El Athletic Club emitió ayer un comunicado bajo el epígrafe “Situación médica de Ander Herrera”, donde se comenta el estado físico actual del jugador y se desgrana la sucesión de contratiempos que ha sufrido desde su llegada a Bilbao el pasado mes de agosto. La nota subraya que se trata de lesiones frecuentes y habituales en el fútbol de élite, después de afirmar que el jugador fue examinado en verano al incorporarse procedente del Paris Saint Germain y aludir asimismo a que se valoró su historial clínico en los equipos en que militó previamente, para concluir que “es apto a todos los efectos para la práctica del fútbol profesional”.

La explicación completa de los servicios médicos es como sigue: “A finales de agosto, el Athletic Club cumplimenta y firma el examen de aptitud deportiva del jugador al comprobar tanto por los exámenes realizados a su llegada (27 de agosto de 2022) en las instalaciones de Lezama como por el historial clínico y deportivo remitido por sus anteriores clubes que el jugador es apto a todos los efectos para la práctica del fútbol profesional”.

La conclusión resulta de lo más tranquilizadora, aunque en realidad no cabía dudar de que en su día los servicios médicos de la entidad hubiesen procedido a comprobar que Herrera podía desempeñar el trabajo para el que fue captado por la directiva de Jon Uriarte. El problema nace de que el propio futbolista, unas horas antes explicaba en un escrito que estaba pasando “por el momento más difícil” de su carrera. Y añadía: “Hace algo más de un año comencé a tener problemas musculares reiterativos de los cuales no consigo recuperarme”.

Esto es, según Herrera, el origen de sus males abarca la totalidad de 2022 y lo que se ha consumido de 2023. Deja caer que “en ocasiones se me ha pasado por la cabeza tirar la toalla”, para a continuación asegurar que “no me lo perdonaría”. Termina su confesión de este modo: “Voy a seguir buscando soluciones y trabajando para hacer lo que más me gusta”.

A las bajas que Herrera acumuló en su anterior destino, el PSG, hay que agregar las siguientes vistiendo ya los colores del Athletic: lesión muscular leve en aductor mediano derecho (10 de septiembre), lesión muscular isquiosurales lado derecho (23 de octubre), lesión muscular bíceps femoral lado derecho (3 de noviembre), lesión muscular bíceps femoral lado izquierdo (13 de diciembre) y lesión muscular semitendinoso lado derecho (10 de febrero). El total de los días que Herrera ha pasado de baja debido a las dolencias enumeradas es de 79.

La nota adjunta un aspecto informativo más: “Herrera ha estado a disposición del entrenador en 17 partidos, ha causado baja por lesión en 8 y, además, no ha podido participar por sanción en uno”. Y a continuación figura la autoría de la misma: “Servicios médicos del Athletic Club”.

Pero no acaba ahí, pues debajo de la firma hay un último párrafo que reza así: “Desde el conjunto del Athletic Club deseamos trasladar todo nuestro apoyo y fuerza a Ander Herrera para que complete su proceso de recuperación física de la mejor forma posible. Somos conscientes de que para un jugador, y más con el compromiso e implicación como el suyo, es una situación difícil de llevar emocionalmente pero sabemos que volverá y que tiene todo el apoyo de la familia rojiblanca”. De autor desconocido. No obstante, no se hizo esperar el mensaje de agradecimiento del propio Ander Herrera (“Una vez más, siento vuestro respaldo, cariño y apoyo. Seguiré peleando a muerte por devolverlo”) en respuesta al redactado en nombre de “el conjunto del Athletic Club”.

PASO EN FALSO

Parece que la reacción institucional a las críticas y dudas que suscitó Herrera con sus confesiones, por no mentar el desconcierto que provocaron, se ciñe a la nota que acapara el grueso de este artículo. Tiene pinta de que ningún portavoz autorizado, ya sea de la directiva, responsable directa de la contratación de Herrera, o del organigrama deportivo, y viene a la cabeza de inmediato la figura del Director General de Fútbol, Mikel González, va a intervenir públicamente en un asunto con una elevada carga de polémica.

Metidos ya en pleno marzo, la constatación de que el refuerzo estrella de la temporada se ha revelado como un paso en falso de los gestores del Athletic es imposible de rebatir. Indican los médicos que Herrera ha podido jugar 17 de los 29 encuentros oficiales que ha disputado el equipo porque en cada uno de ellos contaba con el alta. En realidad, se perdió las tres primeras jornadas de liga porque aún no se había instalado en Bilbao. Pero de los 17 que podría haber jugado, solo lo ha hecho en once.

De esos once, no ha podido completar ni uno solo, pese a que figuró de inicio en media docena. Su estadística se corresponde con la de un suplente que juega esporádicamente: suma 468 minutos entre Liga y Copa, por lo que su media por partido jugado es inferior a los 45 minutos. Y gracias, porque buena parte del parón por el Mundial le pilló en la enfermería.