Al igual que en el comienzo de la campaña anterior, en la vigente Iñigo Lekue está desempeñando un papel relevante. Valverde le ha alineado de salida en ocho de los nueve partidos en que ha participado. Ha vuelto a aprovechar la oportunidad para demostrar sus condiciones, con la particularidad de que esta vez actúa a pie cambiado, en la banda izquierda, detalle que no le ha impedido ofrecer un buen rendimiento. Una realidad que sin embargo no le ha librado de recibir las típicas críticas que suelen cebarse en quienes no gozan de la vitola de titular. Asegura que lo tiene asumido y priorita su satisfacción personal por el hecho de sentirse útil al equipo. Esto es lo que considera que, a punto de cumplir los 30 años, le avalaría para renovar el contrato que concluye el próximo mes de junio.

Esta semana anda con algún problema físico, se ha ausentado en alguna sesión.

Sí, no ha sido gran cosa, he tenido una contractura en la espalda. El miércoles no me entrené por precaución, pero tanto el jueves como el viernes lo he hecho con normalidad, con el grupo.

Bueno, viene el equipo de hacer un partido realmente malo en el Camp Nou, pero más preocupante es el balance de las últimas jornadas, donde solo ha sumado dos de doce puntos.

Si en una buena racha el objetivo es prolongarla cuanto se pueda, en este caso que es mala, tanto en los marcadores como en los puntos conseguidos y no tanto en las sensaciones que hemos tenido, la idea es cambiar el signo lo antes posible. Y esto se conseguirá si recuperamos la dinámica de juego que hemos llevado con la excepción del día del Barcelona.

Pero más que esto último, que es un partido donde la derrota se asume como muy probable, aunque escociesen las formas, lo que afea el mes de octubre son los empates a domicilio en Sevilla y Getafe.

“Sobre las rachas debemos ser más reflexivos, acostumbrarnos a surfear todas las olas, sean buenas o malas, si no te ahogas”

Es verdad que contra el Sevilla nos costó empezar, encajamos y para cuando nos amoldamos al partido ya estábamos perdiendo. En la segunda parte creo que hicimos juego y ocasiones como para haber ganado, aunque también es verdad que al final hubo una jugada que pudo suponer la derrota. En Getafe, más de lo mismo, en el sentido de que hicimos concesiones porque nos adelantamos dos veces y no supimos resolver el partido. Un fallo mío, un resbalón, nos costó el segundo empate y a pesar de que en el tramo final tuvimos algunas oportunidades, no se pudo ganar. En los dos podríamos haber sacado algo más y contra el Atlético pienso que lo justo hubiera sido un empate. Ellos estuvieron a buen nivel, pero como colectivo también nosotros.

¿Realmente piensa que un resbalón se puede calificar como un fallo?

Sí, se puede ver así.

¿No será más bien un accidente?

Sí, es un accidente, pero en esta ocasión con la mala suerte de que a raíz de esto nos metieron un gol.

Se miraba con cierta prevención a octubre, por la entidad de los adversarios, y los malos augurios se han confirmado después de muchas jornadas de alegrías y hasta euforia. Es como si el globo se hubiese desinflado.

“El Villarreal no es una incógnita, sabemos qué equipo es, los buenos jugadores que tiene y también conocemos a Setién”

Por un lado, entendemos y compartimos la ilusión que en el entorno genera una buena dinámica y el hecho de tener una posición destacada en la clasificación. También entendemos que se desvanezca en el ambiente ese ímpetu inicial, esa ilusión a la que me refería. Pero nosotros tenemos que intentar estar un poco al margen de todo esto, ser un poco más reflexivos y acostumbrarnos a surfear todas las olas tal y como lleguen, las buenas y las malas. Si no te ahogas.

Del partido de mañana se dirá que es uno de esos donde no se puede fallar.

No lo creo. Claro que influye la importancia del rival y que son tres puntos muy importantes, pero no es un partido definitivo.

¿Qué opinión le merece el Villarreal?

No lo calificaría de incógnita porque sabemos qué equipo es y qué jugadores tiene. Al cambiar de entrenador esta semana y ser él también conocido, podemos imaginar qué será lo que nos planteará, pero debemos centrarnos en lo nuestro, solo de esa forma estaremos más cerca de sumar los tres puntos.

Hace unos días realizó unas declaraciones donde mostraba su incomodidad por determinadas valoraciones que se hacen sobre su persona.

Se sacó un poco de contexto lo que dije y puede que se extrajesen conclusiones sobre mi persona que a lo mejor no son acertadas o están equivocadas.

¿Qué es lo que quiso transmitir?

“He intentado ser suplente de la mejor manera posible y cuando he sido titular también creo que estoy dando un buen nivel”

Me refería a que un mismo jugador durante su trayectoria atraviesa por diferentes momentos. Puede ser suplente o titular y decía que cuando me ha tocado ser suplente he intentado serlo de la mejor manera en que he sabido y cuando he sido titular también creo que he dado y estoy dando un buen nivel.

No es una novedad que la vara de medir sea diferente en función del nombre del futbolista que se juzga.

No, ya sé que toda la vida ha sido así, como para no asumirlo.

Lo cual no deja de ser una injusticia.

El término justicia se diluye mucho. Al final se trata de que el equipo funcione esté quien esté en el campo, de que todos aprieten al máximo.

No obstante, ese diferente rasero con que apechugan algunos no deja de ser una carga extra de presión.

No pienso que sea una presión añadida, estamos acostumbrados a todo lo que se genera en torno al fútbol. Somos profesionales expuestos a la opinión pública y el debate no deja de ser un elemento más que hace que este deporte sea tan entretenido.

Pero el futbolista está en su derecho de reivindicarse si estima que no es tratado con cierta ecuanimidad.

