Ayer se concretó el fichaje de Aymeric Laporte por el equipo árabe Al Nassr. El central zurdo de 29 años recala en su nuevo destino previo ingreso en las arcas del Manchester City de una cantidad que oscila entre los 25 y 30 millones, y se compromete para las tres próximas campañas, en las que cobrará un total de 75 millones. Laporte se sometió al pertinente reconocimiento médico y está por ver qué tipo de escenificación escogen los rectores del Al Nassr para anunciar su incorporación a una plantilla que cuenta ya con un buen puñado de estrellas del fútbol europeo, con Cristiano Ronaldo al frente.

La noticia estaba al caer, era cuestión de tiempo que Laporte procediera a dar un giro radical a su carrera, después de cinco campañas y media a las órdenes de Pep Guardiola, quien en su día apadrinó su adquisición del Athletic a cambio de 65 millones. La competencia en el City, acentuada por la reciente compra al R.B. Leipzig por 90 millones del croata Josko Gvardiol, habría precipitado una operación que el Al Nassr intentó cerrar mes y medio atrás. Entonces, Laporte rechazó una oferta de 20 millones anuales, que ahora se convierten en 25.

Antes de dar su OK para volar a Arabia, Laporte quiso conocer si dicho movimiento podría influir en su futura presencia en la selección de España, con la que compite en calidad de titular desde junio de 2021. La respuesta que recibió de Luis De La Fuente despejó su última duda antes de firmar el nuevo contrato.

Bastaría con un simple vistazo a las cifras para comprender que la posibilidad de que Laporte regresase al Athletic era totalmente infundada. No obstante, en los últimos meses, especialmente a raíz de confirmarse la marcha de Iñigo Martínez al Barcelona, se venía alentando un leve rumor, una especie de expectativa al respecto que, de manera subliminal, iba calando en sectores de la afición rojiblanca. Huelga afirmar que Ibaigane se ha limitado a asistir a los hechos relatados desde la barrera. Laporte nunca ha sido tentado por el Athletic, que jamás estaría en condiciones de competir en una supuesta puja con los pretendientes de primer nivel que revoloteaban sobre el jugador.

Al margen de que no se hubiese entendido después de que la directiva de Jon Uriarte se negase en redondo a realizar siquiera un simple contacto con Iñigo para tratar de ampliar su vínculo. Cerrarse en banda a la opción de amarrar a una figura bajo su disciplina para ir a buscar fuera, a la Premier nada más y nada menos, a otra más costosa, hubiese figurado en los anales de la ciencia ficción.

Dejar caer que Laporte estaba ahí, a tiro, aprovechando la circunstancia de que acabaría cambiando de aires este verano, posee similar credibilidad al de otro par de casos que asimismo han sonado: Azpilicueta, que ha dejado el Chelsea por el Atlético de Madrid, y David García, que permanece en Osasuna. Este segundo, posee una cláusula de 20 millones que, sumados a la ficha por cuatro o cinco campañas, disparaban el asunto hasta casi los 50 millones.

Números sin encaje posible en la economía actual del Athletic, que deportivamente se ha debilitado, no en vano perdió al líder indiscutible de la zaga. A fecha de hoy, esto se traduce en que dispone de tres centrales específicos, Yeray, Vivian y un Paredes con 19 encuentros en la élite. Luego aparecen Nolaskoain, que prefiere jugar de centrocampista, y Prados, que es un centrocampista, a modo de soporte de urgencia. Está también en la recámara Egiluz, del filial. Este es el panorama, frágil, como se demuestra en el arranque de la competición, con Yeray, el más contrastado, en el dique seco por una lesión.

Unai Nuñez trata de detener a Óscar de Marcos Juan Lazkano

Comentar que el Athletic ni siquiera se ha planteado recuperar a Unai Nuñez, cedido en el Celta, donde es titular fijo. Aún a sabiendas de que Iñigo Martínez volaría, el club comunicó a principios de junio que Nuñez iba a prorrogar su estancia en la entidad viguesa, que a partir del próximo curso puede quedarse definitivamente con el jugador si abona siete millones. O sea que, en un contexto de precariedad objetiva, el Athletic da por amortizado a un central con recorrido en Primera, prefiere canjearlo por ese dinero. Es obvio que a Ernesto Valverde no le convence en absoluto.

Nada más publicarse el acuerdo de Laporte y el Al Nassr, casi sin dejar que la noticia botase, han empezado a sonar más candidatos a la demarcación de central. El primer nombre es Unai Bilbao, de 29 años, que dejó el filial rojiblanco en 2018 y milita en el Atlético San Luis de la liga mexicana. En el inicio del verano ya se manejó la identidad de algún meritorio más, como Rubén Alvés, del Racing Santander. La cosa es que el vuelo de globos sonda pinchados se interrumpe con el fin del culebrón de Laporte.