LA Real, que aguarda la visita del Athletic, acertó de lleno con el fichaje de Brais Méndez (Mos, 7-I-1997) el pasado verano, pues el centrocampista gallego se ha erigido en la principal baza ofensiva de un equipo que desembolsó 14 millones de euros para pescarlo del Celta de Vigo. Firmó hasta el 30 de junio de 2028, convirtiéndose así en el jugador txuri-urdin con el contrato más largo en vigor, además de ser la segunda incorporación más cara en la historia del club donostiarra por detrás del también centrocampista y actualmente capitán del equipo Asier Illarramendi, por cuya vuelta al club la Real tuvo que abonar 16 millones de euros al Real Madrid en 2015.

Apenas seis meses han bastado para que la fuerte inversión realizada en el de Mos se antoje incluso barata, toda vez que Brais ha superado todas las expectativas hasta el punto de sumar diez goles y siete asistencias en media temporada. Se trata ya del curso más productivo de su carrera profesional en términos goleadores, dado que su techo estaba en los nueve tantos firmados con el Celta en el ejercicio 2020-21. En el arranque de dicha campaña consiguió el gallego debutar en partido oficial con la selección estatal absoluta después de estrenarse en un amistoso en noviembre de 2018 con solo 21 años. Futbolista de “magia, talento y desparpajo” como le definió la Real al anunciar su fichaje, el actual portador del dorsal 23 del cuadro donostiarra vuela sobre el verde en medio de un ecosistema futbolístico que le va como anillo al dedo.

Necesitado de balón para sentirse cómodo y poder entrar en calor a base de continuas asociaciones con sus compañeros a fin de explotar unas cualidades impulsadas por su notable capacidad para llegar a zonas de remate, Brais ha visto portería desde el inicio del curso ante Elche, Manchester United, Getafe, Espanyol, Girona, Villarreal, Omonia, Sevilla, Coria y Osasuna. Sumamente rápida y efectiva, así las cosas, ha sido su adaptación a una lanzada Real en la que forma parte del rombo que completan en la medular Martin Zubimendi, Mikel Merino y David Silva. Como interior actúa Brais, quien no solo esta destacando con el balón en su poder.

También en el repliegue ha crecido en su primera temporada a las órdenes de Imanol Alguacil. Su sacrificio defensivo en beneficio del colectivo, uno de sus debes durante su estancia en Vigo, está fuera de toda duda en la Real como demuestra el hecho de que sea el sexto jugador que más faltas comete en LaLiga. Tras ver la quinta tarjeta amarilla en el derbi contra Osasuna, el gallego se perdió de hecho la visita txuri-urdin del pasado domingo al Almería (0-2). No estuvo por sanción el talentoso futbolista de Mos, que volverá al once inicial ante el Athletic en su primer derbi con los rojiblancos enfrente.

PRIMER GOL EN SAN MAMÉS

Con la experiencia de haber jugado un derbi gallego frente al Deportivo en el pasado, Brais se medirá a un rival contra el que guarda un inolvidable recuerdo. En San Mamés, el 31 de marzo de 2018, se estrenó no en vano como goleador con el Celta en un choque que concluyó en tablas (1-1). Es el único tanto que suma el ahora jugador de la Real en sus nueve enfrentamientos con el Athletic, en los que proyecta además una asistencia.

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En términos colectivos colecciona tres triunfos, tres empates y otras tantas derrotas ante los rojiblancos, ante quienes volverá a fajarse mañana con el escudo txuri-urdin luciendo en el pecho mientras vuela en el campo en la que ya es su mejor temporada a nivel individual.

La cifra

14

Son los millones de euros que abonó la Real al Celta para reclutar el pasado verano a Brais Méndez, el segundo fichaje más caro en la historia del club donostiarra por detrás de Asier Illarramendi, cuya vuelta a Donostia procedente del Real Madrid costó 16 millones en 2015.