Aunque haya nueve encuentros por celebrarse, la suerte de algunos está echada. Haría falta un milagro para que a Jokin Ezkieta, Ander Capa, Alex Petxarroman, Unai Nuñez y Asier Villalibre se les iluminase el semblante y por un instante siquiera no se sintiesen desplazados, infravalorados, fuera de circulación. Los integrantes de este quinteto albergan poderosas razones para creer que han perdido un año, puesto que han jugado poco o nada. En algún caso protagonizan una caída en picado y los hay también que sencillamente no han levantado el vuelo. Mas el denominador común de todos ellos es la ausencia de oportunidades y una radical devaluación futbolística. Acaso el futuro les depare una compensación o la posibilidad de reivindicarse, pero a fecha de hoy son los desheredados de la fortuna.En el repaso de estas amargas historias, es obligado empezar por Capa, cuyo salto al vacío cabría catalogar como espectacular. Después de tres temporadas ostentando la vitola de titular, el lateral se encamina hacia un año en blanco. Cero minutos para quien la temporada anterior figuró en la alineación tipo gracias a los siguientes registros: 35 partidos, 28 titularidades, 2.397 minutos. Por mucho que Marcelino haya insistido en que la causa de su ostracismo es de índole deportiva y, por lo tanto, un asunto de su exclusiva responsabilidad, resulta imposible sustraerse al hecho de que en su día Capa no aceptase una propuesta de renovación.

El motivo de la discordia, al parecer, era la duración del nuevo contrato, a juicio del futbolista insuficiente. Los contactos tuvieron lugar tiempo atrás y, una vez expuestas las posturas, nunca se retomaron. El club estimó que había alcanzado su tope y las declaraciones de Capa, en el sentido de que él solo quería continuar ligado al Athletic y confiaba en reconducir el tema, cayeron en saco roto. Pronto se cumplirá un año de su último partido, fue el 25 de abril, contra el Atlético de Madrid en San Mamés, el número 104 como rojiblanco. No lo acabó al sufrir una rotura parcial en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha. Entonces, nadie podía vaticinar que aquello significaba, a efectos prácticos, su despedida del Athletic. Lo desconcertante es que Ander Capa ha sido incluido en 28 convocatorias y se le ha visto calentar en la banda en varias citas, cuando el técnico no tenía intención de utilizarle. Su vínculo contractual vence en junio.

Por continuar con el mismo criterio, lo adecuado es revisar ahora el caso de Nuñez, que cubre su quinta temporada en el equipo y acumula 115 actuaciones. También él se ganó una plaza entre los más empleados el año pasado: fue el séptimo, con 31 partidos, 27 titularidades y 2.557 minutos. De momento lleva 532 minutos repartidos en ocho partidos. Es innegable que su itinerario no ha sido un camino de rosas. Irrumpió en la categoría coincidiendo con una indisponibilidad de Yeray y rompió todos los registros, lo que le valió para debutar con la selección española absoluta. Luego no ha dejado de prestar sus servicios, pero a la sombra del citado Yeray e Iñigo Martínez.

EL CUARTO CENTRAL

La puntilla para Nuñez fue la repesca de Dani Vivian, tras su cesión al Mirandés. Marcelino no dudó y se decantó por promocionar al vitoriano, que sorprendió a propios y extraños con un nivel impropio en un novato. Así, fue como Nuñez bajó un puesto en el escalafón y se convirtió en la cuarta alternativa. Previamente, firmó un contrato cuya gestación se hizo de rogar, mientras los rumores sobre la existencia de diversos pretendientes, nunca confirmados, no cesaban. Lo cierto es que el tono de su porvenir en el corto plazo oscila entre el gris y el negro. Reapareció tras dos meses sin competir en Mallorca, donde se mostró muy descentrado y fue cambiado en el descanso por Yuri, pasando Balenziaga a ejercer de central. Es probable que de no mediar una urgencia, no vuelva a salir.

Sí lo hará Villalibre, otro que ha experimentado un retroceso muy elocuente al calor de los números: en la 2020-21, tuvo casi dos mil minutos, participó en 44 partidos e hizo media docena de goles; en esta, no se ha estrenado, lo cual no es de extrañar pues suma 349 minutos en 14 encuentros. Su rol está muy limitado, solo aparece en minutos sueltos, si bien no cabe obviar que las lesiones, que incluyen un par de recaídas, le han martirizado. No obstante, a estas alturas de la película ha quedado patente que Marcelino prefiere cualquier fórmula en ataque sin la presencia del ariete de Gernika. Postura que fomenta la controversia habida cuenta la contrastada ineficacia rematadora del grupo, particularmente de la gente de ataque.

Lo de Petxarroman puede valorarse como más previsible, pese a su condición de fichaje. Nunca había jugado en Primera y en principio vino para un puesto que concentraba a tres aspirantes, dos en realidad confirmado el descarte de Capa. Lo que es, oportunidades no ha tenido. Apuntó detalles en pretemporada, pero luego no ha hecho sino calentar banquillo: 206 minutos en 12 encuentros. Para el aficionado es una incógnita, Marcelino no ha dado con el contexto adecuado para que Petxarroman se exprese sobre la hierba.

Cierra el capítulo Jokin Ezkieta, absolutamente inédito. Su bagaje se reduce a tres cruces coperos en el curso precedente. La proyección de Agirrezabala, el portero del filial, le ha opacado. El navarro ha sido un relleno en las convocatorias y en junio se despedirá del Athletic.

532 Minutos

8 Partidos

6 Veces titular

349 Minutos

14 Partidos

2 Veces titular

206 Minutos

12 Partidos

1 Vez titular

0 Minutos