La enfermería del Athletic, que estuvo bastante ocupada durante la pretemporada y el inicio del curso, parece ir a poco aligerándose. Una buena señal, pues Ernesto Valverde recupera efectivos, algunos de ellos con peso en el equipo, de cara a las próximas jornadas, con cinco encuentros concentrados en cuatro semanas antes de que la liga pare de nuevo el tercer fin de semana de octubre por los distintos compromisos de las selecciones. La semana sin competición ha permitido acumular más carga de trabajo a Yeray Álvarez, a quien se le espera para su estreno este sábado ante el Cádiz, hecho que aún no está confirmado al 100%. Una cita a la que podría llegar también Óscar de Marcos, con problemas en el tobillo que le impidieron jugar ante Betis y Mallorca. A la espera de que ambos tengan el visto bueno de los servicios médicos, la única baja segura a día de hoy para recibir al conjunto gaditano sería la de Peru Nolaskoain, si bien habrá que aguardar para ver cómo evoluciona el lateral de Biasteri y el central de Barakaldo. Por lo pronto, ambos iniciaron el entrenamiento de ayer, el primer tras tres días libres, aunque se desconoce si lo completaron, pues únicamente se desarrollaron a puerta abierta los primeros quince minutos de la sesión.

El regreso de Yeray se intuye próximo, toda vez que la semana pasada ya realizó mucha parte del trabajo grupal sin aparentes problemas y el propio Valverde dejó caer en alguna de sus comparecencias que su regreso podría darse para después del parón. Así, Cádiz podría ser prácticamente con total seguridad el kilómetro cero para el central de Barakaldo, que aún no ha podido debutar esta campaña tras un verano atípico.

Después de varios meses arrastrando molestias en el pubis, afección que en los últimos años ha traído por la calle de la amargura a un puñado de futbolistas del Athletic, Yeray pasó por el quirófano en el Hospital San Juan de Dios el pasado 31 de mayo. Apuró con un tratamiento conservador, hasta que finalmente, en consonancia con los servicios médicos del club, decidió operarse. Jugó por última vez en Vila-real, en la trigésimo cuarta jornada, celebrada el 13 de mayo. Se perdió los cuatro últimos partidos del curso y puso fin a la temporada antes de lo que le hubiese gustado.

La operación se desarrolló sin mayores contratiempos y pasó el inicio de las vacaciones y parte de la pretemporada recuperándose de la misma. No viajó a México con el grueso de la plantilla para continuar con su puesta a punta en Lezama. Todo parecía ir sobre ruedas, hasta que el pasado 27 de julio no pudo completar el amistoso ante el Racing. El central jugó poco más de media hora antes de tener que dejar su puesto sobre el verde. El club informó cuatro días después que este padecía “una sobrecarga en el aductor derecho” que, a tenor del tiempo que le ha mantenido apartado de los terrenos de juego, ha sido mucho más complicada de lo inicialmente previsto.

Ahora, mes y medio después, Yeray Álvarez parece ver la luz al final del túnel. Si llega a tiempo, como así parece, para medirse este sábado al Cádiz, Valverde recuperará al que está llamado a ser el líder de la defensa tras la marcha de Iñigo Martínez. A sus 28 años, en plena madurez deportiva, es el más veterano de los tres centrales con los que cuenta el técnico. Pese a su aún joven edad, las muchas vivencias que le ha tocado vivir le han aportado un plus de experiencia que traslada al terreno de juego.

Cambios en defensa

El más que posible regreso de Yeray y De Marcos al equipo implicaría que Valverde alineara una nueva defensa, la quinta en otras tantas jornadas de liga. Dani Vivian y Aitor Paredes han asomado en los cuatro onces iniciales hasta el momento, si bien se entiende que uno de los dos dejaría paso a Yeray una vez que se recupere; mientras que en los laterales han ido alternando entre Iñigo Lekue, De Marcos, Imanol García de Albéniz y Yuri Berchiche.