No puedo decir nada más sobre este tema. Al final, es el entrenador la persona encargada de decidir y también él está expuesto a las opiniones que proceden del exterior y a la polémica. Es quien tiene que elegir.

Después de varios años sin hacerlo, por lesiones y otras cuestiones, poder jugar de seguido debe ser muy reconfortante.

“El balance económico no es culpa nuestra, si el dinero entra es por las televisiones o porque los dirigentes invierten”

Es evidente, y ya lo dije en la pasada temporada, que cuando llevas mucho tiempo sin competir con asiduidad, tener varios partidos consecutivos jugando casi todos los minutos y rindiendo bien supone una satisfacción personal muy grande. Esto que estoy diciendo no va más allá de lo que todos queremos: ser habituales y dar una buena medida. Pero, como decía, hay momentos en que no es así y entonces no te queda otra que estar preparado para no siendo titular poder llegar a serlo cuando se den las condiciones.

A la conclusión de este curso, acaba contrato. ¿Expectativas?

Sobre esto diría que un baremo adecuado es el de la utilidad. Cualquier jugador aspira a ser útil en el vestuario y en el campo, y yo me siento así. Compruebo en el vestuario que mis compañeros me tienen en cuenta y en el campo compito cada día con lo mejor que tengo. En lo profesional, el objetivo máximo que trato de alcanzar es estar al servicio del equipo, serle útil.

¿Se ha dirigido el club a usted para hablar de su futuro?

No, yo de momento no sé nada. Mi objetivo es seguir como hasta ahora, es como pretendo seguir hasta el último día que pase en el Athletic.

¿Confía en renovar?

Quiero renovar. Quiero seguir aquí todos los años en que eso sea beneficioso para el club y desde luego la decisión no es exclusivamente mía, hay otra parte en esto. Todo se fundamenta en el rendimiento, en los resultados deportivos.

En principio, el contexto le es favorable por edad, va a cumplir los 30 y en los puestos en que suele actuar hay gente bastante más veterana.

“Con Ernesto el equipo presiona más arriba, más a pecho descubierto, y es una manera de hacer que nos representa como club”

Mira, el contexto se puede ver desde diferentes perspectivas. Por ejemplo, quién iba a decir hace un tiempo que De Marcos o Balenziaga seguirían renovando año a año y jugando como lo hacen. Ahí está De Marcos jugando todos los partidos y bien además. En el fútbol nunca se sabe, por ello no me debo obsesionar con que me van a renovar o no, sino dedicarme a rendir y si los responsables quieren que siga que lo pueda hacer.

En año y medio expiran los contratos de la mayor parte de la plantilla.

Así es. La dirección deportiva deberá tomar decisiones y esperemos que sean positivas para el club.

Acaba de celebrarse la Asamblea Ordinaria y si un mensaje se ha repetido hasta la saciedad es que el costo de la plantilla acapara la totalidad de los ingresos. ¿Lo comentan entre los jugadores, qué opina al respecto?

Al margen de que de alguna manera se esté hablando de nosotros, la función que nos compete es la que es, estar implicados en la faceta deportiva. En los temas institucionales quien decide es Ibaigane.

Pero se sienten aludidos.

No creo que nos lo estén imputando a nosotros, ni que el balance económico sea culpa nuestra. El fútbol va como va. Muchas veces te paras a pensar en que estamos metidos en una burbuja, pero es que el dinero entra en el fútbol, ya sea por las televisiones o porque hay dirigentes que invierten su dinero.

Y algún día la burbuja puede desinflarse o explotar.

Soy consciente de eso, pero es nuestra profesión y si el mercado está como está no es por nosotros.

Cambiamos de tema. El estilo del equipo: ahora el Athletic propone algo diferente a lo que ha estado haciendo en años precedentes.

“Quién diría hace un tiempo que De Marcos o Balenziaga irían renovando y jugando como lo hacen, en fútbol nunca se sabe”

Tampoco hablaría de que ha habido un cambio radical en la forma de jugar. Marcelino y Ernesto son técnicos distintos que tienen a su cargo un mismo equipo e introducen sus matices. Con Ernesto el equipo presiona más arriba, más a pecho descubierto como se suele decir y es una manera de hacer que nos representa como club, como equipo, y que se amolda a los jugadores que tenemos. La idea es buscar portería y de forma repetida porque cuantas más veces lleguemos arriba, más opciones tendremos de meter gol.

Lo que describe sería algo más que un matiz. ¿Cómo les afecta a los que juegan atrás?

Sí, bueno lo que Ernesto nos pide es que apretemos muy arriba y en ocasiones los de atrás nos encontramos en situaciones de uno contra uno, pero también aumentan las probabilidades de robar en terreno ajeno y encerrar al rival en su campo.

En lo personal, decía un año atrás que había ido moderando su natural tendencia ofensiva, pero ahora debe percutir con frecuencia.

Con la experiencia vas notando cómo eres más selectivo a la hora de decidir si debes o no subir. Ernesto nos hace hincapié en que cuando se pueda profundizar hay que hacerlo sin dudar, pero todo tiene que hacerse con un orden. Si subes te puedes encontrar por delante del interior o del extremo, por lo que los apoyos son básicos. De ahí que se pueda ver a un interior más replegado que un lateral según en qué circunstancias. Ya digo, hay que observar un orden y desde luego no limitarse a subir una vez y punto, no, hay que insistir.

Detrás de este cambio de registro está la necesidad de hacer más goles, un aspecto donde se detecta un déficit en el último lustro, pues se ha demostrado que es inviable lograr plaza europea sin marcar más.

Sí, pero no es por el hecho de que haya un déficit. Sencillamente, para ganar todos los partidos hay que meter más goles y la mejor fórmula es jugar el mayor tiempo posible más cerca del área contraria que de la propia.