El árbitro influyó poco
Un partido tranquilo. Isidro Díaz de Mera Escuderos pasó desapercibido en San Mamés. El colegiado castellano-manchego tuvo todo a su favor hasta el segundo gol del Athletic, porque hasta entonces el Girona fue claro dominador y los jugadores de los dos equipos ayudaron sobre el terreno de juego.
Sacó alguna tarjeta de más
No se arrugó con el descuento. Con cinco tarjetas amarillas para cada equipo -también la vio Valverde por protestar-, es verdad que alguna amonestación le sobró al colegiado. Pero estuvo correcto al añadir algún minuto más en el descuento ante las descaradas pérdidas de tiempo de los jugadores del Girona.
Hay que ser más pillos
Regalar faltas. Los jugadores del Athletic, con el resultado en contra y en busca del empate a la desesperada, como ocurrió en la recta final del encuentro, no pueden realizar faltas absurdas y claras que son evitables, y más aún si son en el descuento, con rivales tirándose al suelo.
