Imanol García de Albéniz ha sido este miércoles el protagonista en los micrófonos de La Movida Deportiva de Onda Vasca aprovechando el parón por los compromisos internacionales. El de Gallarta ha disputado esta temporada los primeros minutos con la elástica rojiblanca tras completar el pasado curso en el Eibar. Olvidada ya la rotura del tendón de aquiles que le mantuvo varios meses alejado del césped, el lateral izquierdo, de 23 años, se encuentra muy motivado para seguir quemando etapas dentro del club. Además, su faceta solidaria está muy presente en su día a día.

Desde pequeño, García de Albéniz ha estado muy concienciado con la causa saharaui. A través de la asociación Beti Abanto Saharekin, el rojiblanco ha apostado por nutrir de material deportivo a la escuela Ittihad en los campamentos de refugiados del Sáhara. Desde hace dos años, este proyecto deportivo estríctamente futbolístico surgió como medida para ayudar a la juventud que vive en las distintas wilayas de los campamentos. "Con muy poco son muy felices, allí no tienen de nada, juegan descalzos sobre piedras y arena, nosotros no duraríamos ni un minuto allí. Soy de los que menos hace porque al final los que trabajan de verdad son toda esta gente de la asociación, yo desde mi posición intento ayudar con material", ha explicado el lateral.

Del frontón al campo de fútbol

Con 9 años, en primer año de alevín, llegó a la factoría rojiblanca con el objetivo de ir creciendo como futbolista después de "probar unos años en el frontón". "En Lezama entrenábamos cuatro días a la semana y era incompatible, salía de jugar y rápidamente me tenía que ir a comer y después al frontón", ha recordado García de Albéniz. 

Uno de sus referentes es Aitor Larrazabal. En una charla con él, el de Loiu le comentó de forma informal "que era más fácil llegar a la élite como lateral" y se centró en seguir progresando de nivel en esa posición, que había venido desempeñando desde años atrás.

Tras varias cesiones en las que ha demostrado un gran nivel, volvió a Lezama con una mala experiencia. Su rotura del tendón de aquiles fue "un momento muy duro" pero muy útil a la hora de ganar enteros para la élite. "Tengo un gran futbolista delante como es Yuri Berchiche y cuando me lesioné fue el primero en interesarse por mí, preguntó a los médicos y siempre se acercó a mí para preguntar cómo estaba. Yo me puse el objetivo de estar disponible para la primera jornada de liga y por suerte lo cumplí gracias a los grandes profesionales que hay en Lezama", ha rememorado el de Gallarta.