encuentros en solo 25 días y, aunque no puede pasarse por alto que el equipo ha ganado cinco de esos encuentros –tres en Copa y dos en liga–, el desarrollo de los acontecimientos en sus dos últimas salidas ligueras, Valencia (derrota) y Cádiz (empate), ha eclipsado en buena medida el subidón que supuso el pase a las semifinales del torneo del K.O. No tanto por el qué, los resultados, como por el cómo, pues la imagen ofrecida por los leones, especialmente en el Nuevo Mirandilla, bien merece una reflexión.

En Mestalla, donde el Athletic pudo perfectamente sumar un punto, pues creó suficientes ocasiones como para haber contrarrestado el tanto de Hugo Duro, los leones estuvieron lejos de su mejor versión. Se podría asegurar que este curso el Valencia es el equipo que mejor ha sabido frenar a los bilbainos, que rescataron un empate in extremis en el partido de la primera vuelta gracias al oportunismo de Alex Berenguer, y que en Mestalla tampoco pudieron sacar a relucir su mejor versión: esa en la que la intensidad y la velocidad están a la orden del día.

Pero si a orillas del Turia las cosas no le fueron bien al Athletic, bastante peor resultó su desempeño frente al Cádiz. Mauricio Pellegrino entendió a la perfección cómo hacer daño a su rival en el que fue su estreno al frente del banquillo gaditano. Minimizó riesgos y buscó la portería de Unai Simón a base de balones largos. Así, evitó que su rival le pudiera recuperar la posesión cerca de su área; del resto, de impedir que el Athletic pudiera explotar su velocidad, se encargó el propio conjunto rojiblanco, al que le faltó finura para asociarse.

Todo ello se tradujo en una incapacidad manifiesta para generar peligro ante la portería rival, hasta el punto de que Conan Ledesma no tuvo que intervenir ni en una sola ocasión. Ocho días atrás, Giorgi Mamardashvili al menos sí tuvo que trabajar e incluso se lució ante Unai Gómez, pero como frente al Cádiz, el Athletic tampoco fue capaz de hacerle gol al Valencia.

Con esos dos roscos consecutivos ante la portería rival, son ya seis los encuentros en los que los rojiblancos no han visto puerta en la presente liga. Cinco de ellos lejos de San Mamés: Mallorca, Real Sociedad, Barcelona, Valencia y Cádiz; y solo uno en casa: Real Madrid.

La buena renta adquirida en las jornadas previas ha compensado la suma de un único punto sobre los seis que se han repartido, pero el encuentro de este viernes ante el Mallorca se presenta como una bonita oportunidad para hacer ver que se trata de un par de accidentes aislados y no de un cambio de dinámica. A lo largo del presente curso, además, solo en otras dos ocasiones ha enlazado el Athletic dos partidos sin ganar: Getafe (0-0) y Real Sociedad (3-0) en las jornadas 7 y 8; así como Barcelona (1-0) y Valencia (2-2), en las jornadas 10 y 11.

Rotaciones

Las apreturas del calendario, comprimido al límite en el mes de enero, han derivado en lesiones de mayor o menor trascendencia pero que han obligado a Ernesto Valverde a tirar de fondo de armario. Solo Imanol García de Albéniz y Dani García, este último por lesión, aunque está ya de vuelta e incluso viajó a Cádiz con el equipo, no han tenido minutos en los siete partidos celebrados en enero. Un mes en el que un total de nueve futbolistas se han quedado fuera de al menos una convocatoria por fuerza mayor. A saber: Iñigo Ruiz de Galarreta, Dani García, Yeray Álvarez, Mikel Vesga, Óscar de Marcos, Gorka Guruzeta, Imanol García de Albéniz, Alex Berenguer e Iñaki Williams.

Por lo general, los menos habituales han respondido. Por ejemplo, Asier Villalibre firmó sendos dobletes en Copa ante el Eibar y el Alavés; Unai Gómez ha aportado mucha entrega y carácter saliendo desde el banquillo; Beñat Prados ha tirado abajo la puerta y está en condiciones de hacerse con un hueco en el once; Berenguer sumó goles en ausencia del mayo de los Williams; y Mikel Jauregizar, por citar a uno de los jóvenes, ha dejado detalles de su calidad. Claro que los siete cambios que Valverde introdujo en Cádiz con respecto al duelo copero no dieron resultados; tampoco mejoraron mucho las cosas los más habituales cuando saltaron al campo en la segunda mitad.

Resultados e imagen a un lado, la noticia más positiva que deja la cita ante el Cádiz es la reaparición de Yeray casi cuatro meses después de lesionarse. El central ofreció un buen nivel tras muchas semanas de trabajo en solitario y no acusó la inactividad. Su regreso a los terrenos de juego se entiende como la mejor noticia después de dos partidos grises en liga. Que parezcan un accidente.

En San Mamés

Buenos números ante el Mallorca

16 de los últimos 18 puntos. El Athletic ha sumado 16 de los últimos 18 puntos que ha disputado en San Mamés ante el Mallorca, que el viernes visita La Catedral. El 0-0 registrado en la primera jornada de la pasada temporada evitó el pleno rojiblanco en esas seis últimas citas en la capital vizcaina de un conjunto bermellón a que hasta entonces había encadenado cinco derrotas consecutivas. El último triunfo balear en Bilbao se remonta al 2 de mayo de 2010 cuando el equipo entrenado por Gregorio Manzano venció por 1-3 en un partido en el que Fernando Llorente marcó para los locales y Gonzalo Castro, José Nunes y Aritz Aduriz, que luego volvería al Athletic, lo hicieron para los visitantes.